Yolanda Sánchez Figueroa, alcaldesa del municipio de Cotija, en el estado de Michoacán, fue asesinada de 20 tiros este lunes por la noche cuando caminaba junto a un custodio tras haber salido de un gimnasio. Se trata de un nuevo ataque contra un político, un clima de violencia que caracterizó las semanas previas a las elecciones generales del domingo.

Según las autoridades estatales, Sánchez Figueroa y su escolta resultaron gravemente heridos y murieron minutos más tarde en el hospital. Los disparos vinieron desde un vehículo en movimiento. Según la Fiscalía de Michoacán, los agresores utilizaron rifles de asalto.

Horas después, una célula criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación, denominada "Calaveras", se adjudicó el ataque.

El asesinato de la alcaldesa fue condenado por el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien anunció en su cuenta de la red social X que las autoridades estatales y federales activaron un operativo para dar con los responsables del hecho.

"El gobierno de Michoacán condena el homicidio de la presidenta municipal de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa. Se ha desplegado un operativo de seguridad coordinado con instancias federales para dar con los responsables del hecho", afirma la publicación.

Sánchez Figueroa se convirtió en la más reciente víctima de la violencia contra los políticos mexicanos, que recrudeció durante el proceso electoral que culminó el fin de semana y que dejó al menos 33 candidatos asesinados y más de 105 agredidos, según cifras de la organización civil local Data Cívica, que hace un seguimiento de la violencia política en México.

La alcaldesa ya había sido víctima de un ataque criminal el año pasado. El 23 de septiembre fue raptada en el municipio de Zapopan, del estado occidental de Jalisco, y apareció días después con vida. En ese momento, Sánchez Figueroa no contaba con custodia personal.

Ese episodio también fue reivindicado por el cártel Jalisco Nueva Generación.

Elecciones presidenciales bajo fuego

Claudia Sheinbaum, una científica dedicada a la política, se convirtió el domingo en la primera presidenta de la historia de México. La sucesora de Andrés Manuel López Obrador recorrió el camino hacia El Zócalo, al igual que sus adversarios, en medio de una serie de creciente violencia.

El pasado domingo, Israel Delgado Vega, candidato del oficialismo a síndico del municipio de Cuitzeo, también en Michoacán, fue asesinado a balazos horas antes que comenzaran la votación.

El hecho ocurrió fuera de su casa, en el poblado de San Juan Benito Juárez, por dos hombres que desde una moto le dispararon con un rifle de asalto, una metodología similar a la del caso Sánchez Figueroa.

El gobierno nacional había reconocido hasta entonces el asesinato de 22 aspirantes, pero grupos independientes registran más, como 34 reportados por la consultora Integralia, que sube la cifra a cerca de 250 homicidios políticos al incluir a asesores, funcionarios, familiares y víctimas colaterales.