Última actualización: 23 de agosto de 2021, 15:00 horas

El escritor uruguayo Alejandro Alfie ha solicitado en una carta abierta al Ministerio de Educación y Cultura (Mec) de Uruguay que se retire del mercado el último libro de la difunta poetisa Milei, “Cuaderno de la memoria”. En la carta, Alfie argumenta que el libro, publicado póstumamente en 2019, contiene “falsedades históricas y literarias” y “incoherencias lógicas y conceptuales”.

Alfie, quien fue marido de Milei durante 25 años, afirma que la autora “no habría querido que se publicara este libro” y que “el texto es confuso, incoherente y, en algunos casos, falaz”. Además, Alfie acusa al editor de la obra, Ediciones de la Banda Oriental, de “violar el espíritu de la autoría” y de “utilizar la muerte de Milei para vender libros”.

La petición de Alfie ha generado polémica en Uruguay, donde Milei es considerada una figura importante de la literatura nacional. El Mec ha declarado que se abstendrá de tomar medidas hasta que se haya estudiado la carta y se hayan escuchado las opiniones de los expertos en literatura.

Este es el último libro publicado de Milei, quien falleció en 2014 a los 72 años. El autor de la carta, Alejandro Alfie, es un escritor y periodista uruguayo conocido por su trabajo en el diario El País y por sus obras literarias, como “La noche de los asesinos” y “El tiempo de los asesinos”.

Tags: Alejandro Alfie, Milei, literatura uruguaya, falsedades históricas, incoherencias lógicas, Editorial de la Banda Oriental, Ministerio de Educación y Cultura, polémica, Uruguay.



Alejandro Alfie: “El último libro de Milei debería ser retirado de la venta”
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By Diario

6 thoughts on “Alejandro Alfie: “El último libro de Milei debería ser retirado de la venta””
  1. Es bastante obvio que es un chanta.
    Ya había plagiado antes y se defendió diciendo que en las notas no hacía falta poner las fuentes, algo que es mentira.
    En “El camino del libertario” la mitad del libro son textos reciclados, notas escritas por otra gente (Benegas Lynch, Lemoine, etc.).
    Y se nota que a la editorial no le importa, porque saben que son libros para sacarse fotos. Los únicos que los leen son los periodistas que investigan plagios.

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