Durante la tarde del miércoles, el Presidente Gabriel Boric llamó al canciller Alberto van Klaveren. El Mandatario estaba preocupado luego de que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, dijera que el homicidio y secuestro del exteniente Ronald Ojeda pudo ser ejecutado por “cuerpos de Inteligencia de Chile y extranjeros” como una “operación de falsa bandera”.

Ambos abordaron posibles escenarios y las alternativas que tenía Chile para subir el tono frente a la nueva disputa diplomática con el régimen de Nicolás Maduro y tomaron una decisión: presentar una nota de protesta.

Antes el gobierno ya le había expresado su malestar a Venezuela cuando el canciller Yván Gil cuestionó la existencia de la banda de crimen organizado Tren de Aragua. En esa ocasión, el Presidente llamó a consulta al embajador de Chile en Venezuela, Jaime Gazmuri.

“Chile es un país serio, en donde las instituciones funcionan, en donde hay separación de poderes, y en donde la Fiscalía y el Ministerio Público están llevando una investigación seria, responsable”, dijo Boric este jueves en La Moneda para anunciar la decisión. Y agregó: “Por lo tanto, si desde otro organismo en particular de la Fiscalía venezolana tienen antecedentes serios, reales, los tienen que poner a disposición de la Fiscalía chilena”.

El Jefe de Estado también fue consultado por la posibilidad de romper relaciones diplomáticas con Venezuela, pero respondió que escucha “permanentemente declaraciones que pueden ser muy grandilocuentes, pero lo que ha demostrado que funciona es el trabajo serio, el trabajo cuando hay una cooperación bilateral”.

En ese sentido, aseguró que “cuando se insulta, denigra o se pone en cuestión las instituciones de nuestro país, nosotros tenemos que responder con mucha claridad y firmeza, como lo ha hecho nuestro canciller, como lo estoy haciendo yo (…). Exigimos respeto a todos los países respecto a las instituciones chilenas”.

En la tarde el embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, estuvo en la Cancillería para recibir la nota de protesta. Ahí se reunió con la canciller (s) Gloria de la Fuente, quien le manifestó la molestia de Chile.

Tras la reunión, De la Fuente aseguró desde el Ministerio de Relaciones Exteriores que las declaraciones fueron “inaceptables e incomprensibles” y que no se condicen con el ánimo de colaboración que había expresado el régimen de Venezuela.

Además, planteó que se está evaluando llamar nuevamente a consulta al embajador Gazmuri, pero que están a la espera de una respuesta a la nota de protesta que entregaron durante la tarde.

La canciller (s) dijo que romper relaciones “no está en discusión” y agregó que en las acciones de Chile no hay ingenuidad y que todos los mecanismos internacionales “están activados”, por lo que para avanzar en la investigación exigirán cooperación.

Sobre la negativa de la Fiscalía de Venezuela para extraditar a los sospechosos del crimen, De la Fuente planteó que si son detenidos el gobierno de Chile analizará a qué mecanismos internacionales se acogerá, como por ejemplo el convenio de Palermo.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, más temprano, también aseguró que no está contemplada la opción de cortar relaciones con Venezuela.

“Hoy día el Presidente de la República hizo mención, y vamos a trabajar en esa dirección, a que el país primero va a seguir insistiendo con Venezuela, porque Venezuela tiene compromisos en esta materia”, dijo la jefa de gabinete.

Además, aseguró que acudirán a organismos internacionales. “Cuando se es parte de organismos internacionales hay acuerdos bilaterales en esta materia, hay participación en Interpol, pero vamos además a recurrir a organismos multilaterales, y en esos foros vamos a llevar el punto de vista de Chile”, aseguró Tohá.

Antes el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, planteó que “cuando se realiza una afirmación de tal gravedad, hay que hacerse cargo de lo que se dice”.

Mientras que el titular de Justicia, Luis Cordero, también se sumó a los cuestionamientos. “En Chile no se especula sobre casos judiciales”, dijo el abogado.