El fin de semana de Checo Pérez ha sido para olvidar. Después de hacerse oficial su renovación con Red Bull hasta 2026, el piloto mexicano ha vivido un Gran Premio de Canadá nefasto. Primero, no pudo pasar a la Q2 y después, en carrera, sufrió el segundo abandono consecutivo de la temporada. Pero esto no se acaba aquí, porque la FIA ha hecho oficial la sanción interpuesta al piloto por poner en peligro la seguridad del resto de pilotos tras intentar volver a boxes con el coche dañado: penalización de tres puestos en la parrilla de salida de la próxima carrera de Fórmula 1, el GP de España.
A falta de 20 vueltas para la bandera de cuadros, en la pista se empezó a formar un carril seco muy delimitado. Checo Pérez, ya con neumáticos secos montados, pisó por error la zona húmeda y no pudo controlar el coche, que acabó impactando contra las barreras del circuito de Guilles Villenueve.
Finalmente, el golpe no fue tan duro como se esperaba, ya que solo quedó afectado su alerón trasero, y con Verstappen liderando la carrera, Red Bull le recomendó llegar a boxes por él mismo para evitar un Safety Car.
Esta decisión no ha gustado a la FIA, que ha considerado que esta acción pudo generar muchos problemas de seguridad, puesto que hasta llegar al pit lane el coche fue dejando diversos restos de fibra de carbono sobre el asfalto, aumentando el riesgo de pinchazos.
De esta forma, el piloto mexicano ha sido sancionado con tres posiciones para la siguiente carrera, el Gran Premio de España en Montmeló, y la escudería también ha sido castigada con una multa de 25.000 euros.
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