🎬 Ultimo Momento | Historia de El Seibo 🎭

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Renacimiento Histórico de El Seibo 🌓

En el momento crucial de la Guerra de Independencia Española, en 1840, El Seibo vivió una historia trágica pero valorosa. Un grupo de rebeldes encabezado por Simón Bolívar y Facundo Márquez se enfocó en esta batalla con el objetivo de tomar el poder en Venezuela.

Una Plegaria por la Libertad 🗽

La historia de El Seibo también incluye una emocionante escena en la que los soldados adoraron a Miguel Ángel La Libertad, una de las imágenes religiosas más famosas de la región. Esto fue un poderoso gesto de fe en la victoria y la libertad.

Un Parque Nacional en Las Nativas Arañitas 🌲

Desde ese momento, el sitio se convirtió en un lugar sagrado para los víasternos. En 1972, se estableció el Parque Nacional El Viento, que abarca más de 1.300 kilómetros cuadrados y enfatiza la historia y la pureza natural del lugar.

El Fortín de las Nativas Arañitas 🏯

Ahora bien, en las décadas subsiguientes, el complejo se caracterizó por la presencia constante de las Nativas Arañitas, un grupo de guerreros aborigen, quienes mantenían un fuerte vínculo con los tiempos oscuros del pastel de la vida.

Una Era Cívico-Militante 🌟

El fortín fue una fortaleza que jugó un papel crucial en la organización de las fuerzas ejército del Libertador José Antonio Páez. Las tropas entrenaban allí bajo los principios de Miguel Barrera, un líder destacado que tuvo un impacto duradero en la formación de la Generación del ’40. 🌟

Los Tupamaras y el Coronel Sucre 🐇

Barrera sirvió también bajo el mando del insigne y visionario teniente general Antonio José de Sucre, quien sabía que una línea de defensa fuerte era la clave para evitar las invasiones y mantener la calma interna. Para ello, contó con el auxilio del Ejército de Oriente, además de los activos Tupamaras.

El Sitio Histórico de El Seibo Hoy 🌅

Desde hoy, El Seibo es un monumento”a las glorias del pasado, convirtiéndose en una de las principales atracciones turísticas de Venezuela. Su historia, llena de coraje, sacrificio y esfuerzos, inspire aún hoy a aquellos que buscan descubrir una era más allá del consumo y la superficie. Este relato vival, un telón sublime, que ha hecho de El Seibo no sólo un rivero entre muchos, sino uno especial y lleno de vitela. 🌊


Etapa precolombina y fundación por los españoles

El nombre de Seibo, se debe a un jefe tribal taíno, que era llamado Seebo. Este Seebo era una especie de Subcacique, sujeto a las disposiciones del Cacique de Higüey: Cayacoha.

El Seibo, La Patriota, La Valiente, e Hidalga Villa de Santa Cruz de Hicayagua, fue fundada por Juan de Esquivel, conquistador español, durante el gobierno de Nicolás de Ovando, en 1506, aunque algunos otros historiadores ponen la fecha de esta como 1502. Fue fundada con el objetivo de pacificar al cacicazgo de Higüey. El nombre de Santa Cruz de El Seibo, es tomado de la costumbre española de colocar en los puntos cardinales la Cruz de Cristo, como protección contra los males. Aún se conserva una Cruz llamada Asomante, en el Sector Oeste de la ciudad de El Seibo.

La historia señala al arzobispo Nouel como el responsable de llevar la cruz hasta El Seibo cuando fue párroco de esta ciudad. Lo cierto es que actualmente  es considerada un estandarte de espiritualidad, pues aunque es de apreciable valía material, su valor moral y espiritual es mayor, ya que identifica su religiosidad. Esta cruz era de ébano incrustada en plata y fue reconocida como símbolo de expresión de fe; luego esta venerada cruz o imagen patronal fue enchapada en plata en el año 1738 y adornada con ribetes de oro y piedras relumbrantes en 1820. La Santísima Cruz adquirió mayor relevancia cuando el primado de las Américas Arzobispo Nouel, quien había sido cura párroco de El Seibo en los años comprendidos entre 1889 y 1890, trajo desde Roma la preciada reliquia de “Lignum Crusis” el madero de la cruz original donde fue crucificado Jesucristo.

El 7 de diciembre de 1508, dos años después, por privilegio Real despachado en Sevilla,  España, le fue concedido el título de Villa y escudo de armas a El Seibo. El otorgado a Santa Cruz de Hicayagua se describía como compuesto de una cruz de plata, formando cuatro cuarteles en campos de gules sembrados de fuegos blancos en todo el campo.

