La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) demandará al Gobierno de Biden por su nueva acción ejecutiva que cerraría la frontera entre Estados Unidos y México a los solicitantes de asilo que cruzan ilegalmente, dijo un funcionario del grupo de defensa legal a CNN, al comparar la acción con las que se tomaron durante el Gobierno de Trump.

"Demandamos con éxito al presidente Trump, ese es el caso que argumenté hace unos años, dijimos que eso era ilegal cuando intentó una prohibición de asilo que creemos que es muy similar a la que está haciendo el presidente Biden. Creemos que sigue siendo ilegal. Así que lo impugnaremos ante los tribunales", dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, en el programa “News Central” de CNN.

La orden ejecutiva utiliza una autoridad conocida como"212(f)", una regulación utilizada bajo el Gobierno de Trump y ampliamente denunciada en su momento por los demócratas. CNN informó previamente que algunos funcionarios de Justicia expresaron dudas de que los cambios propuestos, destinados a tratar de abordar las sentencias judiciales previas contra la orden de la era Trump, pudieran sobrevivir a los litigios con la medida programada para entrar en vigencia a la medianoche.

"No estamos diciendo que todos tengan derecho al asilo, pero hicimos una promesa solemne después de la Segunda Guerra Mundial, nunca enviaríamos a las personas de regreso sin al menos examinarlas. Esta política significará ni siquiera un examen para ver si la gente está en grave peligro" por sus opiniones religiosas o políticas, añadió Gelernt.

Priscilla Álvarez, MJ Lee y Arlette Sáenz, de CNN, contribuyeron a este reportaje.

Durante sus declaraciones sobre la acción ejecutiva de restricción de la inmigración, el presidente Joe Biden respondió a sus críticos que la han calificado de demasiado dura.

"Tengan paciencia. La buena voluntad del pueblo estadounidense se está agotando en estos momentos", dijo.

"No hacer nada no es una opción. Tenemos que actuar", añadió Biden.

Las encuestas han demostrado que la inmigración es un tema clave en las elecciones y un punto débil para Biden, al que muchos votantes y políticos culpan de los niveles récord de inmigración en la frontera. Sin embargo, la acción ejecutiva también fue criticada por miembros del Grupo Hispano del Congreso, entre ellos el presidente demócrata Pete Aguilar, que argumentó que Biden también debería ampliar las vías legales a la ciudadanía. El senador demócrata por California Alex Padilla, procedente de un estado que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante, también criticó la acción ejecutiva.

Al otro lado del pasillo, los republicanos criticaron a Biden por no haber actuado antes para abordar la crisis migratoria. Sin embargo, muchos republicanos del Senado también votaron en contra de medidas que convertirían en ley las restricciones fronterizas, negándose a dar a Biden una victoria legislativa durante un año electoral.

En un intento de apaciguar a sus críticos, Biden también añadió que en "las próximas semanas hablaré de cómo podemos hacer que nuestro sistema de inmigración sea más justo y equitativo".

El presidente Joe Biden habla sobre una acción ejecutiva en la Sala Este de la Casa Blanca en la ciudad de Washington el martes. (Crédito: Alex Brandon/AP)

El presidente Joe Biden mencionó con frecuencia a su predecesor al anunciar nuevas medidas ejecutivas en materia de inmigración que permitirán al Gobierno prohibir el acceso a los solicitantes de asilo que crucen ilegalmente la frontera.

La inmigración y la frontera entre Estados Unidos y México se han convertido en temas polémicos en la carrera presidencial de 2024. El expresidente Donald Trump ha hecho de las políticas de inmigración de línea dura una piedra angular de su campaña y aviva regularmente los temores sobre los migrantes que entran en Estados Unidos.

La acción ejecutiva de este martes supone un intento de Biden de abordar de frente una de sus mayores vulnerabilidades políticas, a pocas semanas del primer debate presidencial con Trump.

Biden salió de la puerta atacando a los republicanos, diciendo que preferiría resolver el problema en la frontera a través de medidas bipartidistas, pero culpó a Trump y a los legisladores republicanos por bloquear un acuerdo bipartidista dos veces este año.

"Donald Trump les dijo que lo hicieran", dijo Biden. "Él no quería arreglar el asunto. Quiere usarlo para atacarme. Eso es lo que quería hacer: es un movimiento político cínico, extremadamente cínico".

