Este lunes en Florida, Estados Unidos, un grupo de jurados falló en contra de la multinacional Chiquita Brands, al encontrarla responsable civilmente de financiar a grupos paramilitares en Colombia, en la década de los 90.

El caso se resolvió en un juzgado de West Palm Beach luego de 17 años del proceso judicial en el que nueve víctimas de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) -hay más afectados pero no hicieron parte de este proceso- tomaron acciones por los pagos que hizo la empresa bananera a hombres armados que cometieron varios crímenes en regiones como el Urabá antioqueño y Córdoba.

No estamos en este proceso porque queramos, fue Chiquita, con sus acciones, la que nos ha metido en él. Tenemos una responsabilidad con nuestras familias y debemos luchar por ellas: víctima

“Es un triunfo de un proceso que viene desde hace casi 18 años para todos nosotros, que hemos sufrido tanto durante estos años. En este proceso hay un debate de justicia y reparación, estamos luchando desde 2007. No estamos en este proceso porque queramos, fue Chiquita, con sus acciones, la que nos ha metido en él. Tenemos una responsabilidad con nuestras familias y debemos luchar por ellas”, dijo una de las víctimas durante el juicio, que se realizó desde el 24 de abril hasta este 10 de junio.

En cada una de las sesiones, el jurado escuchó a cada una de las partes exponer argumentos en contra y a favor de la tesis de que Chiquita Brands financió a paramilitares. La empresa dijo que tuvieron que hacerlo para garantizar la seguridad de sus trabajadores, y que no dieron plata con fines irregulares. Sin embargo, los jurados se decantaron por la tesis de que la multinacional entregó dinero sabiendo sobre los crímenes que cometía el grupo armado ilegal. 

De acuerdo con la tesis que triunfó en el proceso, Chiquita Brands hizo pagos a paramilitares a sabiendas de los crímenes que cometían. Foto de archivo de un grupo de paramilitares.

Foto:Efraín Patiño / Archivo AFP

De hecho, los 1,7 millones de dólares que se pagaron desde la bananera a las Auc, entre 1997 y 2004, sirvieron para aumentar la presencia de ‘paras’ en el Magdalena y Urabá.

“Este veredicto envía un mensaje contundente a las empresas de todo el mundo que se lucran a expensas de los derechos humanos: sus actos no quedarán impunes. Estas familias, que sufrieron el asedio de grupos armados y corporaciones, demostraron su fortaleza y lograron triunfar en el sistema judicial“, indicó Marco Simons, director jurídico de EarthRights International, la cual venía trabajando de la mano de las víctimas.

¿Qué viene ahora? Si bien el fallo se dio en Estados Unidos, fuentes cercanas al caso explicaron que se aplicará el Código Civil colombiano por tratarse de una empresa estadounidense cuyas decisiones fueron tomadas en este país. Es decir que, siguiendo el artículo 2341, se tendrá que indemnizar a las víctimas y repararlas por los daños causados.

De otra parte, como hay más víctimas del paramilitarismo con situaciones similares ligadas a Chiquita Brands, con ellas se podrá intentar llegar a algún acuerdo o esperar otro fallo de la justicia.

CARLOS LÓPEZ
​Redacción Justicia
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Por Diario

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