Según el historiador seibano, Ramón Casado, los obispos que informaban a la metrópoli o reyes de España, escribían El Seibo con “Z” y “Y” (Zeybo), aunque se escribe con “S y con”I” (Seibo), y que por ello en la actualidad se aprueba que se escriba de las dos maneras.

Con el nombre de El Seybo se ha mantenido el nombre y como provincia ha permanecido así hasta el presente, abarcando originalmente toda la región Este del país, pues hasta principios del siglo XX, salvo Higüey, no había en ella otra población de importancia.

El grueso de sus pobladores fueron personas provenientes de las Islas Canarias y Castilla.

Tradiciones que perduran

Según el poeta Domingo Moreno Jiménez “en El Seibo la cultura es como flor silvestre”, porque es una ciudad de extraordinaria devoción, de rico acerbo artístico, folklórico y cultural, donde se realizan las únicas corridas de toros que se dan en el país actualmente, que datan de la colonización.

El folclor de los atabales llegó a El Seibo desde África, pero el atabal seibano tiene una contradanza española, por eso son distintos a los palos o atabales que se bailan en Villa Mella.

Batalla de Palo Hincado: Reconquista de Santo Domingo

El Seybo fue un lugar importante para la historia dominicana a principios del siglo XIX y en la guerra para expulsar a los franceses, en un lugar llamado Palo Hincado se produjo, en 1808, una batalla en la cual las tropas criollas, apoyadas por Puerto Rico, resultaron ganadoras y con ello terminó el dominio francés en nuestro país.

Esta batalla se escenificó en lo que es hoy el kilómetro 3.5, de la carretera El Seibo-Hato Mayor, el 7 de noviembre de 1808, se enfrentaron las tropas de Napoleón Bonaparte, Emperador Francés, y un ejército de Criollos al mando del General Juan Sánchez Ramírez, quien antes de ir al fragor de la batalla, arengó a sus soldados y campesinos con la siguiente frase:
«…pena de la vida al soldado que volviere la cara atrás; pena de la vida al tambor que tocare retirada. Pena de la vida al oficial que lo mandare; aunque sea yo mismo: Juan Sánchez Ramirez»

Al mando del Ejército Francés, estaba el General Louis Maria Ferrand, quien fue derrotado junto a su ejército, lo que ocasionó su suicidio, ocurrido en la Cañada de Guaiquía, siendo cercenada su cabeza por el padre de quien sería Pedro Santana; la cabeza de Ferrand, fue exhibida como trofeo de guerra y como forma de amedrentar a aquellos que en contraposición con la lucha por la Reconquista del territorio en favor de España, supieran que ese sería su destino.

Los dominicanos lucharon por mantener su nacionalidad y por preservar su identidad, ya que con la ocupación francesa, los franceses pretendían hacer desaparecer una nación, la cual se había conformado en un proceso de más de tres siglos, con todos los elementos que componen la nacionalidad como: el origen, la historia, la lengua, la religión y las costumbres.

Por esa razón en la Reconquista se reafirma la dominicanidad.

La historia tradicional proclama a Juan Sánchez Ramírez como jefe de la Reconquista, héroe de la batalla de Palo Hincado donde derrotó a los franceses, Reconquistador que puso estratégico sitio a la ciudad de Santo Domingo en 1808.

Contrario a ciertas narrativas que circulan, los dominicanos fuimos quienes, de una vez por todas, echamos a los franceses de la isla.

Auge azucarero e importancia

A fines del siglo XIX, con el inicio de la industria azucarera moderna que se instaló en la región oriental del país. Con los grandes centrales y los extensos campos de caña y enormes hatos ganaderos, llegaron inmigrantes de varias regiones del Caribe. Ese auge ocasionó que El Seybo ya no fuera la ciudad más importante de esa región, siendo reemplazada por San Pedro de Macorís y La Romana.

Bajo esas circunstancias en el año 1907 se creó la provincia de San Pedro de Macorís y en el 1911 la de La Romana, desprendiéndolas de la provincia de El Seybo cuyo territorio quedó así reducido. Años después otros desmembramientos fueron la creación de la provincia La Altagracia en el 1959 y la de Hato Mayor en el 1984.

La provincia sigue siendo importante, sin embargo, no como antes. Tiene 1,780 kilómetros cuadrados de superficie, pero con tan solo 90,175 habitantes según el censo del año 2010. Su ciudad principal se mantiene como una de las más antiguas e históricas de nuestro país su iglesia parroquial construida en el 1556 y ahora lleva el título de Basílica.