Más tarde, Biden fue tras políticas específicas de la era Trump como separar a los niños de sus familias en la frontera o prohibir la entrada a personas por su religión.

"No usaré al Ejército de Estados Unidos para entrar en barrios de todo el país para sacar a millones de personas de sus casas y alejarlas de sus familias para ponerlas (en) campos de detención a la espera de ser deportadas, como mi predecesor dice que hará si ocupa su cargo de nuevo", dijo Biden.

Lo que ha dicho Trump: la retórica antiinmigrante que definió la exitosa campaña de Trump en 2016 se ha oscurecido y se ha vuelto aún más incendiaria a medida que busca regresar a la Casa Blanca. Ha enmarcado la actual crisis migratoria como una "invasión" de criminales peligrosos, que en algunos casos "no son personas".

Algunas de sus propuestas políticas incluyen arrestos masivos, detenciones y deportaciones. Se reestructurarían las fuerzas del orden federales para dirigir "porciones masivas" del personal de las agencias a la aplicación de la ley de inmigración. Se desplegaría la Guardia Nacional y, si fuera necesario, también tropas estadounidenses.

Phil Mattingly y Andrew Seger de CNN contribuyeron a este reporte

El presidente Joe Biden habló sobre la importancia de la inmigración en Estados Unidos, señalando las raíces del país y atacando a su predecesor.

"La inmigración siempre ha sido un elemento vital de Estados Unidos", dijo Biden.

El presidente anunció una nueva acción ejecutiva que impedirá a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera solicitar asilo una vez alcanzado un umbral diario. Se trata de un cambio con respecto a un protocolo que lleva décadas en vigor.

Al adoptar esas medidas, trató de establecer un estricto contraste con su oponente en noviembre.

"Nunca demonizaré a los inmigrantes. Nunca me referiré a los inmigrantes como envenenadores de la sangre de un país. Además, nunca he separado a los niños de sus familias en la frontera", dijo Biden, señalando puntos concretos que Donald Trump ha dicho que retomaría o llevaría a cabo si es elegido en noviembre.

Biden hizo hincapié en la importancia de proporcionar a las personas una vía hacia la ciudadanía, pero dijo que para "proteger a Estados Unidos como una tierra que da la bienvenida a los inmigrantes, primero hay que asegurar la frontera y asegurarla ahora".

Un inmigrante en busca de asilo lleva una mochila con una etiqueta mientras busca opciones de transporte tras ser procesado y liberado, el martes 4 de junio, en San Diego. (Crédito: Gregory Bull/AP)

Las nuevas medidas ejecutivas para frenar el acceso al asilo a los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México entrarán en vigor a medianoche, según anunció el martes una proclamación presidencial.

El presidente Joe Biden anunció oficialmente el martes en la Casa Blanca nuevas medidas ejecutivas en materia de inmigración, afirmando que los republicanos no le "dejaron otra opción".

"Estoy superando la obstrucción republicana" y las autoridades ejecutivas me permiten "hacer lo que pueda por mi cuenta para abordar la frontera", dijo Biden.

Criticó a los legisladores por no haber logrado avanzar en un acuerdo bipartidista sobre la frontera y dijo que preferiría abordar la cuestión de forma bipartidista.

La agresiva medida del presidente Joe Biden, que se espera prohíba a los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente solicitar asilo, no tiene ninguna posibilidad de resolver de una vez por todas el agobiante problema de un sistema sobrecargado que necesita urgentemente una reforma.

Pero la Casa Blanca espera que alivie la crisis inmediata en la frontera entre Estados Unidos y México, donde las llegadas de inmigrantes se encuentran actualmente en un nivel elevado que desencadenará inmediatamente las nuevas medidas ejecutivas. La medida de Biden también tiene un marcado carácter político, porque todo lo relacionado con la inmigración está irremediablemente politizado de una forma que ha frustrado todos los esfuerzos por arreglar las leyes de inmigración durante décadas.

No es casualidad que el presidente actúe el martes, justo tres semanas antes de enfrentarse al virtual candidato republicano Donald Trump en un debate de CNN.

Personas familiarizadas con la estrategia de Biden señalan el contraste entre el presidente tomando medidas y los republicanos sin hacer nada en materia de inmigración después de que el Partido Republicano bloqueara dos veces el proyecto de ley de inmigración más conservador en décadas en el Congreso para mantener el tema vivo para Trump.

