07/06/2024


Los aguaceros del último mes han caído como una bendición en la zona de embalses del Oriente antioqueño, que ha visto como las aguas subieron más de un metro y permitieron recuperar de a poco la navegabilidad de las embarcaciones en el malecón de Guatapé, el área más afectada durante la sequía del primer semestre por el fenómeno de El Niño.

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Las imágenes de la aridez, la tierra cuarteada y los islotes descubiertos por el descenso acelerado de las aguas alejó a los turistas, que mermaron su peregrinación de cada fin de semana a Guatapé. Por eso, con la llegada de las lluvias y la recuperación paulatina del nivel del embalse, las empresas de servicios náuticos, los propietarios de embarcaciones, comerciantes, motochivas, hoteles y restaurantes confían en que también “lluevan” turistas y se reactive la economía local.

El comerciante Duvian Alexander Gómez dice que el flujo de turistas está bajito y que el pueblo sigue muy solo, pero tiene fe con el incremento del nivel del embalse: “Navegación sí hay, toca caminar un poco hasta los muelles, la gente puede venir tranquila. Las ventas bajaron ahora en esta sequía porque los visitantes no se han animado a venir, esperemos que empiecen a volver”.

El descenso del agua —bajó hasta 32,8% el 7 de mayo, el registro más bajo según el reporte diario del Ideam— afectó a 33 empresas que operan sobre el malecón de Guatapé y agrupan a cerca de 300 embarcaciones. También se resintió el resto del engranaje económico que depende casi que en exclusividad del arribo de visitantes.

El reporte del jueves pasado del Ideam registró niveles del 38,5%, lo que significa un crecimiento del 5,7% en los últimos 30 días.

Édgar Blandón Espinosa, promotor de paseos en lanchas, barcos y motos acuáticas en la represa, invitó a los visitantes a que regresen porque los servicios de navegación se están prestando normal. “El embalse ha venido subiendo y en estos 15 días la gente se ha visto, no lo que uno espera todavía, pero va mejorando”.

Justo esta semana se realizó el evento el Embalse Peñol-Guatapé más vivo que nunca, que programó una regata por la represa para mostrar que este atractivo turístico está en condiciones para la navegación y las actividades turísticas en la región.

Las empresas de servicios náuticos, hoteles y propietarios de embarcaciones pusieron a disposición sus barcos, lanchas, planchones y yates, y brindaron un recorrido de forma gratuita, permitiendo a los asistentes disfrutar del embalse y conocer más sobre otras actividades disponibles.

Comerciantes y algunas instituciones colaboraron con combustible, empresas de transporte público terrestre se vincularon con el transporte en motocarro y bus para trasladar a grupos de los municipios cercanos, además de la Policía, el Ejército, los bomberos y la Defensa Civil.

Reorganizar el turismo

Lo que la última sequía por El Niño demostró es la correlación directa que tiene la economía de los municipios de esta zona con el nivel del embalse. Si las aguas bajan de forma considerable, el turismo se reciente.

La secretaria de Turismo de Antioquia, Margarita Restrepo, consideró que el turismo de Guatapé, El Peñol y San Rafael es vital para este renglón económico del departamento, por eso dijo que la dependencia realiza acompañamiento permanente para mostrar la zona de embalses como un espacio deportivo y de recreación, sin embargo, el desafío es generar alternativas para que estos municipios tengan otros focos como el turismo gastronómico, de naturaleza y el de eventos culturales.

Por eso una de las tareas del alcalde de Guatapé, David Franco, es liderar junto a sus colegas de Alejandría, San Rafael, El Peñol y San Carlos una estrategia conjunta que complemente la oferta turística.

Mucho se ha dicho que Guatapé, antes de la sequía y las horas bajas de este semestre, no tenía temporadas bajas y que tanto turista ha desbordado al municipio los fines de semana. Aunque no se sabe a ciencia cierta cuántos visitantes recibía, a ojo de buen cubero los guías y los historiadores decían que en promedio el pueblo acogía unas 20.000 personas un día en semana y hasta 50.000 un fin de semana. En Semana Santa, diciembre o en los primeros días de enero, el número podía alcanzar los 60.000 o 70.000, unas 10 veces más que el número de habitantes del municipio.

Aprovechando la coyuntura, esta alcaldía contrató en marzo con el Fondo Nacional de Turismo (Fontur) un estudio de capacidad de carga que determinará el número de visitantes que el municipio tolera sin deteriorarse, considerando sus espacios públicos, sus áreas naturales y su capacidad de manejo en un determinado tiempo.

También, en el plan de desarrollo, quedó consignado un plan estratégico para regular y controlar el espacio público.

“Creamos mesas de trabajo para diferenciar ese turismo que nosotros queremos que venga, que sea ordenado, culto, determinamos que no se trata de cantidad sino de calidad. Vamos por buen camino”, dijo Franco. Fontur entregará el estudio en el primer trimestre del próximo año.

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By Diario

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