La Cumbre de Paz de Ucrania, que reunió en Suiza a cerca de 60 líderes mundiales y representantes de unos noventa gobiernos, finalizó este domingo con una declaración conjunta que reclama seguridad nuclear y de tránsito marítimo.
“Creemos que alcanzar la paz requiere la implicación y el diálogo entre todas las partes”, sostuvo el documento consultado por agencias de noticias internacionales.
Lo que dice la declaración final de la Cumbre sobre la Paz en Ucrania
El documento recoge temas en torno a los que se podía asumir que existiría consenso, pues si bien los participantes están de acuerdo con que la guerra en Ucrania debe cesar, no todos piensan lo mismo sobre cómo llegar a ese punto.
Mientras los europeos se sienten directamente amenazados por este conflicto y forman un bloque contra Rusia, países de otras regiones se han atrevido a hablar de que ambas partes tendrán que hacer concesiones, lo que en estos momentos tanto Kiev como Moscú rechazan.
En el tema nuclear, los líderes señalan que cualquier uso de la energía nuclear debe ser seguro y tener en cuenta consideraciones medioambientales, y que cualquier amenaza de uso de armas nucleares es absolutamente inadmisible.
El otro gran tema abordado en la declaración es el de la seguridad alimentaria, dependiente de una producción y suministro ininterrumpido de productos, para lo cual es fundamental garantizar la seguridad de la navegación comercial en el Mar Negro, así como el acceso a sus puertos y a los del mar de Azov.
“Los ataques a los navíos mercantes en puertos o a lo largo de las rutas, así como contra puertos o infraestructuras portuarias civiles, es inaceptable”, sostiene la declaración.
El tercer y último punto de la declaración es de alcance humanitario y comprende un llamamiento a la liberación de todos los prisioneros de guerra a través de una operación de intercambio completo entre los que están en manos de Rusia y Ucrania, respectivamente.
Doce países destacados del mundo en desarrollo y socios de Rusia en ciertos foros declinaron firmar el documento. Entre estos países que no firmaron la declaración se encuentran Brasil, India y Sudáfrica -que forman parte junto a Rusia y China del grupo de economías emergentes, conocidos como los BRICS-, además de México.
Tampoco se unieron a la declaración final Armenia, Baréin, Indonesia, Libia, Arabia Saudí, Tailandia y Emiratos Árabes Unidos, mientras que 80 países sí suscribieron el documento, incluidos los de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Argentina, Chile y Ecuador.
Al final del segundo plenario de líderes, celebrado este domingo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, agradeció la participación de las delegaciones y que hayan comprendido que “todos estamos interesados en que no hay peligro procedente de las plantas nucleares y otras instalaciones atómicas”.
“Estoy agradecido de que los participantes en esta conferencia hayan comprendido esto y la necesidad de restaurar una seguridad total en la planta de Zaporiyia, capturada por Rusia”, agregó.
“También les agradezco a cada uno por apoyarnos en nuestros esfuerzos de garantizar una navegación segura y preservar el flujo libre de alimentos”, destacó el mandatario ucraniano.
“Quiero enfatizar que la seguridad alimentaria es vital, no solo para los países del Sur Global, sino literalmente para todos los países del mundo. Cualquier disrupción en los mercados de alimentos es un camino directo al caos que Rusia quiere”, aseguró Zelenski.
El presidente de Ucrania también dijo que se acordó que las deliberaciones continuarán a un nivel más técnico en distintos países que se han ofrecido a acogerlas. “Ese proceso significará que se está avanzando en la elaboración de un plan de paz concreto”, indicó.
En las discusiones a un nivel técnico participarán asesores especiales, quienes trabajarán en torno a ideas específicas para restaurar la seguridad, en particular en el ámbito nuclear y de la seguridad alimentaria.
Numerosos países de Europa, Oriente Medio y Latinoamérica se han propuesto para organizar tales reuniones, que serán la antesala de la convocatoria a una segunda cumbre para la paz. Zelenski dijo que en esa segunda cumbre se presentarán los detalles de un arreglo para la paz y que espera que esto ocurra en los próximos meses y que no tome años.
Así se dividieron los grupos de trabajo en la cumbre en Suiza
Los dirigentes y altos cargos de más de 90 países se reunieron en un lujoso complejo hotelero en la ciudad suiza de Burgenstock, para intentar poner fin al mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Los participantes se dividieron este domingo en tres grupos de trabajo: seguridad nuclear, asuntos humanitarios, seguridad alimentaria y libertad de navegación en el mar Negro.
La sesión de asuntos humanitarios se centró en cuestiones relacionadas con los prisioneros de guerra, los detenidos civiles, los internados y las personas desaparecidas. También abordó la repatriación de los niños ucranianos, sacados por Rusia de los territorios parcialmente ocupados.
En las conversaciones sobre seguridad alimentaria se examinó la caída de la producción y las exportaciones agrícolas, que tuvieron un efecto dominó en todo el mundo, ya que Ucrania era uno de los graneros del planeta antes de la guerra.
Alemania, Brasil, Corea del Sur, España, Israel, Kenia, Reino Unido, Tailandia y Turquía fueron parte de los 30 países de este grupo de trabajo.
Las discusiones abordaron también la destrucción de tierras fértiles durante la guerra y los riesgos permanentes que plantean las minas y los artefactos explosivos sin detonar.
La falta de seguridad del tráfico marítimo en el mar Negro contribuyó asimismo al aumento de los precios.
El tercer grupo analizó la seguridad de las centrales nucleares ucranianas, sobre todo la de Zaporiyia, la mayor de Europa, ocupada por los rusos. El objetivo era reducir los riesgos de que se produzca un accidente.
Argentina, Australia, Francia, Indonesia, Italia, Japón, México, Filipinas, Sudáfrica y Estados Unidos formaron parte de este grupo de trabajo.
“Queda una pregunta clave: ¿cómo y cuándo se puede incluir a Rusia en el proceso?”, cuestionó la presidente suiza, Viola Amherd, en un su discurso de clausura.
“Lo oímos en muchas de sus declaraciones: una solución duradera debe implicar a ambas partes”, dijo, al tiempo que reconoció que “el camino por recorrer es largo y difícil”.
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