07/06/2024
El presidente Gustavo Petro clausuró en Cartagena la 58° convención bancaria, organizada por Asobancaria, donde planteó a algunas de sus expectativas en materia económica.
Destacó que es necesario hablar con franqueza para encontrar los puntos en común o las divergencias.
Recordó que en 2008 la crisis global arrancó con una crisis financiera, que desde entonces se sigue reflejando en un estancamiento económico, que se profundizó con el covid en 2020. Señaló que ese inicio se derivó de brotes especulativos con los préstamos de vivienda, y “de eso no hemos salido y el covid paralizó el capitalismo unos dos años”.
Mencionó que poner en marcha el sistema capitalista no ha sido fácil, y que la crisis se sigue ahondando, y que en Davos se habló de multicrisis, entre ellas las del hambre por aumento de la pobreza, la enfermedad, las guerras y la crisis climática. Está última, enfatizó, es la más grave de todas las crisis.
Reiteró que la quema de combustibles fósiles es la principal causa de la crisis climática y mencionó en este punto que es por esto que el expresidente Iván Duque lo califica de “cósmico radical”, apelativo que, comentó, es de su agrado.
Planteó que se debe reestructurar el sistema financiero global para hacer que los aparatos productivos de China y Estados Unidos apaguen sus chimeneas, para descarbonizar la economía.
“En Colombia padecemos los impactos de esas crisis”, comentó Petro, quien cuestionó las decisiones adoptadas en el país al endeudarse, para atender la contingencia de coronavirus, lo que se tradujo en el crédito que se tomó con el FMI.
En cuanto a las decisiones del Banco de la República, sostuvo que la entidad está más pendiente de la tasa de cambio, lo que en un contexto de tasas de interés altas, está presionando la desaceleración económica.
Reiteró que durante su campaña propuso salir del extractivismo fósil, porque es un modelo insostenible, por la baja en los precios y la menor demanda.
En este punto hizo referencia al reciente anuncio del Ministerio de Hacienda de recortar los gastos.
“El impuesto de renta de las carboneras y de las petroleras explica la caída del recaudo de impuestos, en estos meses hasta mayo. Y lo que dice la prensa es que se cayó todo el recaudo y eso no es así. Es más, el recaudo no se ha caído si uno se salta el año pasado, se ha caído con respecto al año pasado, pero no al antepasado, ahí existe una línea de crecimiento, y es que el año pasado fue exagerado el recaudo de impuestos, porque hubo un error del Gobierno que aumentó sustancialmente los anticipos de renta y la retención en la fuente”, reconoció.
Ahora, mencionó, “estamos desfinanciados, así de simple y por eso el ministro de Hacienda recortó el gasto”.
Destacó que era el Gobierno el que venía impulsando el crecimiento de la economía, e indagó: “¿Qué va a pasar ahora que se recortó el gasto?”.
Sugirió que aun en ese contexto está apareciendo un modelo económico apalancado en agro, turismo, aunque la vivienda y la industria que son claves están retrocediendo.
Indicó que sector financiero colombiano debe cambiar, y criticó las decisiones de la tasa de interés del Emisor “que ha sido conservador en bajarla”, impactando negativamente el crecimiento de la economía y desplomando la inversión.
Anticipó que el Gobierno está contemplando llevar al Congreso un paquete de proyectos, que incluiría la inversión forzosa para la industria, la vivienda y el turismo. Aseguró que esas iniciativas están para la discusión y para lo que estarían dispuestas unas mesas de trabajo.
Por su parte, Jonathan Malagón González, presidente de Asobancaria, expresó que esta entidad no hace oposición y que su intención es hacer equipo con las diferentes autoridades, locales, seccionales y nacionales.
El dirigente señaló que “No somos un sector de dos o tres banqueros, representamos la voz 141.000 empleados que genera el sistema financiero”, del que hacen parte 30 bancos y otros 67 establecimientos que representan cerca del 5% del PIB.
En 2023, la actividad tuvo su reto más desafiante, dado las pérdidas que observaron algunos establecimientos y la rentabilidad fue la más baja de América Latina, pero el país, dijo Malagón, no está en crisis financiera.
En contraste, Petro dijo que en la actual coyuntura tanto el Estado como el sector privado y el capital financiero están en problemas. “Usted (Malagón) es muy optimista, ojalá no haya crisis”.
También sugirió impulsar un plan de reactivación económica, en el que los bancos cumplan su rol principal de otorgar crédito. Dicha iniciativa abarcaría aspectos de desarrollo productivo en sectores como economía popular, el agro, y crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Otro pilar será dinamizar la vivienda, permitiendo que los tomadores de préstamos hipotecarios pueden reestructurar sus obligaciones sin perder los subsidios.
Un tercer componente abarca las llamadas carteras social, ASG (ambiente, sociedad y gobernanzas) y verde, que podrían sumar $72 billones.
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