El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades ha alertado del aumento de casos de esta enfermedad infecciosa en catorce países de la Unión Europea entre los que se encuentra España
Producida por el virus parvovirus B19, en la mayoría de los casos, “tiene un cuadro clínico inofensivo que se caracteriza por un enrojecimiento de ambas mejillas, manchas en la piel, febrícula o fiebre”, explica un pediatra
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha alertado en un comunicado del aumento en las infecciones por parvovirus (B19), también conocido como el «virus de la bofetada» en catorce países de la Unión Europea entre los que se encuentra España. En concreto y según datos del Centro Nacional de Microbiología que depende del Instituto de Salud Carlos III, se ha registrado una mayor tasa de positividad en 2023 y en los primeros meses de este año con respecto a los años pre pandémicos.
También llamado megaloeritema o eritema infeccioso, «es una enfermedad infecciosa causada por el virus parvovirus B19 que, en general y en la mayoría de los casos, «tiene un cuadro clínico inofensivo» explica el doctor Iván Carabaño Aguado, profesor de Pediatría de la Universidad Complutense de Madrid.
Éstos son sus síntomas
Los primeros síntomas se caracterizan, según el doctor Carabaño, por «un enrojecimiento de ambas mejillas, manchas en la piel, febrícula o fiebre».
Con el tiempo, se puede extender a los brazos, el tronco, los muslos y los glúteos, donde la erupción adquiere un aspecto rosa, reticulado y levemente en relieve, tal y como explican desde la Clínica Mayo. La erupción puede picar, especialmente en la planta de los pies.
Asimismo, desde la Asociación Española de Pediatría sostienen que «lo habitual es que desaparezcan las lesiones en una semana, pero la erupción se puede reactivar durante varias semanas por determinados factores como la luz, el sol o el calor».
A quién afecta y cómo se transmite
Esta enfermedad es especialmente común en niños en edad preescolar y escolar, sobre todo durante los meses de invierno y primavera, pero puede afectar a personas de cualquier edad.
La transmisión del parvovirus B19 se produce persona a persona, es decir, a través de las secreciones respiratorias como la saliva o la tos, especialmente cuando el niño está en la fase de incubación del virus. Aunque el virus es muy contagioso en esta fase, una vez que el enrojecimiento se ha manifestado por completo, el riesgo de contagio disminuye de forma considerable. En este aspecto, los expertos insisten en el lavado de manos como una de las medidas más efectivas para su prevención.
Tratamiento
Al tratarse de una enfermedad leve, en principio no requiere ningún tratamiento salvo el control de los síntomas. En este sentido, el doctor Iván Carabaño añade que «es muy sencillo y consiste en tener bien hidratado al paciente, analgésicos para bajar la fiebre y reposo relativo».
Posibles complicaciones
La infección por parvovirus B19 puede ser potencialmente más grave «en aquellos niños que tengan alguna anemia de base crónica, ya que puede desencadenar en un empeoramiento de la misma», advierte el doctor Carabaño. Asimismo, el experto recuerda que «también puede ser potencialmente grave si contraen la infección mujeres embarazadas, sobre todo en el primer trimestre de embarazo».
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