Las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico (SOP) sufren diversas alteraciones hormonales y no pueden ovular con normalidad. Esta condición es una de las principales causas de infertilidad y afecta a entre el 8 y el 13% de las mujeres en edad reproductiva, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que hasta el 70% de las afectadas no han sido diagnosticadas.
El tratamiento del síndrome de ovario poliquístico está destinado a aliviar los síntomas, que también se pueden reducir adoptando hábitos saludables, como hacer ejercicio físico con regularidad y seguir una dieta equilibrada, que ayuden a controlar el peso y a prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2.
Un nuevo estudio liderado por Yang Liu de la Universidad Qi-qun Tang Fudan (China) ha encontrado ahora que las artemisinas, un compuesto de origen vegetal que se utiliza para combatir la malaria, puede ser útil para tratar el SOP. Las artemisininas son compuestos de origen vegetal que son más conocidos por sus propiedades antipalúdicas, pero también se ha comprobado que tienen algunos efectos metabólicos beneficiosos.
El equipo de investigadores ha demostrado que las artemisininas también pueden aliviar las manifestaciones endocrinas del síndrome de ovario poliquístico en múltiples modelos de roedores y en 19 mujeres con SOP; en estas pacientes, la terapia condujo a ciclos menstruales más regulares sin efectos secundarios, lo que sugiere un enfoque potencial para tratar múltiples facetas de este trastorno endocrino. Los resultados se han publicado en la revista Science.
Cómo actúan las artemisininas en el síndrome de ovario poliquístico
Los autores del estudio han explicado en su artículo que el análogo de la artemisinina arteméter –un agente antipalúdico– consiguió mejoras significativas en la hiperandrogenemia (niveles elevados de andrógenos), los ciclos estrales irregulares, la morfología poliquística ovárica y la baja fertilidad en modelos de roedores con SOP.
También realizaron un ensayo clínico piloto para confirmar los efectos terapéuticos de las artemisininas en pacientes con síndrome de ovario poliquístico y comprobaron que el tratamiento con dihidroartemisinina mejoró efectivamente la hiperandrogenemia, redujo los niveles de la hormona antimülleriana, mejoró la morfología ovárica poliquística y contribuyó a la normalización de la menstruación en estas mujeres.
“Esta brillante investigación refuerza el futuro prometedor en la investigación, desarrollo y aplicación clínica de extractos vegetales en trastornos reproductivos femeninos”
“En general, nuestros hallazgos resaltan el potencial prometedor de las artemisininas como fármacos eficaces para el tratamiento integral del síndrome de ovario poliquístico. Este descubrimiento ilumina una interacción previamente desconocida entre LONP1 y CYP11A1 que es mejorada por las artemisininas para regular la síntesis de andrógenos, abriendo vías para la intervención en el síndrome de ovario poliquístico al abordar la interacción LONP1-CYP11A1”, concluyen los investigadores.
Cristina Carrasco, profesora sustituta e investigadora del departamento de Fisiología, facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Extremadura, que no ha participado en el estudio, ha declarado a SMC España que “esta brillante investigación refuerza el futuro prometedor en la investigación, desarrollo y aplicación clínica de extractos vegetales en trastornos reproductivos femeninos, que muestran experimentalmente una mayor eficacia y seguridad que los tratamientos convencionales. En este caso, además, estaríamos hablando del reposicionamiento de un fármaco antimalárico para su uso en salud femenina. Sin duda alguna, son necesarios más estudios científicos como este, que contribuyan a ampliar nuestro conocimiento sobre la fisiopatología de las enfermedades de alta prevalencia entre las mujeres, como paso previo imprescindible para un tratamiento exitoso en todos los aspectos”.
Más escéptica se muestra Cornelia Jaursch-Hancke, jefa del departamento de Diabetología y Endocrinología de la Clínica DKD Helios de Wiesbaden (Alemania) que en declaraciones al mismo medio ha señalado que “el estudio observacional sobre 19 pacientes que solo fueron tratadas durante 12 semanas no es suficiente”. Por ello, considera que es necesario realizar “un ensayo controlado aleatorizado que demuestre un efecto en las pacientes que vaya más allá del efecto placebo. Entonces podríamos volver a analizar los resultados”. Y concluye: “Basándome en mi experiencia con estudios sobre otros candidatos a fármacos, no veo perspectivas para la artemisinina por el momento”.
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