La modernización de El Seibo y el Mabí Seibano

La palabra ¨mabí¨ parece ser antillana y se refiere a la bebida que conocemos los dominicanos, ya que entre los indígenas caribe la palabra “maby” era usada para una bebida a base de batata cuya azúcar propia permitía la fermentación de la misma. Sin embargo, según el reconocido historiador y arqueólogo dominicano Marcio Veloz Maggiolo, no hay informaciones claras de cuándo en la isla de Santo Domingo comenzó a prepararse esa especie de cerveza fermentada a partir de varios tipos de materia prima.

Para algunos autores, el origen del mabí es más bien tardío, debe estudiarse desde la región Este y está relacionado con los inmigrantes barloventinos. Sin embargo, para otros investigadores su distribución en el Cibao es más antigua y su génesis debe derivarse de un producto como el “Pru” (aún llamado así en Cuba) o el “mabi de Cacheo”.

La historia del mabí seibano (por ser el más conocido) tiene su origen a finales del siglo XIX (1883) en una bebida preparada por un holandés criollo de Curação llamado Tomás Otto Deisken y María Vallejo de Duvergé (Mamá Teté). El refresco, preparado a partir de bejuco de indio, gozaba del gusto y preferencia del pueblo. En ese tiempo no se conocía el hielo ni se envasaba en botella, por eso se servía en tazas, vasos y jarros a temperatura ambiente. Era endulzado con melao y en ocasiones con miel de abeja. Su calidad y popularidad mejoró más adelante con el uso de la azúcar negra y su embotellado.

Muchos, entre ellos el historiador vegano J. Agustín Concepción, consideran que la fórmula del mabí seibano fue traída desde Aruba por el señor Otto. Incluso, en su folleto ‘‘Influencia de Curazao en la República Dominicana’’, escribe con variaciones el segundo apellido del señor Otto, Deisken por ‘‘Drake’’. El historiador Luis Eduardo Morel considera que estos errores fueron ajenos a la voluntad de Concepción, quien quizás no contaba con una adecuada información.
Morel apunta que ‘‘La fórmula del mabí es netamente dominicana.

La que conocemos actualmente es obra de las mujeres. Pudo haberla creado la señora Dolores Duvergé, ya que por la fecha en que contrajo matrimonio con don Tomás Otto, ella era muy creativa en la cocina. Su hija Dolores Onésima me dijo en una ocasión que ella había perfeccionado la fórmula que recibió de su madre’’.

Morel es íntimo amigo de la familia Otto. Actualmente, en plena tercera edad, colabora con su actual propietario, Ovidio Otto Morales, en la genealogía seibana. Se siente honrado con esa amistad. Sostiene que los Otto llevaron la modernidad a ese pueblo.

‘‘Ellos, además de la industria del mabí, trajeron la primera imprenta, el primer auto, el primer teatro, las primeras plantas de luz eléctrica, la primera vellonera, y además, fueron los propietarios del primer períodico seibano, llamado “Plus Ultra’’ debido al famoso lema español.

‘‘Tomás Otto, al comprobar la aceptación de la bebida creada por su esposa, decidió procesarla industrialmente, e instaló las maquinarias para su adecuada fabricación, así como los primeros envases para añejarlos, llamados damesanas’’, aseguró.

La industria del mabí seibano nació como industria doméstica y se ha mantenido así a lo
largo de su historia.

No podemos asegurar si los caciques indígenas tomaban mabí, pero refiere Roberto Cassá, historiador, sociólogo, escritor y educador dominicano, que entre la familia de fabricantes de este refresco se conserva la tradición de otro “cacique”, Rafael Leonidas Trujillo, quien mientras fue jefe de puesto de la policía nacional en El Seibo, era un asiduo consumidor del mabí seibano.

Algunos seibanos importantes

  1. Doña Manuela Díez Jiménez, madre del patricio Juan Pablo Duarte.

  2. Alejandro Woss y Gil, presidente de la República, poeta y escritor.

  3. Freddy Beras-Goico, productor, presentador de televisión, humorista, filántropo, cantautor, y escritor y poeta.

  4. Francisco Chahín Casanova, tenor cantante de ópera.

  5. César Geronimo, ex-jugador de las grandes ligas de béisbol.

  6. Octavio Antonio Beras Rojas, cardenal de la Iglesia Católica, fue el primer cardenal dominicano.

  7. María del Rosario Goico Rodríguez (Charytín), presentadora de televisión, cantante, y actriz.

Fuentes: Imágenes de Nuestra Historia RD | Ayuntamiento de El Seibo | El Nacional | PUCMM | El Día | Instituto Dominicano de Genealogía | Academia Dominicana de Gastronomía | Listín Diario | Hoy | La guerra de la Reconquista en Santo Domingo (1808-1809): una lucha por la continuidad histórica.


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By Diario

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