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A media mañana del martes último, al calor de la incertidumbre en el Gabinete por la crisis en Capital Humano y el temblor en los mercados, Javier Milei volvió a lanzar un globo de ensayo. En un breve contacto con la prensa en la Casa Rosada, anticipó que “avanzará” con la contratación del programa de transformación digital de Google, que emplea herramientas de Inteligencia artificial (IA), para optimizar el funcionamiento del Estado argentino.
Esa idea forma parte del set de reformas que el Presidente anhela impulsar en caso de que consiga la sanción de las leyes económicas en el Congreso, uno de los pasos cruciales que debe dar, además de eliminar el cepo cambiario, para brindar seguridad jurídica y atraer a futuros inversores. “Ellos [por Google] tienen un módulo para hacer reforma del Estado, pero con inteligencia artificial; así que vamos a estar avanzando en eso”, comentó, con tono animado, Milei, después de su gira por Silicon Valley, en Estados Unidos, y El Salvador.
A contramano del entusiasmo de Milei, altos funcionarios pusieron paños fríos con el correr de las horas. Ya están entrenados en el arte del posibilismo para trasladar al terreno de la práctica los deseos del Presidente. En Balcarce 50 confían que Milei no firmó un acuerdo con Google y que el tema se encuentra en etapa de evaluación. De hecho, hay un cúmulo de dudas respecto de la misteriosa negociación con la empresa de tecnología norteamericana para utilizar un programa de IA en la reforma del Estado. En primer lugar, ni el Gobierno ni la compañía confirmaron a LA NACION que efectivamente se haya negociado una hoja de ruta para sellar un contrato, pese a que Milei dio por hecho que el Ejecutivo avanzará con ese plan. En los despachos oficiales también se desconoce quién será la autoridad de aplicación en el país. En otras palabras, qué cartera o secretaría estaría a cargo de la instrumentación. A su vez, no está claro cuál será el costo fiscal de la decisión de contratar el servicio de Google.
Otro aspecto que suma interrogantes: aún no se definió el rol que ocupará Federico Sturzenegger, el controller de la desregulación del Estado, la economía y el comercio en la era de Milei. El “coloso” será promovido como parte de una restructuración del Gabinete. El Presidente tampoco esclareció el esquema de su consejo de asesores económicos, que tendría un rol clave en la fase del gobierno post-ley bases y bosqueja una agenda de reformas estructurales y de crecimiento. Ese proyecto está en manos de Demian Reidel, cercano a Sturzenegger y armador de la gira de Milei en Silicon Valley, en San Francisco (EE.UU.)
Ante las consultas de LA NACION, representantes de Google en la Argentina se limitaron a replicar la declaración oficial que hizo la compañía tras el encuentro que encabezaron Milei y Sundar Pichai, CEO de la empresa, en Mountain View, California. “Tuvo lugar una productiva reunión con discusiones centradas en el potencial de IA para apoyar la transformación digital de Argentina”, señalaron. Google utiliza la aplicación Gemini, el modelo de lenguaje que compite en el mercado con GPT-4, de OpenAI.
La compañía multinacional norteamericana invierte en el país desde 2007, donde tiene oficinas y emplea a 340 personas. En abril pasado anunció el arribo de Firmina al país, “el primer cable submarino internacional que une la Argentina (Las Toninas) con los Estados Unidos. Hace poco anunció la entrega de diez mil becas para capacitar en habilidades digitales e inteligencia artificial.
Fuentes de la Casa Rosada sugieren que la conversación es incipiente y aún no hay una fecha estipulada para “avanzar” con la firma de un contrato. “El Presidente comentó lo que habló en su viaje con Google y con Nayib Bukele. Es muy reciente como para tener novedades”, dicen cerca de uno de los funcionarios que participaron de las conversaciones.
Especialistas en sistemas informáticos y modernización del Estado celebran el interés de Milei por estrechar lazos con las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley, pero también alertan sobre los riesgos que implicaría entregarle “llave en mano” la reforma del Estado a Google. En ese sentido, plantean que Milei deberá apelar a perfiles con experiencia. Hay dudas en torno al área y los equipos que se formarían para instrumentar el programa de IA y el alcance que tendría en áreas sensibles del Estado o en el estudio o reforma del cuerpo legal del país. A su vez, hay preocupación respecto de los peligros que conllevaría para “la soberanía”, por el presunto acceso a información del Estado que tendría el servicio de inteligencia norteamericano.
