En la tarde del 9 de junio, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, estaba totalmente convencido de que disolver la Asamblea Nacional era la decisión correcta. Su partido acababa de sufrir una aplastante derrota en las parlamentarias europeas, y Agrupación Nacional, el partido de ultraderecha de Marine Le Pen, subía como la espuma.
“Los actuales desafíos requieren claridad en nuestros debates y respeto por nuestros ciudadanos. Por ello, he decidido darles nuevamente la oportunidad de elegir a nuestro futuro parlamento”, dijo Macron en esa oportunidad. Sin embargo, los resultados de las elecciones anticipadas han entregado cualquier cosa, menos claridad.
La alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) se convirtió en el mayor grupo del Parlamento, aunque sin mayoría absoluta. La coalición que respalda a Macron quedó segunda, y la Agrupación Nacional quedó tercera.
Las elecciones anticipadas fueron una sorpresa para mucha gente, incluidos los inversores, dice Philippe Crevel, economista y director del think tank parisino Cercle de L’Epargne. “El índice bursátil francés CAC 40 cayó cerca de un 8 por ciento en una semana y los tipos de interés de la deuda pública subieron”, explica a DW.
El NFP genera nerviosismo
El recién fundado NFP –que incluye a la ultraizquierda, a comunistas, socialistas y ecologistas– ha comenzado a detallar sus planes. Por ejemplo, promete generosas medidas para aumentar el poder adquisitivo de los votantes y planea retirar la controvertida reforma de pensiones de Macron, que aumentó la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. El NFP quiere reducir el umbral a los 60 años.
“Es surrealista. Francia enfrenta una situación financiera terrible, y ahora todos los partidos, incluido el de Macron, tratan de atraer a los votantes prometiéndoles dinero”, dice Crevel. “Los políticos llevan 40 años haciendo lo mismo, pero ahora estamos realmente al borde del precipicio”.
La deuda pública de Francia llegó en 2023 al 110 por ciento del PIB, y su déficit presupuestario alcanzó el 5,5 por ciento. La Unión Europea abrió recientemente un procedimiento contra Francia por su excesivo déficit, ya que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento solo permite una deuda pública del 60 por ciento del PIB, y un déficit presupuestario del 3 por ciento.
¿El mercado prefiere a la ultraderecha?
Pese a la agenda derrochadora del NFP y de la Agrupación Nacional, los inversores parecen preferir la plataforma económica de la ultraderecha, dice Crevel. “El NFP es anticapitalista y antieuropeo, pues pretende abandonar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y los acuerdos internacionales de libre comercio, mientras que la Agrupación Nacional ya no se muestra abiertamente como antieuropea, aunque su plataforma es incompatible con las normas de la UE”, añade el experto.
De ser elegida, la Agrupación Nacional tenía previsto abandonar el mercado eléctrico del bloque comunitario europeo y reducir la contribución de Francia al presupuesto comunitario. También esperaba reintroducir controles sistemáticos contra la inmigración, lo que iría en contra de las normas del espacio Schengen.
Christopher Dembik, asesor de inversiones de Pictet Asset Management France, coincide en que la propuesta económica de la ultraderecha preocupa menos a los inversores. “El mundo financiero está más alarmado por la manifiesta oposición del NFP a las normas europeas que por los planes de la ultraderecha para, por ejemplo, reducir el IVA a la electricidad, gas y combustibles”, dice Dembik.
Más inestabilidad a la vista
Ahora el NFP podría intentar formar un gobierno de minoría o ser parte de una alianza mayor, aunque esto último probablemente impediría al grupo de izquierda aplicar sus medidas más radicales. Mujtaba Rahman, director para Europa de la consultora Eurasia Group, cree que el sorpresivo resultado electoral provocará inestabilidad política y económica.
“Francia se enfrenta a un estancamiento parlamentario con dos grandes bloques ideológicos y un centro atrapado al medio, con un presidente debilitado y deslegitimado, lo que redunda en un gobierno sin capacidad de ofrecer resultados y con el creciente peligro de un conflicto civil”, dice a DW.
(dzc/cp)
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