Los resultados preliminares de las elecciones del Parlamento Europeo indican que cristianodemócratas, socialdemócratas y liberales seguirán teniendo una amplia mayoría. Concretamente, 401 de los 720 europarlamentarios electos pertenecen a ese sector, afín a la integración europea. En comparación con el último período legislativo, perdieron 16 bancas, sobre todo debido a las pérdidas de los liberales. Pero los cristianodemócratas -con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, a la cabeza- aumentaron su caudal y obtuvieron 9 bancas adicionales.
Los liberales y los verdes se han debilitado, y los nacionalistas de derecha y la extrema derecha se han fortalecido, pero la correlación de fuerzas en el Parlamento Europeo no ha cambiado mucho. Las dos coaliciones derechistas, ECR e ID, lograron en conjunto un 18,2 por ciento, lo que equivale a un aumento de solo un 1,5 por ciento.
¿Es este el temido vuelco a la derecha en la Eurocámara? “No”, responde a DW Pawel Zerka, del centro de análisis “Consejo Europeo de Relaciones Exteriores”. A su juicio, “las mayores repercusiones de estas elecciones se observan en las capitales europeas y no tanto en la representación parlamentaria en Bruselas”. Eso, porque en algunos países de la UE aumentaron los votos de derecha, pero en otros, fueron menos de los esperados.
¿Pánico en Francia?
Especialmente grande fue el impacto en Francia. El presidente Emmanuel Macron, un liberal, reaccionó al esperado buen resultado de los populistas de derecha de Marine Le Pen con una medida sorpresiva: disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones para el 30 de junio.
“Marine Le Pen confirmó su posición como aspirante más fuerte a la presidencia de Francia”, opina Zerka. Ella enviará 30 parlamentarios a la Eurocámara y Macron solo a 13. “Quizá el presidente Macron se haya decidido a convocar elecciones anticipadas para frenarla”, dice Zerka, pero no descarta que la influencia de Le Pen pueda crecer rápidamente si forma parte del próximo Gobierno en París. Porque podría ocurrir que Macron tenga que nombrar primer ministro a alguien de las filas de los populistas de derecha, si ganan los comicios. Marine Le Pen, en todo caso, aplaudió el anuncio del presidente, y ya se ve como su sucesora en el Palacio del Elíseo.
Italia: Meloni consolida su avance
La derecha nacionalista de “Fratelli d’Italia”, que gobierna desde hace 18 meses con Giorgia Meloni, emergió de las elecciones europeas como la principal fuerza de ese país, con un 28 por ciento. Las huestes de Meloni en Estrasburgo crecerán de 10 a 24 parlamentarios. Al mismo tiempo, la Liga, el partido de extrema derecha de Mateo Salvini, se contraerá, de 22 a 8. En consecuencia, la cantidad de escaños de la extrema derecha italiana en la Eurocámara quedará más o menos igual.
Observadores piensan que podría producirse una crisis de gobierno en Roma si Salvini decide romper la coalición con Meloni, antes que perder posiblemente la jefatura de su partido.
Alemania: impulso hacia la derecha
Los cristianodemócratas ganaron las elecciones europeas en Alemania, igual que en 2019, y enviarán 29 parlamentarios a Estrasburgo. Y la Alternativa para Alemania (AfD), en parte de extrema derecha, ganó 15 escaños, pese a diversos escándalos. Con ese resultado, se situó por delante de los socialdemócratas, verdes y liberales, que forman la coalición gobernante en Berlín. Los verdes fueron los que sufrieron la mayor pérdida: 9 de las 22 bancas que tenían.
Polonia y Hungría
El cambio de gobierno del año pasado en Polonia se reflejó ahora en las elecciones europeas. Los cristianodemócratas asumen el liderazgo y el PiS pierde algunos mandatos. Polonia enviará, en consecuencia, menos representantes de la derecha nacionalista.
El partido nacional-conservador Fidesz, del primer ministro húngaro, Viktor Orban, perdió dos escaños. Sin embargo, con 10 parlamentarios, seguirá siendo la mayor delegación enviada por Hungría al Parlamento Europeo.
La derecha en la península ibérica
El Partido Popular fue el ganador de las elecciones europeas en España. Aumentaron de 13 a 22 escaños. Los socialistas del presidente de gobierno, Pedro Sánchez, lograron mantenerse más o menos en su antiguo nivel, con 20 bancas, mientras la ultraderecha de VOX subió de cuatro a seis escaños. Por su parte, Portugal enviará por primera vez dos diputados de derecha conservadora al Parlamento Europeo. En suma, la península ibérica se inclina hacia la derecha.
Entretanto, en Austria, la extrema derecha del FPÖ se convirtió en la principal fuerza política, levemente por encima de los cristianodemócratas.
Y, en Luxemburgo, el pequeño principado que alberga varias instituciones de la Unión Europea, por primera vez resultó elegido un populista de derecha. Será uno de los seis representantes luxemburgueses en Estrasburgo.
(ers/ms)
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