La firma conjunta tendría un valor de empresa de entre 7.000 y 10.000 millones y aglutinaría unos 12 millones de hogares. Los recursos se utilizarán para bajar deuda.

Masorange y Vodafone, que son el primer y el tercer operador de telecos de España por clientes, tienen negociaciones avanzadas para alcanzar un acuerdo con el que crear una empresa conjunta de red fija de banda ancha basada en fibra óptica (denominada netco o fiberco) de la que planean vender alrededor de un 40% del capital a un inversor institucional. El inversor se buscaría previsiblemente entre grupos que no pretendan tener un control de la gestión, dado su carácter minoritario, sino obtener una buena rentabilidad. Con ese perfil, los inversores potenciales serían, sobre todo, los ligados a aseguradoras o fondos de pensiones.

El plan que negocian las dos empresas es alcanzar ahora un acuerdo para firmar un contrato que contemple la creación de la empresa conjunta y posteriormente iniciar la búsqueda de ese socio inversor. Y una vez escogido el socio se crearía la empresa. El estado de las negociaciones hace prever que el acuerdo final podría cerrarse en las próximas semanas. Se está intentando cerrar a finales de julio, pero si no se logra podría saltar a septiembre.

La dimensión final del proyecto, que se denomina con la palabra clave Surf, es un poco mayor que lo que se manejaba inicialmente, cuando lo adelantó EXPANSIÓN, el pasado 29 de mayo. Entonces se planeaba de 10 u 11 millones de accesos a unidades inmobiliarias (UUII, viviendas, oficinas y locales) y ahora se maneja la cifra de unos doce millones de UUII.

Masorange aporta más

El grupo que más activos de fibra FTTH aportaría sería Masorange, con unos 9 millones de UUII, mientras que Vodafone pondría en la nueva empresa los más de 3 millones de unidades inmobiliarias de FTTH que ha desplegado (en asociación con Orange y con MásMóvil) así como los clientes de una parte importante de sus redes de cable, ya que lo importante no son los activos de red sino los clientes que van a pagar por ellos a largo plazo. El reparto final del capital de la empresa de fibra o fiberco contempla que Masorange se mantenga como principal accionista con una participación de alrededor del 50%, mientras que el socio inversor adquiriría el 40% y Vodafone se quedaría con alrededor de un 10% del capital.

La idea de los dos socios es que el ticket -el monto de la inversión- que tendría que asumir el fondo de infraestructuras se situaría en una horquilla de entre 1.500 y 2.000 millones de euros, según señalan fuentes conocedoras.

Capital y deuda

El esquema de la empresa de fibra se crearía con la aportación de la mitad vía capital y la otra mitad con deuda. De esta forma, la netco tendría un valor de empresa, incluyendo deuda de entre 7.500 y 10.000 millones de euros.

Esos recursos recibidos de la aportación del inversor servirían a las dos operadoras promotoras para reducir sus actuales niveles de deuda.

Una de las grandes ventajas de la nueva entidad, es su grado de alcance. La unión de MásMóvil y Orange ya le dio una alta cuota del mercado de banda ancha fija, con una media del 42% en España y zonas -como el norte, donde la presencia de MásMóvil era especialmente fuerte gracias al grupo Euskaltel, como País Vasco, Asturias y Galicia- claramente por encima del 50%.

60% de cuota de mercado

Pero, además, al sumar a Vodafone, que controla alrededor del 18% de cuota, la suma de los tres grandes operadores otorgaría a esta empresa de red el respaldo de una masa de clientes que supone alrededor del 60% del mercado total en cualquier zona de España. Eso proporciona al posible inversor una gran tranquilidad y una importante garantía, ya que a pesar de que el mercado se mueva mucho y se produzcan muchas altas y bajas, la mayoría de ellas tendrán lugar entre marcas de las compañías involucradas en el proyecto Surf, por lo que a efectos de la infraestructura, no se pierde ningún ingreso.

El único caso en el que los accionistas de la fiberco asumirían el riesgo de perder un usuario mayorista se produciría sólo cuando los clientes de las marcas de Masorange y de Vodafone se pasasen a Telefónica, O2 o Digi, compañías que quedan fuera de este acuerdo de infraestructuras.

Esta gran cuota de mercado y sus ventajas confiere un valor muy alto a la fiberco que se va a constituir, aunque también podría acarrearle problemas de competencia.

Por ello, una de las ideas que se manejan en ambos grupos es no abrir la empresa para que pueda ser usada la red por parte de terceros operadores, sino sólo usarla para autoprestación, es decir, dándose servicios a sus propias marcas y clientes. Este modelo de funcionamiento, que se denomina “no funcional”, posibilita una mayor facilidad en el trámite administrativo de aprobación por parte de las autoridades de competencia.

El otro pacto de Vodafone con Telefónica

El hecho de que Vodafone esté negociando un gran acuerdo de red fija de banda ancha con Masorange no significa que no pueda alcanzar, también, otro acuerdo con Telefónica. En realidad Movistar y Vodafone llevan también tiempo negociando esa posibilidad, como informó EXPANSIÓN el pasado 13 de marzo. El acuerdo a dos bandas de Vodafone -por un lado con Masorange en una Netco y por otro con Telefónica sin Netco conjunta por medio, pero previsiblemente obteniendo un pago adelantado por parte de Movistar- tiene toda la lógica puesto que reproduciría lo que ya ocurre de forma natural. De los casi tres millones de clientes de banda ancha fija que tiene Vodafone España sólo el 45% de los usuarios utiliza las redes propias de la firma inglesa, tanto el cable coaxial (con tecnología HFC) como la fibra óptica hasta el hogar (fiber to the home o FTTH), que cubren, en total, cerca de 11 millones de unidades inmobiliarias en España. El resto, alrededor del 55% de su base de usuarios fijos, está repartido actualmente tanto en las redes de fibra de Telefónica como en las de Masorange. Es lógico, por tanto, que si Vodafone decide pasar todos sus clientes de cable a redes de FTTH, lo haga manteniendo el reparto actual. Y, además, al ser la red de Movistar mucho más amplia que la de Masorange -el operador histórico tiene 30 millones de UUII y Masorange se queda en 17 millones- hay muchos clientes de Vodafone que están en huella de Telefónica y no podrían pasarse a la nueva Netco conjunta porque no tendría huella en sus localidades, mientras que en la de Telefónica si.

Grupo Vodafone vende un paquete en Vantage

La ‘teleco’ británica Vodafone Group -que ya no es la propietaria de la operadora española de mismo nombre- ha vendido a KKR y Global Infrastructure Partners (GIP) un paquete adicional del 10% de Oak Holdings, la firma con la que los tres socios controlan la torrera Vantage Towers, por un valor de 1.300 millones de euros. Tras la venta, el capital de Oak Holdings se reparte al 50% entre Vodafone Group y sus dos socios. Oak Holdings posee el 89,3% de Vantage Towers, por lo que la participación indirecta de Vodafone en Vantage tras esta operación se sitúa en el 44,65%. La venta se ha cerrado al mismo precio al que Vodafone vendió la primera participación, a finales de 2022, de 32 euros por título. De este modo, los ingresos netos totales para Vodafone por la venta de Vantage Towers ascienden a 6.600 millones de euros, según ha señalado la operadora británica en un comunicado. Estos fondos extraordinarios se destinarán a reducir la deuda neta de Vodafone, que, gracias a los 1.300 millones, se recortará en 0,1 veces deuda sobre ebitda para situarse entre en la banda baja entre las 2,25 y las 2,75 veces/ebitda.

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Por Diario

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