La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de documentar la que parece ser la primera muerte en el mundo por H5N2, una de las variantes de la gripe aviar. Se trata de un varón de 59 años del Estado de México que falleció el pasado mes de abril y nunca había tenido contacto con aves de corral, las sospechosas habituales en un contagio porque son también las principales portadoras del virus.

Antes de su desenlace fatal, la víctima llevaba semanas con fiebre, dificultad respiratoria, diarrea y malestar general. Cuando el 24 de abril acudió al hospital murió ese mismo día, tras estar en contacto con otras 17 personas. Cuando se identificó el virus H5N2 se rastreó la infección pero no se encontró rastro del virus en ninguna de ellas. Tampoco en la zona de residencia del fallecido entre los vecinos con los que se había relacionado. Por ahora, parece tratarse de un caso aislado. Pero ha servido para poner en alerta al resto de la comunidad internacional y a la propia OMS que desde el estallido del Covid se teme una nueva pandemia y los virus de la gripe aviar son los principales candidatos.

¿Debemos preocuparnos? La Organización Mundial de la Salud llama a la calma: «La probabilidad actual de propagación sostenida entre humanos es baja» y el riesgo, por tanto también.

El virólogo Adolfo García-Sastre del Hospital Monte Sinaí de Nueva York tampoco cree que la muerte de este ciudadano mexicano represente un punto de inflexión. «Los virus aviares H5 están causando desde hace mucho tiempo infecciones esporádicas en humanos y esta es una más. ¿Preocuparnos? no más ni menos que antes: debemos continuar alertas y preparados para el caso que los virus H5 causen una pandemia lo cual puede ocurrir o no», explica a ABC.

La suya no es una respuesta ‘a la gallega’. Una de las voces más acreditadas en virus emergentes, el primero en reconstruir el virus de la gripe española de 1918, sabe que es difícil generalizar a partir de un único caso y que todos los escenarios son posibles: «Desde que surgieron los virus H5N1 hace más de veinte años estamos jugando a una ruleta rusa con muy pocas balas y muchos cartuchos sin bala. Estos virus han ido creciendo poco a poco en distribución y en número de huéspedes sin llegar a transmitirse en humanos. Si la situación no mejora y no disminuye este virus en la naturaleza, es cuestión de tiempo de que acabe transmitiéndose en humanos», comenta. ¿Cuánto tiempo? Eso es lo que aún no se sabe.

No hay muchos datos sobre este virus H5N2. Lo más probable es que sea un descendiente de los virus aviares que llevan años circulando en aves domésticas desde hace bastantes años. Son distintos al H5N1 surgido en Asia, aunque no se puede excluir la posibilidad de que sea un virus nuevo, mezcla de dos H5 distintos de México y Asia. «Ese sería un escenario más preocupante pero no lo sabremos hasta que estén disponibles las secuencias del virus»«, apunta García-Sastre.

Un caso aislado, por ahora

Luis Buzón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) tampoco cree que el caso deba generar «una una extrema preocupación» pero sí obliga a intensificar la vigilancia de las granjas para minimizar el contacto de animales infectados con personas. explicó a Efe.

En México, el secretario de Salud de México, Jorge Alcocer, ha pedido tranquilidad a su población y ha recordado que el fallecido era un enfermo de riesgo con diabetes y problemas renales, otras condiciones que pudieron precipitar su muerte. Aunque su departamento ha recomendado solicitar a atención médica en caso de presentar fiebre, conjuntivitis (ardor, picor, enrojecimiento de ojos), tos, ardor de garganta, dificultad para respirar o vómitos tras estar en contacto con aves u otros animales enfermos o muertos. La sanidad mexicana también recomienda lavarse las manos al manipular huevos y carne de pollo y cocinarla bien.

Desde 2003 hasta el pasado 1 de abril, se han notificado en todo el mundo un total de 889 casos de gripe aviar en humanos y 463 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

La cepa más frecuente y conocida desde hace más de 20 años es la H5N1 y a ella corresponden la mayoría de los casos humanos detectados.

Los tres últimos se registraron en Estados Unidos, en personas que se contagiaron en explotaciones de vacas y donde se ha detectado también el virus en la leche sin pasterizar. El pasado mes de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la propagación de la variante H5N1 a mamíferos y humanos resulta «inquietante» y pidió vigilar de cerca esta evolución.

El principal factor de riesgo de infección en seres humanos es la exposición a aves de corral infectadas, vivas o muertas, o a entornos contaminados, como los mercados de aves vivas. Aunque son numerosas las especies animales que se han convertido en portadores, desde focas a reses.

Los síntomas

El fallecido en México por la variante H5N2 presentó fiebre, dificultad para respirar, diarrea, náuseas y malestar general, unos síntomas similares a los que se producen con la cepa H5N1.

También son similares a los de gripe de las personas y pueden variar, desde una infección leve de las vías respiratorias superiores, hasta una neumonía grave que derive en complicaciones respiratorias agudas.

Esa variabilidad hace que muchos casos leves puedan no ser identificados como gripe aviar

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Por Diario

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