La ponencia que pedía dar inicio al tercer debate de la iniciativa obtuvo 15 votos positivos y 14 negativos, pero por tratarse de una ley estatutaria se necesitaba mayoría absoluta -21 votos-, por lo cual el proyecto se hundió.

Esta ha sido una lucha que desde varias orillas se ha buscando durante los últimos años, pero las mayorías del Congreso han demostrado no estar dispuestas a reducir su salario.

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Por ejemplo, el representante del Pacto Histórico David Racero aseguró durante el debate que “la reducción del salario en un país tan desigual como el nuestro es un acto profundo de justicia económica”. 

Pero quienes votaron en contra argumentaron que tenían dudas alrededor de los temas constitucionales.
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“No es un problema de plata de bolsillo, si al congresista le alcanza o no le alcanza. Hay que mirar los temas constitucionales, los temas legales. Y, en ese sentido, creo que es importante hacer ese análisis sobre el origen de este proyecto legislativo. Es necesario garantizar que para que haya un impacto así sea mínimo, es necesario meter a todos los funcionarios y funcionarias del Estado. Hay que debatir con mayor profundidad el proyecto y no de afanarnos por el tema de las redes sociales”, afirmó el representante Luis Alberto Albán, de Comunes.

Por ley, a los parlamentarios se les sube el sueldo cada año y con el decreto que firmó el presidente Gustavo Petro el 2 de mayo, este año los congresistas colombianos ganan 48’142.046 pesos.

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​El decreto 0550 señala que el aumento tendría ”efectos fiscales a partir del primero de enero”. Eso significa que, además de los 48 millones de pesos, en su último sueldo recibieron alrededor de 18 millones adicionales como retroactivo.

Con esto, los congresistas de Colombia ganan 38 veces más que un colombiano promedio.

MATEO GARCÍA – REDACCIÓN POLÍTICA