El peligro es que Biden simplemente llame la atención sobre su propio fracaso para no poder arreglar una crisis en un tema en el que Trump goza de más confianza entre los votantes a pesar de su retórica deshumanizadora y a menudo racista. El presidente también está enfureciendo de nuevo a los votantes progresistas de los que ya está distanciado por la política sobre Israel.

La lógica detrás de la imposición de duras medidas migratorias es que disuaden a la gente de acercarse a la frontera. Pero las condiciones de las que huyen las personas procedentes de Centroamérica y Sudamérica —la miseria económica, la guerra entre bandas y los efectos del cambio climático— son tan terribles que el factor disuasorio resulta a menudo ineficaz. Y hasta que un Congreso fracturado se decida por fin a actuar en lugar de utilizar la inmigración como herramienta política, el sistema de asilo diseñado para una época pasada seguirá fracasando.

Es improbable que eso cambie por mucha gente que Trump prometa deportar si gana en noviembre.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que “probablemente” hablará con Joe Biden el martes sobre las nuevas acciones ejecutivas fronterizas del Gobierno de EE.UU.

AMLO dijo que “probablemente” mantendrá una llamada telefónica el martes con su homólogo estadounidense, Joe Biden.

“Tenemos una llamada telefónica pendiente con el presidente Biden, probablemente hoy”, dijo López Obrador luego de que le preguntaran sobre el esperado anuncio de Biden de nuevas acciones ejecutivas relacionadas con la frontera.

“En materia de inmigración venimos avanzando bien; hay posturas de ambos gobiernos”, dijo en su conferencia de prensa diaria en la Ciudad de México.

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López Obrador pasó a enumerar las solicitudes que ha hecho en el pasado a la administración Biden, como la regularización de millones de mexicanos indocumentados que viven en Estados Unidos y que, según el presidente, contribuyen a la economía estadounidense.

Durante la conferencia de prensa, AMLO también cuestionó el financiamiento de conflictos armados por parte de Estados Unidos.

Si el Gobierno de Estados Unidos dedicara un porcentaje menor de lo que da a armar a países en guerra.... no es posible que se aprueben US$ 50, 60, 100 millones para guerras pero el Congreso no haya aprobado absolutamente nada en apoyo a los pueblos de Centroamérica, América Latina y el Caribe, que son los pueblos que por necesidad tienen que migrar", afirmó.

"Estoy seguro de que si a los ciudadanos estadounidenses se les preguntara sobre esto, lo aprobarían. Pero lo que pasa es que ahora todo es sensacionalismo, y caen en la simpleza de culpar a los migrantes, sobre todo durante las elecciones", dijo el presidente de México.

Bennie Thompson en el Capitolio el 30 de enero de 2024. (Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images)

El principal demócrata de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes criticó la decisión del presidente Joe Biden debido a la preocupación por el impacto que tendría en “las personas vulnerables que vienen a Estados Unidos en busca de seguridad y protección”.

“Me preocupa el impacto del decreto en las personas vulnerables que vienen a Estados Unidos en busca de seguridad y protección. Debemos garantizar el acceso continuo al asilo según la ley estadounidense”, dijo el representante Bennie Thompson en un comunicado.

“Insto a los colegas republicanos a unirse a los demócratas para aprobar soluciones reales y duraderas que fortalezcan la seguridad fronteriza, reformar nuestro sistema de inmigración y proteger a los vulnerables”, añadió.

Recuerda: se espera que la nueva medida prohiba a los inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente solicitar asilo una vez que se alcance un umbral diario. Es una desviación del protocolo aplicado durante de décadas.

Entre las exenciones se encuentran los niños no acompañados, las víctimas de una forma grave de trata y aquellos que presentan una emergencia médica aguda o una amenaza inminente y extrema a la vida y la seguridad.

Agentes de la patrulla fronteriza procesan a un grupo de 30 inmigrantes, muchos de ellos procedentes de Sudamérica, el 3 de junio. (Crédito: Ray Stern/The Republic/USA Today Network)

Las autoridades fronterizas registraron unos 3.500 encuentros con inmigrantes que cruzaron ilegalmente la frontera el lunes, según un funcionario de Seguridad Nacional, por encima del umbral necesario para que la acción ejecutiva que anunciará el presidente Joe Biden entre en vigor.

