Expertos de todo el mundo siguen trabajando para reducir las emisiones en industrias que son básicas para satisfacer nuestras necesidades. Una de ellas es el sector de la construcción, donde se desarrollan interesantes innovaciones como los ladrillos de fuego libre de emisiones de CO2. En esta dirección apunta un nuevo fibrocemento hecho con tela que parece ser un aislante perfecto para la construcción.

El aislante perfecto que se hace con ropa

Es sabido que la industria de los materiales de construcción es una de las principales responsables de las emisiones de CO2 que causan el calentamiento global. Desde los componentes necesarios, a los procesos de fabricación, hasta su transporte y aplicación, estos productos generan toneladas de gases de efecto invernadero que aumentan cada año.

Sin embargo, pocos saben que otra industria altamente contaminante es la textil. Anualmente, esta industria produce alrededor de 90 millones de toneladas de residuos que van a parar a incineradores que producen altas cantidades de contaminación. Por su parte, la construcción contribuye a un tercio de las emisiones de CO2, de las cuales un 7% corresponden sólo a la fabricación de cemento.

Para contribuir a una solución que permita fabricar cemento sin comprometer el medio ambiente, un equipo de investigadores de diferentes universidades de España han desarrollado un novedoso fibrocemento que emplea desechos textiles no tejidos. El material ha sido sometido a diferentes pruebas y ha demostrado ser un aislante perfecto que ofrece todas las propiedades del fibrocemento tradicional.

Una solución dos por uno

El equipo de expertos de la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya – Barcelona Tech) ha conseguido crear un material de construcción ligero, ignífugo y versátil que funciona además como un aislante perfecto para evitar la humedad y mejorar la climatización. También ofrece una excelente durabilidad y resistencia, pese a ser una estructura muy ligera.

Para lograr este nuevo fibrocemento bajo en emisiones, combinaron el cemento tradicional con desechos de la industria textil no tejidos, es decir, las fibras más utilizadas para la fabricación de las prendas que usamos a diario. Después de aplicar un tratamiento para optimizar las propiedades de la tela, se añaden a la mezcla minerales que mejoran la resistencia del material.

Durante las pruebas realizadas para estimar sus prestaciones, el equipo ha conseguido fabricar tejas, baldosas ligeras para pavimento y placas delgadas para fachadas entre otros. En todos los casos se comprobó que el nuevo fibrocemento ofrece una climatización más eficiente, es altamente resistente al agua y permite un adecuado paso del aire para evitar la humedad y purificar el aire interior.

Un desecho que se convierte en el aislante perfecto

Con esta innovadora tecnología, los investigadores han abierto la posibilidad para crear un nuevo mercado a partir de un material que habitualmente termina incinerado o se acumula en montañas de basura en vertederos. Sería así una posible fuente de beneficios económicos que ayude a reducir las emisiones de CO2, con el añadido de ser el primer aislante perfecto para climatización eficiente.

El equipo se encuentra en este momento estudiando las posibilidades para llevar su nuevo fibrocemento reciclado a un nivel industrial donde podría reducir tanto las emisiones como los costes de producción de un material ampliamente utilizado en la construcción.

La economía circular es posible

La economía circular se ha erigido como el pilar de la sustentabilidad. Aprovechando los residuos de la industria textil para crear materiales más económicos y eficientes podría ser de gran ayuda, igual que el aislante hecho con desechos agropecuarios que fue desarrollado en Panamá. Sin duda sería un gran logro con la firma de España, el cual se suma a la ya extensa lista de soluciones sustentables que hemos creado.

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By Diario

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