En medio del debate sobre los peligros de la IA y el uso de algoritmos informáticos, la Unesco elaboró un manual ético para la utilización de esa herramienta tecnológica. “Los sistemas de IA no deberían utilizarse con fines de calificación social o vigilancia masiva”, remarcaron.
Para encontrar un acuerdo de colaboración similar al que negocia Milei con Google hay que viajar hasta El Salvador, donde gobierna Nayib Bukele, aliado de Milei en el nuevo tablero geopolítico. En ese país el uso de la IA abarca las áreas de salud y educación, no solo la del “gobierno digital”.
Si bien Caputo no informó aún a este medio cuál sería el costo del programa que compraría Milei, Bukele selló un acuerdo oneroso, según los expertos. En El Salvador se estima que el pacto implica una erogación presupuestaria de alrededor de 500 millones de dólares durante siete años, según consignó el diario La Prensa Gráfica cuando el parlamento aprobó la ley de modernización del Estado.
El emprendedor Santiago Siri, creador de Democracy Earth, cuenta que armó un agente inteligente a través de OpenAI que permite estudiar “todos los aspectos sobre la constitución, las leyes y la historia argentina”. Por caso, la máquina puede responder qué reformas se requerirían para legalizar el cannabis en el país. “Solo llevó una tarde de trabajo”, remarca Siri a LA NACION.
Para Andrés Ibarra, exministro de Modernización de Macri y titular de la fundación País Abierto Digital, “es muy bueno que el Presidente se enfoque en esta agenda y se reúna con líderes” de las empresas tecnológicas más importantes del mundo con el fin de aprender de estas aplicaciones y desarrollos. Sin embargo, Ibarra advierte “que el desafío de Milei será lograr la implementación” del acuerdo con Google. “Se necesitarán ‘gestionadores’ para que esto no quede solo en títulos”, dice el exministro de Macri ante la consulta de este medio.
El acercamiento a Google se produce en medio de la discusión que se libra entre dos líneas internas en el Gabinete: ¿Milei apuesta a desarmar al Estado o a hacerlo eficiente? “Amo ser el topo dentro del Estado. Soy el que destruye el Estado desde adentro”, dijo Milei en una entrevista reciente con un medio norteamericano.
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[openrouter]rewrite this title Misterio y dudas en el Gobierno sobre la negociación con Google para usar inteligencia artificial en la reforma del Estado[/openrouter]
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A media mañana del martes último, al calor de la incertidumbre en el Gabinete por la crisis en Capital Humano y el temblor en los mercados, Javier Milei volvió a lanzar un globo de ensayo. En un breve contacto con la prensa en la Casa Rosada, anticipó que “avanzará” con la contratación del programa de transformación digital de Google, que emplea herramientas de Inteligencia artificial (IA), para optimizar el funcionamiento del Estado argentino.
Esa idea forma parte del set de reformas que el Presidente anhela impulsar en caso de que consiga la sanción de las leyes económicas en el Congreso, uno de los pasos cruciales que debe dar, además de eliminar el cepo cambiario, para brindar seguridad jurídica y atraer a futuros inversores. “Ellos [por Google] tienen un módulo para hacer reforma del Estado, pero con inteligencia artificial; así que vamos a estar avanzando en eso”, comentó, con tono animado, Milei, después de su gira por Silicon Valley, en Estados Unidos, y El Salvador.
A contramano del entusiasmo de Milei, altos funcionarios pusieron paños fríos con el correr de las horas. Ya están entrenados en el arte del posibilismo para trasladar al terreno de la práctica los deseos del Presidente. En Balcarce 50 confían que Milei no firmó un acuerdo con Google y que el tema se encuentra en etapa de evaluación. De hecho, hay un cúmulo de dudas respecto de la misteriosa negociación con la empresa de tecnología norteamericana para utilizar un programa de IA en la reforma del Estado. En primer lugar, ni el Gobierno ni la compañía confirmaron a LA NACION que efectivamente se haya negociado una hoja de ruta para sellar un contrato, pese a que Milei dio por hecho que el Ejecutivo avanzará con ese plan. En los despachos oficiales también se desconoce quién será la autoridad de aplicación en el país. En otras palabras, qué cartera o secretaría estaría a cargo de la instrumentación. A su vez, no está claro cuál será el costo fiscal de la decisión de contratar el servicio de Google.