En el último tiempo, los funcionarios de Seguridad Nacional han estado arrestando a poco menos de 4.000 inmigrantes diarios en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que representó un breve respiro con respecto de las cifras récord de fines del año pasado.

La cantidad de personas que cruzan la frontera sur de Estados Unidos ha sido un desafío constante para la administración Biden mientras los funcionarios lidian con una migración récord en todo el hemisferio occidental.

Críticos se han manifestado en contra de la medida de la administración de Biden para prohibir el acceso al asilo a los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera por considerarla similar a las medidas adoptadas bajo el mandato del expresidente Donald Trump.

Como candidato, Biden tachó a la administración de Trump de "inhumana" en la frontera. En una llamada con periodistas el martes en la que se adelantó la nueva acción, un funcionario defendió los pasos como diferentes a los de Trump, al tiempo que reconoció que están preparados para desafíos legales, "francamente, de ambos lados del espectro político".

"La administración Trump atacó casi todas las facetas del sistema de inmigración, y lo hizo de una manera vergonzosa e inhumana", dijo un funcionario el martes.

"La acción no establecerá prohibiciones a las personas en función de su religión, no separará a los niños de sus madres. También hay estrechas excepciones humanitarias a la prohibición de asilo, incluidas las personas que enfrentan una emergencia médica aguda o una amenaza inminente y extrema para la vida o la seguridad: las acciones de la administración Trump no incluyeron estas excepciones".

Antes del esperado anuncio del presidente Joe Biden de una acción ejecutiva en la frontera el martes, un amplio proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza no logró avanzar en el Senado por segunda vez a fines del mes pasado.

La medida fracasó inicialmente a principios de este año después de que el expresidente Donald Trump dijera a los legisladores republicanos que la bloquearan.Los demócratas han señalado el fracaso del proyecto de ley, que fue negociado de forma bipartidista, para argumentar que los republicanos no se toman en serio el intento de solucionar los problemas en la frontera sur y están dispuestos a intensificar ese argumento después de que el proyecto de ley se estancara por segunda vez. Pero sin el apoyo a Ucrania vinculado a la medida legislativa, algunos demócratas y defensores de los inmigrantes la consideran puramente política y están en desacuerdo con elementos clave del proyecto de ley.

Los republicanos han descartado en gran medida la votación como una acción política para que los demócratas vulnerables busquen cobertura política sobre un tema importante en el período previo a las elecciones de noviembre.Si se aprueba, el proyecto de ley cambiaría drásticamente la ley de inmigración por primera vez en décadas.

Incluye, por ejemplo, una nueva autoridad de emergencia para restringir los cruces fronterizos si el promedio diario de encuentros con migrantes alcanza un cierto nivel, eleva el estándar legal de prueba para pasar la evaluación inicial de asilo y acelera el cronograma de procesamiento de asilo, entre otras medidas.

Después de que el acuerdo bipartidista fracasara la primera vez, la Casa Blanca exploró acciones adicionales que podría tomar a través de las autoridades existentes que incluyen parte del proyecto de ley propuesto.

El Gobierno de Joe Biden planea invocar "de inmediato" la nueva autoridad que prohíbe a los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos solicitar asilo en este país, dijeron este martes altos funcionarios, con lo que se toman nuevas medidas para frenar el flujo de inmigración irregular después de que una propuesta bipartidista se estancara en el Congreso de EE.UU., a principios de este año.

Se espera que el presidente de EE.UU., Joe Biden, dé a conocer esta importante acción ejecutiva este martes. Se trata de la medida más drástica del Gobierno en la frontera sur de Estados Unidos, en un intento de Biden de imponerse en materia de inmigración a pocas semanas del primer debate presidencial, utilizando la misma autoridad que el expresidente Donald Trump trató de emplear cuando estaba en el cargo.

La autoridad entrará en vigor a lo largo de este día, según un alto funcionario del Gobierno estadounidense.

La nueva acción ejecutiva prohíbe solicitar asilo a los inmigrantes que crucen la frontera ilegalmente —lo que supone un cambio respecto a décadas de protocolo— una vez alcanzado un umbral diario de cruces irregulares. A menos que cumplan determinadas excepciones, serán devueltos a México o devueltos a su país de origen.

La medida puede activarse y desactivarse. Altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos dijeron a periodistas este martes que se levantará cuando haya un promedio diario de menos de 1.500 encuentros en puertos de entrada al país.