Ni médicos ni enfermeras están convencidos con los aspectos de la nueva convocatoria de la Formación Sanitaria Especializada (FSE). El Ministerio de Sanidad anunció este martes las características básicas de la prueba que tendrán que realizar los graduados en Medicina, Enfermería y otras ramas de la Salud para continuar su formación práctica en hospitales y centros de salud. La oferta acordada supone un aumento del 2,9% de las plazas para el nuevo curso, aunque este incremento no se replica en todas las categorías.
Para los interesados en puestos en Biología y Química, las posibilidades se reducen: habrá dos plazas menos para cada una de estas ramas (63 y 25 respectivamente). Donde sí han crecido ha sido en Enfermería (2.171 plazas frente a las 2.108 de la convocatoria anterior), pero este número no llega a cubrir todas las vacantes acreditadas en las unidades docentes. En concreto, serán 307 las plazas que quedarán vacías, repartidas entre las seis especialidades de Enfermería para las que se ofrece residencia.
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El presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya, ha calificado en un comunicado de “insuficiente el esfuerzo en formación especializada del Sistema Nacional de Salud para las enfermeras españolas”. Insiste en que “vuelve a demostrarse, una vez más, el escaso interés del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas por la especialización de las enfermeras”. Destacan especialmente el caso de las matronas (Enfermería Obstétrico-Ginecológica), especialidad en la que se reduce la oferta (de 469 a 451), cuando “podrían convocarse hasta 547 puestos. Es la única especialidad [de Enfermería] que ve reducido el número de plazas”.
El sistema tampoco ha convencido en la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ni en la Organización Médica Sindical (OMC), según han expresado sus representantes este miércoles en el Foro de la Profesión Médica. Critican especialmente la eliminación de la nota de corte, que hasta ahora ha marcado la puntuación necesaria para acceder a la residencia. “Va a desprestigiar todavía más la profesión, va a desprestigiar más la especialización y va a ahondar en el problema con la Atención Primaria”, ha asegurado Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina.
Desde el Foro de la Profesión Médica se ha leído esta medida como un intento de cubrir las plazas de Medicina Familiar y Comunitaria. Es una de las especialidades que más sufre la falta de profesionales, pese a que cada año acumula el mayor número de plazas formativas. En 2024, cerca de 500 puestos se quedaron vacíos, evidenciando la falta de atractivo de la Atención Primaria para los más jóvenes.
“Sabemos por qué no se eligen esas plazas” ha dicho el presidente del Consejo Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Miguel Lázaro. Se debe a la falta de incentivos para afrontar unas condiciones laborales duras, marcadas por la sobrecarga asistencial. “Hablamos de consultas de 60 y 70 pacientes en algunos sitios, cargas burocráticas bestiales, dependencia total de la atención hospitalaria…”.
El secretario de Sanidad, Javier Padilla, ha defendido la retirada de la nota de corte, que “se puso en su momento para hacer de barrera, pero ahora mismo no discrimina en términos efectivos”. “La mayor o menor calidad de los profesionales no tiene que ver con sacar 5, 25 o 55 puntos en el MIR, sino con otras cosas, y la capacitación técnica debería darla la carrera, no un examen”, ha expresado en redes sociales. Sin embargo, el Foro de la Profesión Médica considera “necesaria” y “esencial” mantenerla. Al igual que “no basta con aprobar el bachillerato para acceder al grado de Medicina” defienden que “el sistema debe tener una garantía” y un “filtro”. Especialmente para aquellos que provienen de universidades extranjeras, en los que en ocasiones “se aprecian carencias formativas que es necesario corregir”, ha apuntado Lara.
En contraposición, han propuesto al Ministerio hacer una ponderación del expediente académico para acceder a los puestos del MIR. “Si un estudiante tiene un 7 de media en su facultad y saca un 8 en el MIR quiere decir que hay un desequilibrio, la universidad le ha exigido más y hay que ponderarle en positivo”, ha explicado. Igual sucedería al contrario: si un estudiante obtiene un 6 en el MIR y un 8 en el grado estaríamos ante “un expediente inflado” y habría que ajustar los resultados.
Desde CSIF Sanidad tienen una postura completamente contraria: aplauden la eliminación de la nota de corte “como una reivindicación propia”. Según el sindicato, “la eliminación de la nota de corte permitirá que casi 4.000 médicos que anteriormente no podían hacer la residencia ahora tengan la oportunidad de completar su formación”.
Se trata de un “hito para el sector sanitario”, así como “un paso fundamental para garantizar una atención médica de calidad y accesible para toda la población”.
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