Elon Musk ha anunciado este martes que paralizará la construcción de la fábrica de ensamblaje de vehículos de Tesla que tenía prevista en Nuevo León, al norte de México. El empresario ha explicado que esperará el resultado de las elecciones de Estados Unidos, que se celebrarán el próximo 5 de noviembre, para decidir si el proyecto sigue adelante. La razón del multimillonario para detener la inversión son las intenciones del candidato republicano, Donald Trump, de aplicar aranceles a los coches fabricados en territorio mexicano. “No tiene sentido invertir en México si eso va a pasar”, ha dicho Musk en una teleconferencia con analistas y medios de comunicación.
El inicio de las obras de la megafactoría de Tesla en Santa Catarina, en la zona metropolitana de Monterrey, está previsto para 2026. Ahora su futuro quedará ligado a lo que pase a partir del mes de enero en la Casa Blanca. “Creo que tenemos que ver lo que pasa con la elección. Trump ha dicho que pondrá aranceles a los vehículos producidos en México”, ha declarado Musk.
El empresario ha explicado que necesita “ver cómo se desarrollan las cosas políticamente” para tomar una decisión sobre la fábrica. “En estos momentos nos oponemos a Giga México [nombre con el que se conoce al proyecto]”, ha añadido. Musk ha apoyado de forma ferviente a Trump. El pasado 13 de julio, tras el atentado que sufrió el republicano en un mitin de campaña, el dueño de Tesla pidió el voto para él. Un día antes, el hombre más rico del mundo hizo una significativa donación a la campaña de Trump a través de un comité de acción.
El candidato republicano ha declarado en numerosas ocasiones que impondrá aranceles a la importación de vehículos fabricados en México. Acorde a su discurso proteccionista, se opone radicalmente a que las empresas chinas ensamblen vehículos en el país latinoamericano para luego venderlos más allá de la frontera. “Algo realmente malo está pasando allá en México. China está construyendo enormes plantas de automóviles. Van a dejar sin trabajo al UAW [sindicato de trabajadores del sector automotriz]. Las están construyendo en México para fabricar autos para venderlos en Estados Unidos, ¿qué ganamos con esto?”, declaró el martes de la semana pasada en una entrevista con la revista BusinessWeek.
Musk compró en 2023 el terreno de Santa Catarina donde planea construir la fábrica de coches eléctricos de Tesla. La inversión proyectaba 4.500 millones de dólares regados en territorio mexicano, donde la idea era ensamblar vehículos a un precio mucho más barato para luego venderlos en Estados Unidos. Una práctica conocida como nearshoring, que otras empresas también han llevado a cabo y que promete miles de trabajos para los Estados del norte de México. Sin embargo, a pesar de la paralización que Musk ha comunicado este martes, el proyecto de Tesla ha perdido fuelle desde que se anunció.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, que se pasea por las calles de Monterrey con un Tesla Cybertruck, un vehículo 4×4 que es una de las principales apuestas de la marca estadounidense, no pudo conseguir los incentivos fiscales para que la construcción de la fábrica echara a andar. A pesar de la espera, García ha sacado tajada política del proyecto, que usó como ejemplo de inversión extranjera en sus discursos cuando quiso postularse a presidente de México, una intención que finalmente fracasó. El inicio de las obras de la fábrica de Tesla se ha pospuesto dos veces, primero a 2024 y, después, a 2026. Ahora, según Musk, quedará en manos de los votantes estadounidenses, que en noviembre decidirán si quieren como presidente al magnate republicano que quiere que Estados Unidos fabrique sus propios vehículos.
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