El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, afirmó este lunes que la preadjudicación del sistema de grúas para el acarreo de vehículos fue realizada de manera al menos irregular. “¿Usted cree que el gobierno anterior hizo algo impropio?”, le preguntó Paulino Rodrigues en los estudios de LN+. “Sí, yo creo que sí”, contestó. Se refirió así a un acto ejecutado durante la gestión anterior, de Horacio Rodríguez Larreta, también del Pro.
Macri detalló que el proceso se terminó de firmar el 11 de diciembre, cuando él ya había asumido, por funcionarios “que ya no eran funcionarios”: “Solo estaba preadjudicada, no incumplimos un contrato. Fue una preadjudicación otorgada el 7 de diciembre. Yo asumí el 7 de diciembre, con algunas firmas del 11 de diciembre, con funcionarios que ya no eran funcionarios”. Y agregó que por esa razón se abrió una investigación interna. Vinculó su decisión de frenar la preadjudicación al conflicto por la recolección de basura que, según dijo, tiene como punto en común al mismo gremio de Camioneros.
“No sé si [hubo una] mano negra, pero alguien creyó que faltaba firmar algo y lo firmó después de que había dejado de ser funcionario”, detalló en LN+ y sostuvo que alguien del gobierno anterior “hizo algo impropio”.
Y aclaró que si la justicia determina luego que hay un delito “es otra cosa”. “Si está aclarado administrativamente que hubo una firma digital antes, y después solo se perfeccionó en papel un acto administrativo… [es algo] que pudo haber pasado. Igual, si se firmó digitalmente el 6 o el 7 cuando se estaban yendo y yo asumo el 7 [de diciembre de 2023]… por lo menos fue descortés para conmigo”, reclamó.
Jorge Macri explicó que a mitad del año pasado se abrió un proceso de licitación donde ganaron varias empresas para tres zonas de la Ciudad para quedarse con la concesión de acarreo a un precio “para mí, altísimo”. “El precio hoy del acarreo es de $25.000. Si yo te tuviera que cobrar hoy el acarreo al precio que lo preadjudicaron el año pasado, te tendría que cobrar 181 mil pesos. Pero no es solo eso. Es más grave. Le dieron una concesión por 10 años, que le otorga 8 mil dólares a cada empresa para que se equipe de entrada y le garantizan a todas un piso de 24 mil acarreos por mes, aunque no se hagan”, sostuvo, y agregó: “Es un negocio donde te doy la plata, te garantizo el mercado y la rentabilidad es más del doble de lo que tienen hoy”.
Afirmó además que habló del tema con Larreta. “Lo llamé hoy [por ayer], no logramos hablar de esto. Pero sobre mi preocupación respecto del contrato me dijo ‘tenés la libertad de hacer lo que vos quieras’”, explicó.
Según el jefe de Gobierno porteño, el otro conflicto, el de la recolección de basura, debería comenzar a normalizarse. “Hubo reuniones hoy a la tarde, se aclararon algunos puntos, y el compromiso del gremio es empezar a normalizar el servicio hoy a la noche [por ayer]. Yo confío en eso”, anunció. Aclaró que las conversaciones fueron entre el jefe de Gabinete Néstor Grindetti y Pablo Moyano. Sobre éste último aseguró que “no habla con él”.
Macri se refirió al derrumbe que ocurrió este lunes en una casa antigua de Colegiales donde trabajaban seis obreros, todos de la misma familia. Mientras que cuatro resultaron fuera de peligro, dos tuvieron que ser internados. El más joven, de 21 años, estuvo casi cuatro horas atrapado bajo los escombros.
El funcionario aclaró que “hay un hecho de delito de empezar a hacer una obra sin presentar un papel”. “Hay una responsabilidad de quien haya contratado esto. La Ciudad habilita una obra en función de ciertos planos. Esos planos tienen que cumplirse en la obra. Esa responsabilidad es del ingeniero, maestro mayor de obra o arquitecto que firme los planos”, sostuvo.
En relación a esto, comentó que esta semana presentarán en comisión de la Legislatura porteña un nuevo código urbano que busca “limitar la altura en zonas residenciales” y criticó el último código, que fue reformado en 2019, durante la gestión de Larreta. “El concepto del último código urbano transformó a toda la ciudad en construible, proyecto que a mí no me gusta porque me parece que altera el perfil de barrios residenciales, y vuelca una cantidad de metros cuadrados al mercado de manera desordenada, y después tienen que romper la vereda veinte veces para pasar con caños para distintas obras”, detalló.
LA NACION
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