La Corte Suprema de Estados Unidos resolvió este viernes que es ilegal prohibir los llamados ‘bump stocks’ para multiplicar el poder de fuego de las armas semiautomáticas al convertirlas en ametralladoras.
En una decisión 6-3 escrita por el juez Clarence Thomas, la Corte deroga una prohibición que había sido introducida durante el gobierno del expresidente Donald Trump tras la masacre de Las Vegas en 2017.
El caso no es tanto sobre el derecho a portar armas de la Segunda Enmienda, sino sobre la definición de ametralladora, y en la decisión, los jueces conservadores y liberales se muestran en campos opuestos.
El demandante defendió que como el que dispara tiene que poner “más esfuerzo” que en una ametralladora, no se puede considerar como tal y los conservadores además de darle la razón, cuestionan por qué no es una decisión del Congreso sino de una agencia federal como la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
“Un pájaro que camina como un pato”
Las juezas liberales, por su parte, sugieren que el “sentido común” dicta que cualquier cosa capaz de lanzar un “torrente de balas” puede definirse como ametralladora bajo la ley federal.
“Cuando veo un pájaro que camina como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, lo llamo pato”, escribió la jueza Sonia Sotomayor en su disidencia al justificar que un rifle con un ‘bump stock’, se convierte en ametralladora.
Al final, la Corte le da la razón al demandante, un vendedor de armas de Texas que consideraba que el Departamento de Justicia había cometido una ilegalidad al considerar las armas con ‘bump stocks’ como ametralladoras ilegales.
“Un ‘bump stock’ no convierte un rifle semiautomático en una ametralladora, como tampoco lo hace un hombre armado que aprieta muy rápido el gatillo”, escribió el juez Thomas defendiendo su opinión.
El gobierno del presidente Joe Biden defendió la decisión de la ATF al prohibir a los ciudadanos un dispositivo que puede hacer que un rifle semiautomático dispare cientos de balas por minuto.
Se trata del más reciente caso sobre armas de fuego en llegar a la Corte Suprema tras el fallo de 2022 en el que amplió los derechos a portar armas y cambió la forma en que se supone que los tribunales deben evaluar las restricciones.
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