“Sí, es verdad. Hubo una oferta y hubo una aceptación.” La senadora nacional neuquina Lucila Crexell confirmó que el Gobierno le ofreció el puesto de embajadora argentina en la Unesco, aunque dijo que “no tiene nada que ver con la negociación de la Ley Bases, que se dejó a los gobernadores para que negociaran con el Ejecutivo”. Horas antes de la apretada votación en la Cámara alta por la “Ley Bases” y el paquete fiscal, la senadora tuvo que salir a confirmar el acuerdo luego de que se filtrara una nota interna de Cancillería que sería el borrador del pliego para votar su designación en el Congreso.
Crexell decidió reconocer la negociación con el Gobierno para conseguir el puesto de embajadora ante la Unesco varios días después de que trascendiera -por varios medios- que de esa designación dependía su voto a favor de las dos iniciativas oficialistas. “Mi formación académica está vinculada a los temas de agenda internacional”, intentó justificar la senadora neuquina en diálogo con LN+-.
La senadora neuquina aseguró que la filtración del documento para nombrarla embajadora ante la Unesco fue parte de “presiones”, pero confirmó que votará a favor de la “Ley Bases” este miércoles en el recinto y que lo hará por pedido del gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa. “Voté en contra del DNU y me dijeron de todo. Ahora, voy a votar a favor de esta ley porque es una herramienta que el Gobierno necesita y el país necesita; y es un pedido de los gobernadores”, sostuvo.
La negociación de Crexell habría sido mano a mano con la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel. La senadora neuquina llegó al Congreso como parte del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y consiguió su segundo mandato en la Cámara alta de la mano de Juntos por el Cambio. Ese pergamino podría no traerle buenas perspectivas para renovar su banca en 2025.
Con esa motivación, el acuerdo para ir como diplomática a París puede enmarcarse en una jugada personal que le aseguraría algunos años más de carrera política. Tampoco le vendría mal la remuneración por el cargo en Francia: se calcula que, por mes, un embajador argentino ante la UNESCO recibe entre 12 y 15 mil dólares por mes.
Este intercambio de favores fue filtrado la semana pasado por el periodista Carlos Pagni y generó una rápida reacción de Figueroa, quien mantiene diálogo con la senadora para presionar por más concesiones del gobierno hacia la provincia; pero no se trata de una relación de acuerdo político entre ambos, ya que Crexell tampoco pertenece al espacio creado por Figueroa, otro ex MPN.
Al enterarse de la negociación, Figueroa mantuvo una conversación con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y según se filtró en los medios, acordaron posponer la designación de Crexell. Esto, como indicó Página 12, generó enojo en la senadora y dejó en duda su voto a favor de las dos iniciativas impulsadas por la Casa Rosada. Tras la filtración del pliego para llegar a la Unesco, Crexell decidió salir a anticipar su voto positivo para las leyes que quiere el presidente Javier Milei.
La aparición del pliego con el que el Gobierno nominaría a Crexell para ocupar la silla en la Unesco, a horas de la negociación, confirmó todos los entretelones. En principio se difundió que se trataba del proyecto ya ingresado a la Cámara alta. Sí, el Senado debe aprobar la designación de la legisladora neuquina, lo que debería contar con el respaldo de una mayoría en el recinto. Luego se aclaró que lo trascendido era, apenas, una nota interna de la Cancillería.
Por haber llegado a su segundo mandato como senadora como parte de Juntos por el Cambio, si Crexell parte rumbo a París abriría un lugar más en el Senado para el radicalismo; ya que el actual diputado nacional Pablo Cervi sería su reemplazo; en caso de no asumir la segunda en la línea de reemplazo sería la también radical Ayelén Fernández.
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