La sangría de colaboradores en el Ministerio de Capital Humano no se corta. Si bien la calesita de funcionarios es moneda corriente en esa megacartera, en los últimos días hubo una catarata de despidos y renuncias que alcanzó, al menos, a 20 cargos de las secretarías de Niñez y Familia, Educación y Trabajo. Este viernes a la noche se dio un movimiento más: presentó su renuncia Fernando Szereszevsky, jefe de asesores y un colaborador clave de Sandra Pettovello. La ministra aún debe aceptar oficialmente su dimisión.
Fuentes cercanas al jefe de asesores deslizaron que el funcionario presentó su renuncia porque “debía cumplir con obligaciones en el ámbito privado” y por “temas familiares”. Szereszevsky -que durante el menemismo trabajó como vocero de Alberto Kohan, fue manager de Charly García y ahora trabaja con la banda Ratones Paranoicos en paralelo a la función pública- es un íntimo amigo personal de Pettovello. Dentro del ministerio era su ladero en la diaria y su nexo con las distintas secretarías de Estado.
Consultado por LA NACION, Szereszevsky se limitó a responder sobre su salida: “Desde que asumí sabía que en mayo tenia que trabajar en la gira de Ratones Paranoicos. Dilaté la renuncia todo lo que pude, pero los viajes y los compromisos privados son incompatibles con la gestión”.
La salida de Szereszevsky es el corolario de una semana complejísima para Pettovello. El conflicto se inició con el despido del secretario de Niñez y Familia, Pablo De la Torre, denunciado por el propio ministerio en Comodoro Py por presunto desvío de fondos a través de contratos firmados con el Organismo de Estados Iberoamericanos (OEI). A partir de allí, se especuló con la salida de la ministra, pero Javier Milei dio la orden a todo el gabinete de protegerla públicamente.
Aferrada a su subsecretaria de Legales, Leila Gianni (que es quien patrocina los planteos en los tribunales federales contra los movimientos sociales) Pettovello tiene en su haber un largo listado de denuncias de corrupción pero no logra destrabar las cuestiones operativas de su ministerio por los movimientos constantes de funcionarios. En los seis meses que lleva de gestión, ya se fueron cerca de 40 de segundas, terceras y cuartas líneas de la megacartera que absorbió a cuatro ministerios y a la Anses.
Hubo salidas, incluso, que pasaron desapercibidas. A principios de mayo, en la Secretaría de Trabajo, hubo dos funcionarios que fueron despedidos luego de que colaboradores de Pettovello detectaran que, presuntamente, “trituraron” documentación. Se trata del exdirector General de Administración (DGA) de la secretaría laboral, Martín Alejandro Bugueiro y del director General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales de Trabajo, Nicolás Sojit. Ambos habrían pasado expedientes por una destructora y habrían borrado los discos rígidos de computadoras de sus despachos. Ahora se conoce que, detrás de ellos, fueron desplazados otros diez directores y coordinadores de la secretaría de Trabajo.
Con la salida de De la Torre, en tanto, Pettovello ordenó el desplazamiento de otros cuatro subsecretarios: María Lucila Raskovsky, exsubsecretaria de Políticas Territoriales y Desarrollo Humano; Héctor Calvente, exsubsecretario de Políticas Sociales; Esteban Bosch, exdirector nacional de Emergencia, y Fernando de la Cruz Molina Pico, coordinador General del Programa de Promoción del Microcrédito para El Desarrollo De La Economía Social.
El desplazamiento de De la Torre se efectuó luego de una declaración ante escribano público de Federico Fernández, director administrativo de la Secretaría de Niñez y Familia, quien aseguró que en su área se desviaron fondos de los contratos OEI de forma espuria. Aconsejado por su abogado personal, no obstante, este funcionario se negó a firmar dicha acta, que fue redactada el jueves de la semana pasada en el edificio del exministerio de Trabajo. Una versión que circuló indicó que Fernández fue presionado a dar el testimonio que sirvió de base para la denuncia penal contra De la Torre en Comodoro Py. En Capital Humano lo niegan.
Los coletazos no tardaron en llegar a la Secretaría de Educación, a cargo de Carlos Torrendell. En esa área renunciaron otros cuatro funcionarios: María Pla Alba (subsecretaria de Innovación Educativa), María de los Ángeles Reig (directora de Educación secundaria), Silvana Gyssels y José Richards. Todos ellos –como De la Torre– venían del municipio de San Miguel, donde talla como jefe el senador provincial Joaquín de la Torre, hermano del secretario de Niñez y Familia.
Los De la Torre se habían asociado al proyecto libertario por su afinidad con el ala conservadora del oficialismo y por los vínculos en común con un sector de la Iglesia. El Presidente blindó a Pettovello (“la mejor ministra de la historia”, dijo sobre su funcionaria y amiga). Pero la Casa Rosada también hizo gestiones para contener políticamente a los hermanos De la Torre. Pese a las denuncias judiciales, los hombres fuertes de San Miguel no cruzaron a Pettovello y evitaron que el asunto siguiera escalando.
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