Mucha tinta correrá en relación con los resultados de las elecciones. No puede ni debe ser de otra manera. Por lo pronto, solo unas primeras reacciones al bote pronto.

1. Presidencia. El triunfo de Claudia Sheinbaum resultó contundente. Con el 59% de los votos y una diferencia de 30 puntos en relación con el segundo lugar, se trata de una victoria incontrovertible. Ninguno de los seis presidentes que la antecedieron (desde Carlos Salinas de Gortari hasta Andrés Manuel López Obrador) había logrado un porcentaje de la votación tan alto. No obstante, creo que no sobra apuntar que 6 de cada 10 votantes lo hicieron por ella y 4 de cada 10, no. (Todos los datos son del PREP de la mañana del lunes).

2. Participación. El 60.1% de los ciudadanos en la lista nominal acudieron a las urnas. Un poco por debajo de lo sucedido en contiendas anteriores (salvo 2006). En 2000 fue el 63.97%, en 2006 el 58.55, en 2012, 63.1 y en 2018, 63.4.

3. Congreso. Los resultados para la coalición Morena-PT-PVEM son más que buenos. Morena, por si sola, no tendrá mayoría absoluta en ninguna de las Cámaras. Pero entre los tres partidos de la coalición, sí, y quizá incluso calificada (sobre todo en la de diputados. Habrá que estar atentos al reparto de los plurinominales). En la Cámara de Diputados Morena sola o en alianza con el PT y el PVEM de 300 distritos gana 253 con el 53.7%. de los votos. Sería el 84.3% de los diputados. Y eso es lo que pretende la candidata ganadora al plantear la eliminación de los diputados plurinominales, que corrigen esa distorsión en la representación. Repito: con un poco más de la mitad de los votos, el 84% de los representantes. Es uno de los peligros mayores si logran las mayorías calificadas en ambas Cámaras que les permitiría modificar la Constitución. Aunque sería un suicidio de sus aliados si se sumaran a esa antidemocrática pretensión.

En el Senado, de 32 entidades, Morena y/o sus aliados, ganaron en 30. Es decir 60 de 64 senadores. Sumando los votos de Morena, los de la Coalición Morena-PT-PVEM, y los del PT y PVEM por separado suman 54.4%. El detalle alarmante es que, en la iniciativa de reforma constitucional del presidente, que la candidata ganadora asumió e hizo suya, se pretende acabar con los senadores de la primera minoría y los de lista proporcional. De tal suerte que si esas fueran las reglas mañana tendríamos un Senado en el que con más o menos la mitad de los votos una coalición tendría el 94% de los senadores.

4. Gubernaturas. De las nueve en disputa siete serán para Morena. Mantiene Tabasco, Chiapas, Puebla, Veracruz, Morelos y la Ciudad de México y le gana Yucatán al PAN. El PAN mantiene Guanajuato y MC Jalisco. Contra la tendencia previa en la cual las probabilidades de alternancia eran superiores a las de continuidad, ayer en 8 entidades de 9 se produjo continuidad.

5. Ciudad de México. Con una participación por encima del promedio nacional, cercana al 70%, Morena logró mantener el gobierno de la ciudad y además recuperó alcaldías. Con las cifras del PREP en la mañana del 3 de junio, la coalición PAN-PRI-PRD gana Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc, Cuajimalpa y Miguel Hidalgo, las demás serían para Morena y aliados.

6. PRD. Todo parece indicar que el PRD perderá su registro como partido al no obtener el mínimo necesario de votación que es del 3%. Si así sucediera, acabaría la historia del principal referente de la izquierda desde su fundación en 1989 hasta el 2015, un cuarto de siglo.




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