Es la sorpresa de la noche: tras la clara victoria del ultraderechista francés Rassemblement National en las elecciones europeas, el presidente Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas para el 30 de junio. Según las proyecciones, el populista RN obtuvo alrededor del 32% de los votos en las elecciones europeas, mientras que la lista oficialista Renacimiento sólo obtuvo alrededor del 15%. Esto significa que el porcentaje de votos del RN, de Marine Le Pen, ha aumentado casi diez puntos porcentuales en comparación con las elecciones europeas de 2019.
Desde el jueves, los votantes de 27 países de la UE han podido emitir su voto y expresar así su satisfacción o enfado por la política en la UE y en su país de origen. En muchos países ha habido un aumento de las fuerzas populistas y de derecha. Sin embargo, según las cifras actuales, el apoyo de Francia a la derecha se encuentra entre los más altos. Según las previsiones, el respaldo al derechista FPÖ también fue alto en Austria, con un 27%. Mientras que según las proyecciones de ARD y ZDF, AfD se convirtió, con más del 16% de los votos, en la segunda fuerza más votada en Alemania detrás de los conservadores del CDU/CSU.
Resultados “particularmente dramáticos” en Francia
Macron dijo el domingo por la noche que no podía fingir que no había pasado nada. Al mismo tiempo, advirtió que el ascenso de los nacionalistas era un peligro para Francia y Europa. “He escuchado su mensaje y sus preocupaciones y no dejaré que queden sin respuesta”, dijo dirigiéndose a los votantes.
“Por supuesto, esto es especialmente dramático cuando se ve que al partido gobernante obtiene la mitad de votos que RN”, afirma a DW la politóloga Gabriele Abels, que investiga como catedrática en la Universidad de Tubinga. “Ha habido una serie de incertidumbres que finalmente han supuesto que las cuestiones puramente europeas no estuvieran, como Macron intentó en algunos casos, en primer plano”. Al mismo tiempo, la estrategia de Marine Le Pen de dar a su partido un barniz de moderación y de “desdemonizarlo” tuvo éxito.
Abels sospecha que el líder del partido RN, Jordan Bardella, de 28 años, también pudo movilizar a los votantes jóvenes. Para Henrik Suder, del Centro de Investigación sobre la Integración Europea de la Universidad de Bonn, las elecciones también demuestran que el RN tiene una “base de votantes muy fuerte” y no se alimenta sólo del voto de protesta.
Crecimiento de la derecha en el Parlamento de la UE
Según las primeras cifras oficiales, hay una clara victoria de la alianza de centroderecha PPE con la alemana Ursula von der Leyen a la cabeza. Por lo tanto, puede aspirar a un nuevo mandato como presidenta de la Comisión Europea. Las alianzas de partidos de derecha ECR e ID lograron obtener una cantidad significativa de escaños y registraron los mayores avances. El grupo socialdemócrata S&D también se mantiene fuerte. Los Verdes, por el contrario, han sufrido pérdidas importantes.
Las encuestas electorales de los últimos meses ya habían pronosticado estos resultados. “La primera impresión es que los resultados son tan malos como se temía si se toma como indicador el aumento significativo de fuerzas euroescépticas y populistas de derecha, al menos en Alemania, pero también en algunos otros países”, dice Abels.
Castigo a los partidos gobernantes de Alemania
En Alemania, la Unión Demócrata Cristiana CDU/CSU ganó con un 29,5% de los votos y logró registrar un ligero aumento en comparación con el año anterior. El populista AfD, se convirtió en la segunda fuerza más votada, con un 16,5%, cifra muy superior a la de 2019 a pesar de los escándalos recientes. Lo que es particularmente digno de mención es que el partido fue votado de manera desproporcionada, especialmente por los hombres jóvenes. “El AfD es el partido donde la brecha de género también es mayor”, afirma Abels.
El socialdemócrata SPD recibió un duro golpe de los votantes. Apenas el 14% eligió al partido del canciller Olaf Scholz. Los demás socios de la coalición también fueron castigados en las urnas. Según las estimaciones iniciales, entre los perdedores electorales también se encuentran los Verdes, que podrían obtener el 12% de los votos, cuando en 2019 superaron el 21%. El liberal FDP obtuvo el 5,1 por ciento, algo menos que en las últimas elecciones.
¿Hasta qué punto está virando a la derecha Europa?
Henrik Suder habla de una polarización de la sociedad entre gente que “percibe la globalización como algo bueno” y, en última instancia, se beneficia de ella… y gente que no. “Si el discurso político gira hacia posiciones radicales de derecha y los conservadores también adoptan ese discurso, eso no ayudará a los demócratas”, dice a DW. El ejemplo de Austria muestra que el FPÖ se ha normalizado. “Ha habido una desinhibición en la sociedad. La gente ya no se avergüenza de adoptar posiciones radicales de derecha y expresar xenofobia”.
Hasta qué punto Europa está virando hacia la derecha no depende sólo de las cifras de los partidos de esta tendencia, sino también de que los otros partidos se muestren dispuestos a incluirlos en mayorías más amplias. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no descarta la cooperación con integrantes del grupo ECR, siempre y cuando estén a favor de Europa, de Ucrania y del Estado de derecho. Por ello ya ha sido duramente criticada por los Verdes, los socialdemócratas, la izquierda y los liberales.
También queda margen para la organización de los grupos parlamentarios en las próximas semanas. Todavía no existe una alianza de derecha unificada. Por ejemplo, RN de Marine Le Pen, pertenece a la facción de derecha Identidad y Democracia (ID), mientras que Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, que también salió reforzada estas elecciones, pertenece al ECR (Conservadores y Reformistas Europeos). Le Pen ya había declarado en una entrevista al Corriere della Serra: “Si lo logramos, podríamos convertirnos en el segundo grupo más grande del Parlamento Europeo”. Esto no sólo aumentaría su influencia política, Le Pen también podría continuar su camino de normalización.
(lgc/mn)
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