MIRA: ¿Quién da más? Biden, Trump y los millones en juego en la campaña electoral
El tema, inédito en la historia política estadounidense por suceder faltando menos de un mes para la celebración de la Convención Nacional Demócrata, tomó fuerza luego de la muy pobre participación del mandatario durante el debate que sostuvo con su rival republicano Donald Trump.
En el encuentro televisivo que sostuvieron ambos hace tres semanas se pudo ver a un Biden desorientado y con dificultades para responder. Desde entonces, las alarmas se encendieron en la tienda azul, situación que se ha ido agravando con el pasar de las semanas en las que el gobernante acumuló otros impases como confundir al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, con su homólogo ruso y máximo enemigo, Vladimir Putin, u olvidar el nombre de su secretario de Defensa, Lloyd Austin, durante una entrevista y llamarlo “el tipo negro”.
Conforme estos episodios se iban acumulando se ha acrecentado también entre los demócratas el sentimiento de que Biden ya no sería capaz de batir al mediático Trump, quien además ha gozado de un pico de popularidad luego de sobrevivir a un atentado contra su vida.
Ante ello, diferentes figuras han pedido que ceda su puesto a otro candidato.
“Las opciones son limitadas y bastante poco favorables para los demócratas en términos de lo que sucedería. Le toma mucho tiempo a una campaña organizarse, solo desde el punto de vista logístico es enorme un cambio de candidato. Además, por cuestiones técnicas, el 7 de agosto deben tener listo al candidato porque en Ohio se comienzan a imprimir las papeletas. Se producirá un voto interino antes de ese día para definir si Biden continúa o quién será el candidato, no pueden dejar de lado un estado clave porque sino habrán perdido la elección”, explica a El Comercio el analista político, profesor de UCLA y comentarista de CNN en Español Octavio Pescador.
Pero, ¿quién podría tomar las riendas demócratas a solo un mes de la Convención Demócrata y a menos de cuatro meses de los comicios?
– Harris, la primera opción –
“Si se opta por un proceso de selección expedita, los delegados de Biden tendrán que renunciar a él e ir por otro candidato, quien tendrá que conseguir el apoyo de 1.968 delegados. Por eso se dan las primarias porque toma meses hacerlo, acá tendrían que calzar todo el proceso en una semana”, comenta Pescador.
Una encuesta realizada por YouGov esta semana revela que el 79% de demócratas apoyarían a la actual vicepresidenta Kamala Harris en caso de que Biden decidiera dar un paso al costado en la nominación.
Las razones detrás de la preferencia por Harris son muchas, comenzando por el cargo de vicepresidenta que naturalmente la coloca como reemplazo del jefe de Estado ante cualquier eventualidad, pero también desde el lado logístico porque la política de 59 años podría beneficiarse de los 91 millones de dólares de fondos que han conseguido recolectar en la campaña donde también figura como compañera de fórmula de Biden.
Por otro lado, un sondeo de Ipsos/Reuters publicado el último martes brinda a Harris una intención de voto del 42%, apenas un punto por debajo de Trump y dentro del margen de error del estudio que se estima en 3,5%.
Antes de ser vicepresidenta Harris fue senadora y fiscal general de California; sin embargo, el mayor obstáculo que podría encontrarse en el camino serían los bajos niveles de popularidad que la llevaron a abandonar sus aspiraciones presidenciales en la elección anterior.
“Por señoría y términos estratégicos le tocaría a Kamala Harris. Pero el diputado Adam Smith, que fue de los primeros en pedir la salida de Biden, ya ha dicho que pese a respaldar a Kamala Harris ella deberá ganarse el voto de los delegados. Es decir, no la considerarían como un pase automático. Y eso se debe a que Harris no goza de la mayor popularidad en todos los sectores demócratas, no tiene demasiado carisma y algunos no le ven opciones reales de ganarle a Trump”, señala el especialista.
Ante esta situación, el analista político argentino radicado en Estados Unidos Hernán Molina comentó en diálogo con el programa Tenemos que Hablar de El Comercio que Biden podría optar incluso por dejar la presidencia antes de que acabe su mandato y allanar el camino para que un eventual reemplazo de Harris se sienta más natural.
“Es una posibilidad. Si Biden aduce problemas de salud que le impiden culminar su mandato, Kamala Harris sería juramentada como la próxima presidenta. Eso ayudaría a convertirla de forma casi automática en la candidata del Partido Demócrata. Otra opción es que renuncie a su candidatura y libere a sus delegados en la Convención Nacional. En todo caso ambas opciones son difíciles de tomar, ya es duro renunciar a tu candidatura porque tu partido te lo pide y sería aún más hacerlo a la presidencia, pero no deja de ser una opción”, profundizó el analista en una conversación posterior con El Comercio.
– Otras opciones –
Con un Biden que ha anunciado que retomará su campaña la semana que viene -se viene recuperando de un diagnóstico de COVID-19- y una Harris que acumula anticuerpos pese a su condición de sucesora natural, un abanico de opciones se ha abierto como potenciales candidatos tanto presidenciales como de compañeros de fórmula ante una eventual designación de la actual vicepresidenta.
“Primero está la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, que ya ha estado en campaña con Biden, tiene buena presencia y representa a un estado crucial porque forma parte del Corredor Industrial donde Trump necesita votos y decidió las victorias del 2016 y el 2020. Ella sería una buena opción por eso, pero también hay que tomar en cuenta que los demócratas no pueden sacrificar el voto hispano ni el afroamericano”, explica Pescador.
Según el analista, los demócratas no podrían perder el apoyo de estos grupos electorales sobre todo por su capacidad de definir la contienda en al menos 3 de los 6 estados clave aún en disputa para noviembre.
Los medios estadounidenses también han hecho eco sobre la opción de que figuras como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro; el gobernador de California, Gavin Newsom; o el actual Secretario de Transporte, Pete Buttigieg, acompañen a Harris como vicepresidente.
“Luego de Whitmer aparecen Newsom y Shapiro como opciones. También se habla de que Buttigieg sería una buena opción como vicepresidente porque atraería al voto joven y LGBTQ, suena como una estrategia atractiva pero ahora estamos ante un ciclo electoral más conservador. Yo no creo que vayan a arriesgarse a presentar una fórmula que alimente el discurso conservador que han presentado los republicanos. Me inclino a pensar que elegirán un perfil más neutral, aplicar la fórmula actual de un candidato afroamericano y otro blanco”, analiza Pescador.
En todo caso, el experto prefiere mostrarse cauto sobre la decisión que vayan a adoptar los demócratas pues si bien el escenario se presenta complicado para Biden, el discurso de Trump el jueves 18 durante la Convención Republicana podría haber encendido una pequeña luz de esperanza en la tienda azul.
“La convención fue un éxito pero el discurso no. El Partido Republicano lo organizó muy bien y se les allanó el camino, pero Trump decidió no tomar una actitud conciliadora sino que brindó un discurso dirigido a sus bases más duras. Trump siente que tiene dominado a todo el partido y sí lo tiene, pero para ganar la presidencia necesitará el voto de los independientes y por ahora no lo ha conseguido. Aún hay muchas minorías que votarían por un fantasma antes que por Trump, sobre todo por los embates judiciales que han sufrido por parte del lado más conservador”, comenta.
“Para mí Biden tiene más opciones de quedarse hoy que el miércoles. Dependerá mucho de si las figuras más influyentes demócratas, como Pelosi o Schumer, reconsideran su postura también”, agrega el comentarista de CNN en Español.
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