No es habitual que el Congreso de la República sesione los festivos, pero ante el complejo panorama que enfrenta el proyecto, esta corporación le meterá el acelerador a la discusión pues si la iniciativa del gobierno del presidente Gustavo Petro no está aprobada el 20 de junio se hunde por falta de trámite.

“Cerramos esta semana de agenda legislativa con algo positivo y es que llegó el aval fiscal que acompaña el último debate de la reforma pensional con la seguridad para todos los congresistas de que están votando una reforma sostenible. La mala noticia es que esta semana no se pudo discutir, que quedamos agendados para el día lunes para poder avanzar en el debate. Eso nos reduce cada vez más el tiempo y el oxígeno para avanzar en la reforma. Sin embargo, vamos a seguir pendientes de este proceso, ese trámite, empujando esta reforma, concertando, sacándola adelante”, dijo la senadora Martha Alfonso, de Alianza Verde, ponente del proyecto. 
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“Nos preocupa que la Mesa Directiva haya tomado de una manera tan relajada el agendamiento de esta reforma que necesita tiempo para debatirse, pero es su potestad agendad. Esperamos que el lunes, en efecto, haya quorum”, agregó la parlamentaria.
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​Sin embargo, desde la Mesa Directiva de la Cámara explicaron que una de las razones para no agendar el debate ese jueves 6 de junio es que primero se debe adelantar una audiencia pública, la cual se llevará a caso precisamente ese día.
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​La cita, entonces, será el lunes festivo a las 5 p. m. Se espera que se inicie la votación de los impedimentos para luego comenzar con las ponencias y pasar al articulado. 
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​Los temas más complejos durante la discusión serán el umbral para cotizar en Colpensiones, la vigencia y el fondo que administrará los recursos. Y conservar los acuerdos alcanzados en los debates previos será fundamental para el avance de la discusión.
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“Senado nos dejó muy poco tiempo para este debate y en esa medida creo que lo que más facilita el avance del proyecto para que no se vaya a hundir es mantener los acuerdos que vienen de Senado. He hecho todo lo que está a mi alcance para que se mantenga el umbral de 2,3 a pesar de que quisiera que fuera más alto. Hay que mantenerlo para que eso facilite la conciliación, que es un trámite posterior a la aprobación de la reforma y que nos puede generar muchas dificultades y terminar hundiendo la reforma”, afirmó Alfonso en entrevista con este diario.

MATEO GARCÍA – REDACCIÓN POLÍTICA