La «semifinal de alto voltaje entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner« y ese »aprender a disfrutar sufriendo sin brillos ni diabluras, con mono de trabajo y constancia« del tenista murciano, según describe la periodista deportiva ABC, Laura Marta, ha tenido otro protagonista, muy … a pesar de ambos deportistas: los calambres.
De hecho, en los últimos días se está hablando de un recurso que utiliza Carlos Alcaraz para aliviarlos: el jugo de pepinillos. Pero, ¿Qué evidencia científica hay detrás de esto? Vayamos por partes, ya que antes conviene saber algo más sobre los calambres: qué son y cómo se producen.
Tal como explica el Dr. Helios Pareja Galeano (@heliospareja), investigador y profesor en la UAM en el ámbito de la fisiología del ejercicio, la nutrición y el metabolismo; los calambres musculares asociados al ejercicio son una de las dolencias más predominantes en competiciones de resistencia, se ha documentado que afectan a 1 de cada 500 corredores en ultramaratón. “Cursan con dolor, rigidez y abultamiento o anudamiento del músculo y tienen una duración de entre 1 y 3 minutos”, señala. Pero además el experto explica que existe una asociación entre la producción de calambres y las actividades prolongadas realizadas a intensidades vigorosas. De hecho, una peculiaridad de los calambres es que hay personas más susceptibles que otras a sufrirlos ante las mismas condiciones y también se ha comprobado que existe una mayor incidencia en mujeres que en hombres.
Los calambres, por tanto, se definen, tal como añade el Dr. Pareja, como «contracciones involuntarias, espasmódicas y dolorosas del músculo esquelético que ocurren durante o inmediatamente después del ejercicio». Y aunque también son llamados calambres por calor, lo cierto es que ocurren durante el ejercicio en condiciones frías.
Por qué se producen los calambres
En múltiples ocasiones se han relacionado los calambres musculares con la deshidratación y una disminución de sales ocasionadas por el ejercicio. Así, según destaca el Dr. Pareja, esta teoría dice que se produciría una deformación de las terminaciones nerviosas lo que provocaría descargas espontáneas, causantes del calambre. Sin embargo, tanto el Dr. Pareja como Laura Gilsanz (@laurisanutricion), nutricionista deportiva e investigadora en la Universidad Autónoma de Madrid, aseguran que no se han encontrado diferencias en el estado de hidratación ni en la concentración de sales en sangre entre los deportistas que sufren calambres y los que no. A esto hay que sumar el hecho de que, a menudo, los calambres se alivian estirando los músculos afectados, por lo que, como recuerda el Dr. Pareja, no tienen por qué deberse a deshidratación o a falta de sales.
Por tanto, como aclaran ambos expertos, la evidencia más sólida que explica por qué se producen los calambres musculares asociados al ejercicio está relacionada con una respuesta a la fatiga. «Esta genera un desequilibrio a nivel nervioso que aumenta la excitación de las neuronas que inervan los músculos produciendo muchas contracciones que dan lugar a los calambres», asegura el Dr. Pareja.
Además, estos suelen ocurrir cerca del final o tras la prueba deportiva, y quien lo experimenta suele sufrir una fatiga muscular previa.
Cómo se evitan los calambres
Los tratamientos más comunes para los calambres son los estiramientos, las medias de compresión, la terapia de masaje o la movilización activa de los músculos, según destaca el Dr. Pareja.
Son aconsejables también la hidratación y la suplementación con electrolitos (pastillas de sales y magnesio) que, si bien, hemos mencionado que no son causa directa de los calambres, pueden ayudar a mejorar la fatiga provocada por la deshidratación y a prevenir golpes de calor.
Y ahora hablemos del recurso que ha saltado a la luz por el uso que hace de él el tenista Carlos Alcaraz. Como revelan el Dr. Pareja y la nutricionista Laura Gilsanz uno de los «remedios» menos conocidos para paliar los calambres musculares es el jugo de pepinillos, y es que, según confirman los expertos, se ha demostrado que beber entre 30-60 ml de este líquido alivia los calambres entre 30 y 35 segundos. «Esto puede deberse a que la alta concentración de sal combinada con el ácido acético (vinagre), y el mal sabor que eso nos ocasiona, inhibe la actividad de los músculos que sufren calambres», aclaran. Así, y basándonos en este principio, lo cierto es que si no disponemos de jugo de pepinillos podemos hacer un «brebaje casero anti-calambres» mezclando vinagre con un buen puñado de sal, con enjuagarnos la boca sería suficiente, no es necesario tomárselo, según indican ambos expertos.
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Vinagre
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Un buen puñado de sal
Otra estrategia que propone el Dr. Pareja es la hiperventilación, es decir, realizar de 20 a 30 respiraciones profundas por minuto mientras ocurre el calambre, para aliviarlo más rápidamente.
Por tanto, según explican el Dr. Pareja y la nutricionista Laura Gilsanz podemos probar estas estrategias sencillas y rápida la próxima vez que suframos de calambres musculares.
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