Otro aspecto que suma interrogantes: aún no se definió el rol que ocupará Federico Sturzenegger, el controller de la desregulación del Estado, la economía y el comercio en la era de Milei. El “coloso” será promovido como parte de una restructuración del Gabinete. El Presidente tampoco esclareció el esquema de su consejo de asesores económicos, que tendría un rol clave en la fase del gobierno post-ley bases y bosqueja una agenda de reformas estructurales y de crecimiento. Ese proyecto está en manos de Demian Reidel, cercano a Sturzenegger y armador de la gira de Milei en Silicon Valley, en San Francisco (EE.UU.)
Ante las consultas de LA NACION, representantes de Google en la Argentina se limitaron a replicar la declaración oficial que hizo la compañía tras el encuentro que encabezaron Milei y Sundar Pichai, CEO de la empresa, en Mountain View, California. “Tuvo lugar una productiva reunión con discusiones centradas en el potencial de IA para apoyar la transformación digital de Argentina”, señalaron. Google utiliza la aplicación Gemini, el modelo de lenguaje que compite en el mercado con GPT-4, de OpenAI.
La compañía multinacional norteamericana invierte en el país desde 2007, donde tiene oficinas y emplea a 340 personas. En abril pasado anunció el arribo de Firmina al país, “el primer cable submarino internacional que une la Argentina (Las Toninas) con los Estados Unidos. Hace poco anunció la entrega de diez mil becas para capacitar en habilidades digitales e inteligencia artificial.
Fuentes de la Casa Rosada sugieren que la conversación es incipiente y aún no hay una fecha estipulada para “avanzar” con la firma de un contrato. “El Presidente comentó lo que habló en su viaje con Google y con Nayib Bukele. Es muy reciente como para tener novedades”, dicen cerca de uno de los funcionarios que participaron de las conversaciones.
Especialistas en sistemas informáticos y modernización del Estado celebran el interés de Milei por estrechar lazos con las principales compañías tecnológicas de Silicon Valley, pero también alertan sobre los riesgos que implicaría entregarle “llave en mano” la reforma del Estado a Google. En ese sentido, plantean que Milei deberá apelar a perfiles con experiencia. Hay dudas en torno al área y los equipos que se formarían para instrumentar el programa de IA y el alcance que tendría en áreas sensibles del Estado o en el estudio o reforma del cuerpo legal del país. A su vez, hay preocupación respecto de los peligros que conllevaría para “la soberanía”, por el presunto acceso a información del Estado que tendría el servicio de inteligencia norteamericano.
En medio del debate sobre los peligros de la IA y el uso de algoritmos informáticos, la Unesco elaboró un manual ético para la utilización de esa herramienta tecnológica. “Los sistemas de IA no deberían utilizarse con fines de calificación social o vigilancia masiva”, remarcaron.
Para encontrar un acuerdo de colaboración similar al que negocia Milei con Google hay que viajar hasta El Salvador, donde gobierna Nayib Bukele, aliado de Milei en el nuevo tablero geopolítico. En ese país el uso de la IA abarca las áreas de salud y educación, no solo la del “gobierno digital”.
Si bien Caputo no informó aún a este medio cuál sería el costo del programa que compraría Milei, Bukele selló un acuerdo oneroso, según los expertos. En El Salvador se estima que el pacto implica una erogación presupuestaria de alrededor de 500 millones de dólares durante siete años, según consignó el diario La Prensa Gráfica cuando el parlamento aprobó la ley de modernización del Estado.
El emprendedor Santiago Siri, creador de Democracy Earth, cuenta que armó un agente inteligente a través de OpenAI que permite estudiar “todos los aspectos sobre la constitución, las leyes y la historia argentina”. Por caso, la máquina puede responder qué reformas se requerirían para legalizar el cannabis en el país. “Solo llevó una tarde de trabajo”, remarca Siri a LA NACION.
Para Andrés Ibarra, exministro de Modernización de Macri y titular de la fundación País Abierto Digital, “es muy bueno que el Presidente se enfoque en esta agenda y se reúna con líderes” de las empresas tecnológicas más importantes del mundo con el fin de aprender de estas aplicaciones y desarrollos. Sin embargo, Ibarra advierte “que el desafío de Milei será lograr la implementación” del acuerdo con Google. “Se necesitarán ‘gestionadores’ para que esto no quede solo en títulos”, dice el exministro de Macri ante la consulta de este medio.
El acercamiento a Google se produce en medio de la discusión que se libra entre dos líneas internas en el Gabinete: ¿Milei apuesta a desarmar al Estado o a hacerlo eficiente? “Amo ser el topo dentro del Estado. Soy el que destruye el Estado desde adentro”, dijo Milei en una entrevista reciente con un medio norteamericano.
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