La extraña gala de los Goya de la música

¿Qué características debe perseguir una gala de la industria del entretenimiento? Trascendencia, glamur, humor, emoción, dramatismo, quizá algo de polémica. Nada de esto hubo anoche en el Palacio de Congresos de Ifema, Madrid. Desde luego, original sí que resultó la primera edición de los Premios de la Academia de la Música (ACAMUS), un nuevo intento de reproducir unos Goya musicales. De momento han nacido tímidos y con tan baja intensidad que es difícil apostar por un futuro esplendoroso. Bueno, los Grammy comenzaron su andadura en el restaurante de un hotel. Pero eso fue en 1959.

Un lunes, en junio (¿no se deberían dar en los primeros meses del año, ya que corresponden a lo ocurrido en 2023?), sin transmisiones televisivas ni en plataformas digitales y con poca asistencia de grandes figuras de la música. Así nacieron estos premios, que se supone deberían ser los más importantes del sector. No tuvieron a bien pasarse por allí ni las estrellas musicales que figuran como vocales en el organigrama de la Academia de la Música. Ni rastro de Alejandro Sanz, Pablo Alborán, Luz Casal o Manuel Carrasco. Tampoco les pareció un buen plan para comenzar la semana a nuevos astros del pop español, como Quevedo, Aitana o C. Tangana, aunque los tres se llevaron premio.

Los favoritos eran Arde Bogotá con 9 nominaciones y triunfaron en esta singular primera edición con hasta seis premios. Los segundos que más sumaron fueron los granadinos La Plazuela, que atraparon cuatro sobre cinco nominaciones.

La industria musical sigue buscando sus premios. Envidian al sector del cine, mejor organizado y con el suficiente pragmatismo como para enterrar (o disimular) sus guerras internas por el bien común. La música española, tradicionalmente, siempre ha sido un sector desunido y desatendido por las instituciones, cosa que no resulta tan evidente con el cine. Le falta, digamos, un componente gremial de base. En busca de esos Goya musicales se han organizado los Premios de la Música, los Amigo, los Odeón… Todos han carecido de repercusión y de continuidad. Entre tanto titubeo, ahí están los Premios de la Música Independiente (MIN), que ya van por la edición número 15 y cada año creciendo.

Detrás de estos nuevos galardones que se concedieron anoche se encuentra la Academia de la Música, que se fundó en enero de 2024 con la implicación de colectivos importantes del sector musical. Como presidente ejerce Luis Cobos (responsable de la AIE, entidad de gestión de artistas intérpretes o ejecutantes de música), y los dos pesos pesados de la junta directiva son Antonio Onetti (presidente de la SGAE) y Antonio Guisasola (presidente de Promusicae, la empresa que elabora las listas las ventas de discos y canciones). No aparecen compañías de discos en los órganos principales, cosa que sí ocurría en otros premios. Se trata, de todas formas, de una “junta fundacional” que se disolverá las próximas semanas e inmediatamente se convocarán elecciones.

La Academia cuenta actualmente con 900 representantes (unos 2.000 suman los Goya), entre músicos, ejecutivos de discográficas, managers, ingenieros de sonido, periodistas, promotores… “Se ha hecho una criba, pero todo el que tiene una trayectoria en la música puede pertenecer a la Academia”, señalan fuentes de la organización. De estos 900 votaron los premios unos 600. Hasta 43 categorías, alrededor de 200 artistas nominados seleccionados de las 2.600 candidaturas.

Al estilo de los Grammy, la mayoría de los premios (el 70 por ciento) se otorgaron en una gala de sobremesa. Muchos de los ganadores no se presentaron a esta pregala, así que el día no empezó bien. Para la noche se dejaron 13 categorías, las supuestamente más importantes. Ejercieron de presentadores las actrices Abril Zamora y Andrea Guasch, y los periodistas musicales Ángel Carmona y Johann Wald. Los cuatro salieron del trance como pudieron teniendo en cuenta el enclenque material con el que contaban. El auditorio, de unas 1.400 localidades (solo para invitados), no se llenó.

