El presidente mexicano saliente, Andrés Manuel López Obrador, ratificó el viernes que la reforma judicial seguirá adelante, alentando los temores en los mercados cambiario y de capitales que concluyeron la jornada con nuevas caídas.

Ante la volatilidad que enfrentó esta semana el mercado cambiario y las bolsas de valores, López Obrador atribuyó el nerviosismo al proyecto de reforma del poder judicial que está pendiente de discusión en el Congreso y aseguró que las tensiones se deben a que ese poder está “secuestrado y al servicio de una minoría, de los de arriba”.

La referida reforma forma parte de un paquete de leyes que presentó el gobernante en febrero pasado al Congreso y que plantea que los ministros de la Suprema Corte, magistrados y jueces sean elegidos por el voto popular.

Pese a las tensiones, López Obrador afirmó el viernes en su conferencia matutina que “si hay que reformar el poder judicial, vamos hacerlo”.

“¿A qué le tienen miedo, a que el pueblo elija a los jueces, a los magistrados, a los ministros? El que nada debe nada teme”, agregó.

Tras los comentarios del mandatario los temores en los mercados cambiario y bursátil se activaron nuevamente.

La moneda mexicana registró el viernes una nueva depreciación que llevó la cotización al cierre de la semana a 18,40 pesos por dólar. Durante la semana la depreciación de la moneda fue de 8,10%, la mayor desde marzo del 2020, cuando se inició la pandemia de coronavirus, y la más pronunciada después de una elección, indicó la directora de análisis económico del grupo financiero local Banco Base, Gabriela Siller.

De igual forma, el mercado de capitales reportó una caída de 2,75%, acumulando en la semana una pérdida de alrededor de 4%.

Siller afirmó que los mercados seguirán de cerca las noticias sobre la posibilidad de aprobación de las reformas, por los riesgos que podrían representar para el “deterioro” del Estado de derecho y del ambiente para hacer negocios.

A inicios de semana el mercado de capitales sufrió un desplome de 6%, mientras el peso tuvo una depreciación de 4,11%. Ante las tensiones, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, debió salir el martes a hablarle a los inversionistas para calmarlos. En su intervención, aseguró a los inversionistas que entre las prioridades económicas del nuevo gobierno estará la reducción del endeudamiento, la disciplina fiscal y la garantía de autonomía del Banco de México.

Ramírez de la O aceptó mantenerse en el cargo durante el futuro gobierno de la oficialista Claudia Sheinbaum, quien ganó por amplia mayoría las elecciones presidenciales del domingo.

Las declaraciones del secretario de Hacienda lograron calmar las bolsas, aunque persistieron algunas presiones en el mercado cambiario.

Los analistas atribuyeron el nerviosismo a la preocupación que hay de que el partido oficialista Morena, que habría ganado la mayoría de los escaños en el Congreso, lleve adelante la reforma del poder judicial y otras iniciativas que puedan afectar la independencia de poderes y a los organismos autónomos.

Sheinbaum se mostró el jueves dispuesta al debate abierto para discutir las reformas en el Congreso. “Mi posición es que tiene que abrirse un diálogo, que tiene que evaluarse la propuesta y en su momento, pues ya aprobarse. Pero tiene que explicarse bien la propuesta, que la conozca el pueblo de México y que pueda abrirse, como normalmente se hace, a través de un parlamento abierto”, dijo a la prensa la futura presidenta.