Escándalo en la audiencia judicial por la denuncia de los alimentos guardados
Gritos, reclamos, pero el plan de entrega no aparece
La Cámara definirá hoy si mantienen o revocan la cautelar que le ordenó al Gobierno hacer un plan de entrega de los alimentos. Un abogado del gobierno tiene contrato de la OEI.
–Doctora ¡Basta de interrumpir!– se hartó el camarista MartÃn Irurzun y reprendió a la subsecretaria Legal del Ministerio de Capital Humano Leila Gianni, que ya habÃa hecho varios comentarios en voz bien alta mientras Juan Grabois hacÃa uso de minutos para exponer en la audiencia ante la Cámara Federal por la distribución de los alimentos almacenados para comedores sociales. La mujer vestÃa una remera negra con la imagen de un león pintada en blanco que no pasaba desapercibida. Estaba sentada detrás y en diagonal a él en ese momento, en un mullido sillón verde, donde sacudÃa la pierna derecha cruzada sobre el tajo de su pollera larga, negra también. “Te estás excediendo”, “no faltes el respeto a los jueces”, taladraba la funcionaria al dirigente, que acababa de hacer un comentario sobre una frase de ella y sobre su cambiante historial polÃtico. “¡Militantes del hambre nunca más!”, habÃa lanzado Gianni en su discurso ante el tribunal. “Silencio”, se volteaba Grabois ante nuevos comentarios. El tono pendenciero de la situación contrastaba con la solemnidad de los jueces y explotó al final en el pasillo en un intercambio escandaloso que se hizo viral. Gianni habÃa llegado acompañada del abogado Ariel Romano que, curiosamente, cobra a través de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
El griterÃo empezó adentro de la pequeña sala cuando se descomprimÃa el público que habÃa pasado cerca de media hora apretujado. Gianni le espetó a Grabois que hablaba “en nombre de Dios en vano”. “¡Vas a tener que pedir perdón!” “Dejá de robarle a los pobres”, lo acusó la funcionaria que representa a Sandra Pettovello.
–¡La ladrona sos vos!– le devolvió él, mirándola fijo.
–¿Se te rompió un negocio?– dobló la apuesta la mujer.
–Ahora te ponés un león, antes te ponÃas un pingüino– insistió él.
–Al pingüino se lo comió el león tarado– siguió Gianni.
El virulento ping-pong siguió. “No sos creÃble”, pechaba Grabois, y desafió al abogado de Capital Humano, Ariel Romano, que estaba con ella. “¿Y el chanchito? ¿Qué te pasa a vos?”. El exprecandidato presidencial insistÃa: “Sos una mierda que le saca la comida a los pobres”. “Callate la boca, dejá de robar chorro”, avanzó ella. Y en esa discusión cuasi grotesca, Grabois enumeró el currÃculum de la funcionaria: “kirchnerista, macrista, mileÃsta, no tenés credibilidad y además como abogada sos berreta”. Cuando todo parecÃa descontrolarse se metió una custodia de la policÃa de civil que acompañaba a Gianni y al tratar de apartarla, abrió sus brazos y debajo de la chaqueta se vio que llevaba un arma en la cintura. HabÃa estado apoyada en una pared, armada, adentro la sala. “¿No sabe que eso está prohibido?”, posteó más tarde Grabois en “X”.
La audiencia ante la Sala II de la Cámara Federal, en la que también escuchaban y apreciaban la escena con asombro los jueces Eduardo Farah y Roberto Boico, tenÃa una razón de ser concreta: discutir la apelación del ministerio de Sandra Pettovello, que se negó a cumplir la orden del juez Sebastián Casanello de entregarle un plan para distribuir los casi 6 millones de kilos de alimentos acopiados entre comedores y merenderos comunitarios a los que el gobierno libertario les cortó de entrada la comida y los fondos de programas alimentarios. El argumento técnico del Gobierno es que se trata de una polÃtica social y que el Poder Judicial no tiene nada que opinar.