La ceremonia, de unos 90 minutos, fue tediosa por la falta de sorpresas y emoción. Se ofrecieron cuatro actuaciones: Mikel Izal intentó estar a la altura de un tema de Antonio Vega, Tuve que correr; María Toledo homenajeó a Camarón, y María José Llergo e Iván Ferreiro interpretaron temas de su cancionero. Los cuatro se marcharon acelerados, como con prisas. Dentro de la monotonía de la presentación de las candidaturas y de los discursos, destacaron las palabras de Sílvia Pérez Cruz, que dedicó uno de sus tres premios a su hija: “Porque lucho cada día para que comprenda las cosas. Y, si no, que se las invente. Viva la imaginación”. También logró romper el tedio María José Llergo, que al recoger el Mejor Álbum Folclórico por Ultrabelleza, dijo: “No hago más que acordarme de las veces que me llamaron loca cuando dije que quería ser cantante”.

Llamó la atención que Aitana se llevará el galardón a Mejor Canción de Música Electrónica por Los Ángeles. O no nos tomamos en serio a la música electrónica o algo raro pasó en esa categoría. También sorprendió que el disco de Arde Bogotá, Cowboys de la A3, venciera a Se nos lleva el aire, de Robe. Hasta el propio grupo murciano sentirá un pudor terrible.

El único repullo que se produjo en el patio de butacas fue cuando desde la megafonía se dijo que el siguiente premio lo daban “Nacho García Vega y Sabina…”, para rectificar rápidamente con un “Sabino Méndez”. Sin duda, la presencia de Joaquín Sabina hubiese animado la ceremonia. Cuando los presentadores dijeron que muchas gracias y que había bebidas gratis en el cuarta planta, allí todo el mundo salió disparado. Es cuando comenzó la diversión…

– Artista del Año

• Aitana

• Arde Bogotá (ganador)

• Guitarricadelafuente

• María José Llergo

• Quevedo

• Sílvia Pérez Cruz

– Álbum del Año

• Boicot (Artista: Alizzz)

• Cowboys de la A3 (Artista: Arde Bogotá): ganador

• Ultrabelleza (Artista: María José Llergo)

• Se nos lleva el aire (Artista: Robe)

• Manual de Romería (Artista : Rodrigo Cuevas)

• Toda la vida, un día (Artista : Slívia Pérez Cruz)

– Canción del Año

• Madrid City (Artista: Ana Mena)

• Los Perros (Artista: Arde Bogota): ganador

• ¿Volverá? (Artista: Coque Malla)

• Me la Pegue (Artista: Delaporte)

• El Tonto (Artista: Lola Indigo, Quevedo)

• La raíz (Artista: Valeria Castro)

– Mejor Nuevo Artista

• Arde Bogotá: ganador

• Jimena Amarillo

• La Plazuela

• Tanxugueiras

• Valeria Castro

– Compositor del Año (Canción)

• Arde Bogotá (Canción: La Salvación)

• Coque Malla (Canción: ¿Volverá?)

• Iván Ferreiro (Canción: En las trincheras de la cultura Pop): ganador

• María José Llergo (Canción: Superpoder)

• Nathy Peluso (Canción: Salvaje)

• Valeria Castro (Canción: La raíz)

– Mejor Álbum Pop

• Alpha (Artista: Aitana)

• Bellodrama (Artista: Ana Mena): ganador

• Aldatu Aurretik (Artista: Bulego)

• El Dragón (Artista: Lola Indigo)

• Casi Perfecto (Artista: Nena Daconte)

– Mejor Álbum de Música Alternativa

• Casa Linda (Artista: Cala Vento)

• RONEO FUNK CLUB (Artista: La Plazuela): ganador

• 10 Años de Flores, Viento y Fue (Artista: Muerdo)

• PO2054AZ (Vol.I) (Artista: Sen Senra)

• Sed (Artista: Triángulo de Amor Bizarro)

– Mejor Álbum de Rock

• Aftermath (Artista: Angelus Apatrida)

• Cowboys de la A3 (Artista: Arde Bogotá): ganador

• Se nos lleva el aire (Artista: Robe)

• Vol. 2 (Artista : Tarque)

• El Amor De La Clase Que Sea (Artista: Viva Suecia)

– Mejor Canción de Rock

• Los Perros (Artista: Arde Bogotá): ganador

• Me quedo con el mal (Artista: Johnny Garso)

• El Poder Del Arte (Artista: Robe)

• Confeti (Artista: Rulo y la Contrabanda)

• He vuelto para veros arder (Artista: Tarque)