El Kremlin destacó este lunes el avance de las fuerzas de derechas en las elecciones al Parlamento Europeo, aunque admitió que “al parecer” habrá una mayoría proeuropea y proucraniana.
”Vemos una dinámica de aumento de la popularidad de los partidos de derecha. Esto se puede ver a simple vista”, afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en la rueda de prensa diaria.
Destacó que por el momento las fuerzas proeuropeas mantienen su liderazgo, pero con el tiempo los partidos de derecha “les pisarán los talones”.
”Al parecer, la mayoría será proeuropea y proucraniana. Lo estamos viendo. Sin embargo, queda por analizar la futura composición del Parlamento Europeo”, señaló Peskov.
En cuanto al triunfo de la ultraderecha francesa, que llevó a la disolución del parlamento galo, el portavoz del Kremlin dijo que “se trata de un asunto interno” de ese país.
”No queremos inmiscuirnos en sus asuntos internos. Pese a las calumnias que a veces se difunden en Europa y Estados Unidos, no interferimos en los asuntos internos de otros países”, afirmó.
Sin embargo, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, afirmó que tras los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo, los líderes de Francia y Alemania deben dimitir.
Según Medvédev, el triunfo de la derecha se debe a una “inepta” política de Emmanuel Macron y Olaf Scholz en el ámbito de la economía y la migración, así como su apoyo a las autoridades ucranianas.
Los grandes grupos proeuropeos, populares, socialdemócratas y liberales, suman 402 de los 720 escaños que componen el Parlamento Europeo (PE), según la última actualización de datos electorales aún provisionales facilitada este lunes por la Eurocámara, en la que también se confirma el aumento de la ultraderecha.
En la práctica, las elecciones europeas rediseñan sólo una de las tres instituciones comunitarias que intervienen en el proceso legislativo. El Consejo Europeo (los jefes de Estado y de Gobierno) y el Consejo de la UE (los ministros de los Estados miembros) permanecen estables, ya que sólo renuevan sus miembros cuando hay elecciones a nivel nacional.
Esto significa, por ejemplo, que Emmanuel Macron y sus ministros seguirán representando a Francia en el Consejo aunque Marine le Pen haya ganado las elecciones europeas en Francia.
Un Parlamento escorado a la derecha puede tener cierta influencia para desequilibrar el voto de confirmación del presidente de la Comisión Europea o la aprobación de su equipo de comisarios, pero éstos también serán por definición “multicolor” políticamente porque los envían sus gobiernos.
El analista y profesor en Derecho de la Unión Europea en HEC París Alberto Alemanno, apuntó al alza de partidos no inscritos o recién llegados sin familia política que “podrían jugar un papel en recomponer los grupos existentes y dar forma al nuevo ciclo político”.
Y es que la “tarta” del hemiciclo no está aún completamente repartida tras las elecciones de este domingo, con casi un centenar de eurodiputados que no pertenecen a ningún grupo o que llegan nuevos a la Eurocámara y aún no se han asociado a uno de los ya existentes.
Desde hoy, pueden buscar encaje en grupos ya existentes o, si se forman grupos nuevos, unirse a ellos. Será el caso de la Alternativa por Alemania, que aportará 15 escaños, o del Fidesz de Viktor Orbán, con 10.
Con ellos y otros grupos afines, aritméticamente será posible unir los votos de populares, ultraconservadores, extrema derecha y no inscritos que simpaticen con sus ideas para, ocasionalmente, sacar adelante mayorías estrechas como la que estuvo a punto de echar por tierra la Ley de la Restauración de la Naturaleza en la legislatura que ahora termina.
(con información de EFE)
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