El Gobierno logró su cometido en la elección del rector de la Universidad Nacional, la institución de educación superior más grande de Colombia. Este jueves el Consejo Superior Universitario (CSU) tumbó a José Ismael Peña y puso a Leopoldo Múnera en la Rectoría, luego de expedir una resolución que dejó sin efectos la sesión del 21 de marzo que designó a Peña.

El golpe universitario empezó a cocinarse desde la mañana del jueves cuando, según contó el consejero Diego Alejandro Toro (representante de los profesores ante el CSU), el viceministro de Educación Superior, Alejandro Álvarez, pidió que se nombrara a José Ismael Peña como un “invitado” y no como el rector. Posteriormente, con una votación de 5-3 se decidió que el profesor abandonara la sesión.

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La movida tomó más forma cuando el viceministro y la secretaria general ad hoc del CSU, María Alejandra Rojas (designada por el presidente de Gustavo Petro), rubricaron la resolución número 067 de 2024 que tumbó la designación de Peña como rector de esa institución. Así, tomaba más forma la salida del entonces resistido rector y la puntada final quedaría para las 2 de la tarde, momento en el que la sesión extraordinaria tuvo como “único punto de aplicar la resolución aprobada y realizar la designación de rectoría”.

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De manera que lo que seguía era volver a votar por los cinco candidatos que estuvieron en carrera: Leopoldo Múnera, Raúl Sastre, Juan Pablo Duque, Germán Albeiro Castaño y José Ismael Peña. No obstante, tres de los ocho consejeros se retiraron de la sesión sobre las 3 de la tarde señalando que no podían “permitir que se cometa un delito en nuestro nombre”. Fueron Diego Torres (representante de los profesores), Ignacio Mantilla (representante de los exrectores) y Verónica Botero (representante del Consejo Académico).

Torres expresó que si se nombraba un rector, sería “de forma irregular”, pues calificó de ilegal la resolución con la que empezó todo.

Así las cosas, salió electo el profesor de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Nacional, Leopoldo Múnera, a quien el Gobierno respaldaba, pues había sido el ganador de la consulta no vinculante entre estudiantes, profesores y egresados, en la que obtuvo el 34,3 % de los votos, superando a Peña, que había logrado el 8,3 %.

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Múnera, en la sesión del Consejo, obtuvo los apoyos de los cinco representantes que se quedaron: el viceministro de Educación Superior, Alejandro Álvarez; las designadas por el presidente Gustavo Petro, María Alejandra Rojas y Danna Nataly Garzon; el representante del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), Víctor Moncayo, y la representante de los estudiantes, Laura Quevedo.

Vale la pena recordar que el pasado jueves 30 de mayo un fallo de tutela había ratificado a José Ismael Peña como rector y había dejado sin efectos la resolución proferida por el Ministerio de Educación, que ordenaba la designación de un rector encargado mientras el Consejo de Estado resuelve la solicitud de nulidad de esa elección en marzo.

Durante los últimos dos meses, la victoria de Peña y su posterior posesión ante una Notaría en Bogotá tuvo sumergida a esa universidad en una crisis institucional que enfrentó al Gobierno Nacional con el ahora exrector y que repercutió en un paro de trabajadores y protestas constantes en la sede principal de Bogotá.

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Entre tanto, celebraron en la orilla que apoya que los rectores se elijan por voto popular. Allí están, entre otros, el presidente Petro y sus tres delegadas y la representante estudiantil ante el CSU.

“Felicitaciones a Leopoldo, un gran intelectual colombiano”, trinó Gustavo Petro.

“Reconocemos que la realización de este proceso es una victoria del movimiento universitario. La comunidad universitaria ha hablado y se debe respetar”, trinó, por su parte, la representante estudiantil petrista Laura Quevedo.

Momentos después de su designación, el rector Leopoldo Múnera entró al campus universitario entre aplausos, vitores de “sí se pudo” y cánticos de “soy estudiante, soy”.

La jornada cerró con un comunicado en el que Ismael Peña reconoce la designación de Múnera como rector, pero advirtiendo que interpondrá recursos judiciales, y con disturbios a las afueras de la sede principal en Bogotá.

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La reacción de José Ismael Peña

En un comunicado, el ahora exrector Peña calificó el procedimiento que lo sacó del cargo y la designación de Múnera como “la más grave violación a la autonomía universitaria de la que se tenga noticia en nuestra historia republicana”.

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Así mismo, dijo que las protestas que generó su elección se dieron “aun cuando todos teníamos claras las reglas de juego” y que esa situación “ha sido aprovechado por actores e intereses políticos ajenos a la misión universitaria”.

Por otro lado, Peña calificó la decisión como una “violación de principios fundamentales del Estado de Derecho y con ello, la presunta configuración de varios delitos y faltas disciplinarias”.

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