En rigor, la primera excusa para no entregar comida, habÃa sido que se estaban auditando los comedores. La falta de alimento fue lo que motivó la denuncia penal que presentó Grabois (Argentina Humana) contra Pettovello. En el Ãnterin aparecieron la mercaderÃa guardada, lo que incluÃa 339.867 kilos de leche en polvo que vence en julio y 40 kilos de arroz con hortalizas que ya vencieron en febrero último.
Un dato relevante: el fiscal ante la Cámara, José Agüero Iturbe, respaldó la posición de la fiscala Paloma Ochoa en reclamo del reparto de los alimentos y de la competencia del fuero penal federal y la decisión de Casanello, pese a la ofensiva mediática fogoneada por el oficialismo que habla de “justicia militante”. “La decisión solo se limita a requerir información y pedir que se elabore un plan de entrega conforme a los parámetros que establezca el Ministerio de Capital Humano, para la entrega de alimentos que ha declarado tener”, afirmó el fiscal de cámara. Eso, agregó, no quiere decir “que el magistrado haya delineado una polÃtica pública, aún cuando dicha polÃtica podrÃa ser sometida a consideración judicial. El doctor Casanello se mantuvo dentro de las facultades jurisdiccionales”, agregó. El tribunal resolverÃa este jueves.
“De por medio –señaló Agüero Iturbe– se encuentra el derecho alimentario de jerarquÃa indiscutible”. “Lo que advierto es que no se alcanza a comprender que no estamos sustanciando ninguna litis sobre el marco de planes Nacionales de Seguridad Alimentaria. Aquà se investigan delitos, uno de cuyos efectos o consecuencias se intentan paliar con la cautelar…”, agregó. Se busca “evitar consolidar los efectos del delito y satisfacer un derecho humano”, advirtió.
Revelaciones y faltantes
Las exposiciones tuvieron más contenido polÃtico que jurÃdico. Pero dejaron algunas “novedades”. Gianni insistió con el discurso de que buena parte de los productos que están en los depósitos de Villa Martelli y Tafà Viejo fueron comprados por el gobierno anterior y que cuando Pettovello “tomó conocimiento de que habÃa alimentos próximos a vencer” ordenó “la pronta” entrega. Luego repitió lo que ya habÃan dicho en un comunicado pero no ante el juzgado: que firmaron un convenio con la Fundación Conin, del antiderechos Abel Albino y “en coordinación con el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional 450.000 kilos de leche en polvo están siendo distribuidos”. “El resto de los alimentos –anunció– se utilizará para catástrofes y situaciones de emergencia”.
Es decir, la cartera de Pettovello no tiene ninguna intención de repartir el resto de los alimentos entre los comedores de las organizaciones sociales. “Capital Humano vino a romper un paradigma. Basta de militantes del hambre, militantes del hambre nunca más, que hicieron negocios enormes con estos alimentos y los utilizaron como elemento de coacción…”, se cebó e invocó con provocación el “nunca más” que en este paÃs representa la lucha contra el terrorismo de Estado.
“Nosotros estamos contentos de que se entregue (la leche) pero el juez no les pidió eso, les pidió un plan de entrega de todos los alimentos, muchos de los cuales se están venciendo”, se envalentonó Grabois cuando llegó su turno. “Cuando ellos entraron en desobediencia (Capital Humano), nosotros no los denunciamos, el juez Casanello allanó ¿Y saben lo que encontró? Faltantes. ¿No serán los alimentos podridos que sacaron para evitar otro nuevo escándalo además de los rugbiers que pagaban en dólares a través de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos) ¿No será que lo habrán sacado para ocultar un delito?”, preguntó. No solo aludÃa a los contratos que la SecretarÃa de Niñez, Adolescencia y Familia suscribió con la OEI, y que se habrÃan utilizado para pagar sobresueldos, a gente sin nombramiento y para comprar dólares (gracias a la facturación de personas sin relación con el ministerio). También se referÃa a un informe de la Unidad Investigativa contra la Corrupción de la PolicÃa Federal incorporado a la causa sobre lo que relevó en el galpón de Villa Martelli, y faltan cosas.
Algunos datos claves del informe policial, al que accedió este diario:
*”FaltarÃan unas 5 unidades de arroz y hortalizas de la marca La Terre y 32 unidades de arvejas Doroteo”. El arroz venció en febrero.
