Wells Fargo & Co. despidió a más de una docena de empleados después de una investigación que reveló que fingían estar trabajando, según se informó en Bloomberg. Los trabajadores pertenecían a la unidad de gestión de patrimonios e inversiones de la compañía.
La investigación interna de la empresa concluyó que los empleados “fueron despedidos tras una revisión de acusaciones que involucraban la simulación de actividad de teclado para crear la impresión de trabajo activo”, según se detalló en los documentos presentados a la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA).
La entidad con sede en San Francisco señaló que “Wells Fargo mantiene a sus empleados con los más altos estándares y no tolera comportamientos no éticos”, según un portavoz de la empresa.
Durante la pandemia, el uso de dispositivos y software conocidos como “movedores de ratón” o “agitadores de ratón” se popularizó entre los trabajadores remotos como una forma de aparentar actividad. Estos dispositivos, que se pueden adquirir en Amazon.com por menos de USD 20, realizan movimientos del cursor de manera aleatoria para mantener activas las pantallas de los ordenadores. En las redes sociales, como Reddit y TikTok, se compartieron numerosos consejos sobre su uso.
Aunque los documentos de la FINRA no clarifican si los empleados despedidos utilizaban estos dispositivos mientras trabajaban desde casa, la industria financiera fue una de las más estrictas en hacer regresar a sus trabajadores a las oficinas conforme disminuía la pandemia.
Sin embargo, Wells Fargo implementó un modelo híbrido flexible a principios del 2022, donde la mayoría de los empleados deben acudir a la oficina al menos tres días a la semana. Los miembros del comité de administración asisten cuatro días, y muchos empleados, como los de las sucursales, están presentes los cinco días de la semana.
El CEO de la compañía, Charlie Scharf, y el vicepresidente, Barry Sommers, quien se unió a la firma en 2020, han trabajado en fortalecer la gestión patrimonial de la entidad. Este sector fue golpeado fuertemente por diversos escándalos que surgieron en 2016, llevando a un éxodo de asesores, reduciendo así la cartera de clientes lucrativos.
Los despidos recientes recuerdan un incidente ocurrido en 2018, cuando Wells Fargo investigó a empleados de su banco de inversión por presuntas violaciones de la política de gastos, al intentar que la empresa pagara cenas no elegibles.
Ashley Herd, fundadora de la firma de consultoría en administración Manager Method, comentó que “la parte triste es que los empleados sienten la necesidad de comprar y usar un agitador de ratón”, lo que refleja un problema de mayor envergadura en la cultura laboral.
Herd resaltó que “los gerentes a menudo suponen lo peor cuando ven que alguien está fuera, por lo que buscan cualquier tipo de dato que pueda confirmar esa sospecha”. Así, los miembros del equipo buscan innovar para eludir la vigilancia.
Añadiendo contexto, desde 2016, Wells Fargo ha enfrentado fuertes multas por la apertura de más de dos millones de cuentas falsas sin el consentimiento de los clientes, una práctica iniciada tras el establecimiento de objetivos de ventas poco realistas.
El banco ha invertido miles de millones de dólares en la resolución de cargos civiles y penales relacionados con este escándalo. El exjefe de la operación minorista del banco fue sentenciado a tres años de libertad condicional el año pasado, mientras que el exCEO de Wells Fargo fue prohibido en la industria.
En la era del trabajo remoto y los modelos híbridos, la desconfianza gerencial puede entenderse dado el historial del banco, según difundió CNN. Sin embargo, algunos expertos argumentan que despedir empleados por el uso de agitadores de ratón podría no ser la mejor manera de fomentar una cultura de confianza e inclusión.
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