“En mi casa está prohibido comer viendo la tele… salvo que juegue el Celtic“, cuenta con una sonrisa Paul McGrath, el nuevo y flamante plata europeo. Este joven de 22 años, gran sensación de la marcha española en este 2024 tras ser la gran joya mundial en categorías inferiores hereda el nombre de su padre escocés quien le ha inculcado el amor por unos colores: “Mi padre solo me obligó a una cosa: a ser del Celtic de Glasgow”. Tanto es así que estuvo a punto de provocar que España no hubiera podido celebrar su segunda medalla en el Europeo de Roma tras la conseguida por Marta García.
“Una de las cosas que más se pensó a la hora de decidirse a venir a España con mi madre fue lo de dejar de ir a Parkhead a ver su equipo de toda la vida“, nos desvela el marchador en conversación con Relevo: “En mi familia es algo muy loco. Todos mis tíos son abonados y es como una religión para ellos. Tanto es así que cuando viajamos en Navidades, mis tíos no le dejan el abono a mi padre porque ellos también tienen que ir“.
Justo hace dos de semanas, el 25 de mayo, el padre de Paul inició los días más frenéticos y nerviosos de su vida. Fue a Glasgow tras lograr entradas para la final de la Copa de Escocia que enfrentaba — como casi siempre — a Celtic y Rangers. Primera conquista en quince días porque los ‘católicos’ ganaron por 1-0, logrando su título número 42 y abriendo aún más la brecha con su gran rival. El segundo momento de tensión lo ha solventado este sábado su hijo con su primera medalla continental absoluta.
A pesar de nacer y vivir toda su vida en Gavá, McGrath llegó a ser socio del Celtic durante un año por decisión de su padre. ¿Por qué? “Me dijo que siempre podré decir que fui socio del Celtic“. El amor por el club, como no podía ser de otra forma, ha calado en el atleta español que confiesa que le encanta “estar al tanto de todos los partidos porque, además, es algo que une a toda la familia”.
Porque en la casa de los McGrath, a eso de las 13:30h. de cada domingo es la hora santa. “Mi padre coge la tablet y no se puede perder el partido. Sufre mucho, no puede ver al Celtic perder”, cuenta la nueva estrella de la marcha española. Con esta fijación casi obsesiva, surge una pregunta clara: ¿Qué hace el padre de Paul McGrath si coincide una competición de su hijo y un partido del Celtic? “Si es un partido normal, se borra Whatsapp y Twitter para no enterarse de nada, lo graba, va a mi competición y cuando termina, se pone a ver el partido“. Y no de cualquier forma: “Lo vive nervioso, como si fuera en directo”.
“El sueño de su vida sería que me hicieran un homenaje en Celtic Park”
Tener como hijo a un deportista de élite y ahora más que nunca candidato a una medalla olímpica en los Juegos de París del próximo verano, abre la puerta para que el padre de Paul pueda vivir su día más deseado. “El sueño de su vida sería que me hicieran un homenaje en el césped, en el palco o en el estadio y estar él conmigo. Incluso, que creo que hasta por encima de casarse con mi madre”, nos cuenta entre risas.
¿Lo mejor? Papá McGrath no lo está dejando al azar o a la espera de que este artículo llegue a Celtic Park. “Cada dos o tres semanas siempre me dice que, como lo haga bien, ya lo está manejando porque conoce a uno que conoce a uno del comité del club“. Y el propio atleta, que curiosamente defiende los colores también verdes del Club Cornellà Atlétic, ya se imagina cómo sería: “Empezaría a llorar y será algo terrible. Será unir sus dos pasiones, la de su equipo y lo de su hijo. Mi haría muchísima ilusión por él, por mi familia y también por mí”.
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