*Hay un faltante de 8 leches en polvo marca Manfrey y un sobrante de 11.600 en la marca Vidalac compensando un faltante de la marca Franz”.
*”Faltan los lotes 126, 127, 128,161,162,163, 257, 258, y 259 que pertenecerÃan a lentejas marca La Criolla, dichos lotes tienen un aproximado de 17 unidades”.
*”Respecto de lote 22896 Locro Marca sabores del Valle hay un faltante de 1316 unidades, del lote 101123MEMO se encuentran 36 unidades faltando un total de 600 unidades aproximadamente”.
*”El lote 103 de Yerba Mate Sierras del Imán no pudo ser visualizado”.
*Faltan botellas de aceite de Girasol de la marca Costa del Sol. Capital Humano HabÃa informado 460.290 unidades. Pero el lote señalado corresponde a otra marca, Alasmar, con 25.350 unidades. AsÃ, el total e unidades de aceite Costa del Sol serÃa 434.940.
El reporte dice, además: “con la documentación presentada NO se puede identificar el destino de los alimentos”; “no hay información mediante la cual se puede identificar dicho destino”.
Más de la audiencia
La abogada Gianni –que en el Colegio Público de abogados figura como “no habilitada”– intentó arrancar con un discurso contra el gobierno anterior: “no solucionó la pobreza”, “generó clientelismo polÃtico”. “LimÃtese a la apelación”, le dijo Irurzun que presidÃa el encuentro. Luego cargó contra el juez Casanello, pese a que ya lo habÃa hecho por escrito. Lo acusó de actuar “arbitrariamente e ilegÃtimamente”. “No vamos a permitir que ningún juez de la nación y menos un juez con competencia penal nos diga a nosotros como administrar una polÃtica pública, se ha excedido, violó la división de poderes”.
Apenas pudo intervenir el otro abogado, Romano, para decir que la competencia es del fuero contencioso. Gianni se volvió a meter: “Acá no hay ningún delito, el Ministerio de Capital Humano está asistiendo permanentemente a los sectores más vulnerables”. Volvió a mezclar: “Tenemos fiscales militantes que buscan la existencia de un delito, son afines a las organizaciones sociales”.
Los expositores hablaban de espaldas al publico, cara a cara con los jueces. Grabois les dijo: “Yo sé que es difÃcil enfrentarse a un Estado que está patoteando al Poder Judicial, espero que Dios los ilumine para tomar una decisión de acuerdo al derecho y la justicia”.
¿Qué argumentó? “Acá hay delito penal, lo reconoce el propio ministerio”. Se referÃa al comunicado que la cartera de la semana pasada donde decÃa “que habÃa decidido limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que por mal desempeño de sus tareas no han realizado un control permanente del stock y el vencimiento de la mercaderÃa”. El primer funcionario echado fue Pablo de la Torre, el exsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, a cargo de la polÃtica alimentaria. Le endilgaron ocultar la comida por vencerse. Voló también su equipo. La denuncia penal y ante la Oficina Anticorrupción no es por esto sino por las contrataciones sospechosas con la OEI.
Grabois, con una cruz pegada al pecho, agradeció haber hecho la denuncia “si no 400 mil cajas de leche en polvo se hubiesen vencido, 4 millones de leche no se hubiesen entregado…”. “Yo no soy ningún militante del hambre”, se defendió y aludió a Gianni. Ella se quiso meter. “Silencio”, protestó el dirigente. “¿Vale meterse?”, preguntó al tribunal. Recordó que “la indigencia se duplicó durante este gobierno y además de duplicarse en términos reales, porque la señora no sabe contar la inflación, se bajó el 42 % el presupuesto de comedores alimentarios”. Enumeró mentiras del gobierno sobre los alimentos y dijo que Conin es tan intermediario (lo que el oficialismo rechaza) como cualquier organización pero quizá ideológicamente afÃn al gobierno. En el cierre, el abogado Nicolás Rechanik citó a Winston Churchill, “el verdadero prócer –describió– del liberalismo”: “En el campo de los conflictos humanos nunca tantos le debieron tanto a tan pocos”.
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