México entregó todo el poder a Sheinbaum: ¿qué hará con él?
3 de junio de 2024
En México, Claudia Sheinbaum no solo ganó el domingo la Presidencia de forma contundente; lo hizo además con más poder que cualquier otro jefe de Estado mexicano en la era democrática. Según el conteo oficial, el partido oficialista Morena controlará probablemente 25 de 32 estados de la República y está muy cerca de la mayorÃa calificada en las dos cámaras del Congreso, mientras la oposición quedó pulverizada.
Sheinbaum tendrá asà vÃa libre para una transformación de fondo de la institucionalidad de México, algo que conlleva oportunidades, pero también grandes riesgos, debido al carácter abiertamiente autoritario que ha profesado el predecesor y mentor de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), advierten analistas consultados por Deutsche Welle.
Javier Oliva Posada, doctor en Ciencias PolÃticas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), saludó el discurso conciliador de la ganadora: “Fue incluyente, mesurado, sin este tono triunfalista que tuvo el presidente de su partido, Mario Delgado, quien fue bastante intempestivo cuando excluyó cualquier contacto con la oposición.â
Posada, también doctor en SociologÃa del Derecho de la Universidad de Lecce, considera que el contundente triunfo de una mujer, añadido al hecho de que la Corte Suprema y el Congreso tengan actualmente mujeres presidentas, significará un gran avance para la inclusión de mujeres en la polÃtica. “Es un sÃmbolo importante de apertura y pluralidadâ. señaló.
Un sexenio sin contrapesos
Ana Francisca Vega, politóloga del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), destaca que Sheinbaum logró ganar con un caudal de votos mayor incluso que López Obrador en 2018. “La victoria es tan grande, que Sheinbaum solo perdió en Aguascalientes, un estado muy pequeñoâ, dice la experta. “Eso le da un poder enorme, uno que ningún presidente ha tenido en los últimos cinco sexeniosâ.
Advierte, sin embargo, que “la agenda legislativa planteada por el presidente Obrador desde febrero, y asumida por Sheinbaum, es una agenda que concentra todavÃa más el poder y desaparece o debilita organismos autónomos que han sido un contrapeso importante a algunas decisiones del Poder Ejecutivoâ.
Vega, que también tiene una maestrÃa en Relaciones Internacionales en la Universidad de Oxford, menciona como ejemplo la planteada reforma del Poder Judicial, donde la nominación de los jueces será por voto popular, asà como la subordinación de la poderosa Guardia Nacional a la SecretarÃa de Defensa Nacional (Sedena), lo que aumentarÃa el poder de los militares.
Oliva Posada coincide en que uno de los retos de Sheinbaum será “replantear las relaciónes civico-militares, que durante la administración de AMLO dieron un brinco cuando se les asignó a los militares una gran cantidad de actividades que no tienen nada que ver con sus obligaciones constitucionales.â
La derrota de una generación que luchó por la democracia
Joel Ortega, un dirigente estudiantil comunista de las protestas de 1968 contra la represión del Partido del Estado del siglo XX, advierte sobre un “cambio epocalâ. “Es la restauración de la vieja ideologÃa dominante del partido de Estado de la Revolución mexicanaâ, apunta, regimen presidencialista autoritario que tuvo su máxima expresión en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el paÃs por 71 años.
Ortega, coautor del libro “Las dos izquierdas” (Random House, 2024) recuerda que, en su época del poder absoluto, el PRI controlaba todo. TtenÃa correas de transmisión con un sector sindical obrero y campesino, un brazo de organizaciones populares y un pacto con los militares. De hecho, varios presidentes de México hasta mediados del siglo 20 fueron generales.
Para Ortega, México está “ante la derrota de una generación que luchó por la democracia”. Y señala que “todos los sindicatos apoyaron a Sheinbaum, y el PRI se pasó casi por completo a Morenaâ.
Algo que la propia Sheinbaum deberÃa rechazar, ya que muchas veces se autodefinió como heredera del espÃritu democrático y rebelde del movimiento del 68, aunque en esa época todavÃa estaba en el jardÃn de infancia.
En su discurso de victoria, Claudia Sheinbaum prometió guardar la pluralidad, respetar las minorÃas y profundizar la democracia. Algo que el experimentado luchador Ortega, de 78 años, ve con escepticismo. “Yo he escuchado a Fidel Castro y Hugo Chávez prometiendo lo mismoâ, apunta el excomunista. “Todos sabemos en qué terminó.â
(cp)
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