J. J. Madueño

Benalmádena (Málaga)

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

05/06/2024


Actualizado a las 21:52h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

Pedro Sánchez ha convertido el mitin del PSOE en Benalmádena (Málaga) en un acto de exaltación de su mujer, Begoña Gómez, quien reapareció por sorpresa en público un día después de ser citada como imputada por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios el próximo 5 de julio en el Juzgado de Instrucción 41 de Madrid. Fueron 2.000 personas, según la organización, las que apoyaron a la esposa del presidente en un baño de masas en plena campaña electoral. Aplausos y vítores el día después de una nueva carta a la ciudadanía de Sánchez por la citación de Begoña Gómez como imputada, en la que sembró dudas sobre la instrucción del juez Juan Carlos Peinado y atribuyó todo a un campaña «de fango» mediante la que los líderes del PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, pretenden, a su juicio, «interferir» en las elecciones del próximo domingo.

La esposa del presidente del Gobierno fue coreada por los asistentes al recinto ferial de Los Nadales. «Begoña, Begoña», cantaban los acólitos bajo el sol con sombreros sin el logo del PSOE y abanicos rojos. Banderas socialistas y del arcoíris. Había dispuestas más de 1.000 sillas detrás de los asientos centrales en los que estuvo sentada en primera fila Begoña Gómez, entre Pedro Sánchez y María Jesús Montero.

Un acto en el que Sánchez dijo que hablaba «desde el corazón». «En estos día cuando han arreciado los ataques de la internacional ultraderechista, he sentido el compañerismo de una gran familia, que es el PSOE. Os lo agradecemos Begoña y yo», aseguró el presidente. En ese momento, Gómez juntó en un abrazo en la primera fila del público a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y a la vicepresidenta tercera y candidata europea del PSOE, Teresa Ribera. Sánchez siguió su discurso relatando que «en los momentos más difíciles» siempre supo que el camino socialista es «el más difícil, pero es el más justo. El que merece España y el que vamos a sacar adelante estos tres años de legislatura, mal que le pese a Feijóo y a Abascal». Previamente a su discurso, que cerraba el mitin, todos los oradores hicieron mención y elogio a Gómez, sonriente y aplaudiendo en primera fila. Desde el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, pasando por la propia Ribera hasta el invitado internacional para la ocasión, el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales y candidato oficial del Partido Socialista Europeo (PES), Nicholas Schmit.

Noticia Relacionada

Consulta la carta íntegra de Pedro Sánchez tras la citación de Begoña Gómez

ABC

El presidente del Gobierno se ha referido al «asedio vil de la derecha y la ultraderecha y el silencio de los tabloides digitales que enfangan el debate público». Y añadió que «no soy el primero» en recibir ataques de ese tipo, en un momento en el que mandó un saludo a la exministra Magdalena Álvarez, presente entre el público, quien se puso de pie para saludar, fuertemente ovacionada. «Somos muy conscientes del nexo de unión entre Abascal, Feijóo y Alvise [el candidato de Se Acabó la Fiesta, que según el CIS entrará en el Parlamento Europeo] con Hazte Oír, Manos Limpias y toda la máquina del fango», reseñó el líder socialista.

En la línea de su carta del martes por la noche, llamó el próximo domingo a que «toda la gente de izquierdas» vote al PSOE «para que gane la política sana y sea derrotada la sucia y la agenda reaccionaria». «En todas elecciones siempre hay un pregunta que tenemos que responder. O con Milei, Netanyahu, Abascal, Aznar y Feijóo o con el lado bueno de la historia», proclamó con gran énfasis, mientras era coreado al grito de «Pedro, Pedro».

Sánchez confrontó un modelo de «justicia social» con el de los hombres de negro y la motosierra de Milei al que acusó de venir a España a insultar de forma gratuita y faltando al respeto. Eso antes de mandar un abrazo al pueblo argentino y pedir un tiempo sin procesos electorales «para desplegar las políticas». Agenda que dice estar basada en una justicia social como «conquista». «Es el basamento de la convivencia», ha añadido, mientras comparaba a Feijóo y a Abascal con Meloni, Bolsonaro o Trump.

«Todo es fango. Este es el desafío», apuntó Sánchez, antes de acusar a PP y Vox de «poner la máquina del fango para imponer su agenda reaccionar con sus bulos». «La maquina del fango se fundamenta en bulos y la democracia en votos», concluyó .

Antes, habían pasado por el atril Juan Espadas, en medio del baño de masas a Begoña Gómez, quien llegó al recinto junto a la vicepresidenta Montero y al Secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. «Gracias por estar aquí con Begoña. Gracias Begoña. Hoy le dais una lección a todos esos de las palabras de fango. Por cada palabra de fango un puñado de votos», pidió Juan Espadas. Espadas atacó al PP andaluz y dio paso al líder de los socialistas europeos Nicolas Schimidt, que hizo un repaso del peligro que supone la extrema derecha en Europa con Le Pen en Francia o Meloni en Italia. Denunció el «acoso» que sufren «Pedro y Begoña» y les ofreció la solidaridad y apoyo de todos los socialistas europeos.

Teresa Ribera, la candidata en estas elecciones, reivindicó a Pedro Zerolo y su lucha con la bandera gay sobre el atril, desde el que llamó a no menospreciar lo que está pasando, «que no son cantos de sirena». «No se les pasará. Esperamos que no les sirva para nada, pero hay que tomárselo muy en serio», advirtió la titular de la cartera de Transición Ecológica, quien señaló que «frente a esos que se presentan con un programa del odio, muros y exclusión, o los que no tienen programa ni principios, solo barro y fango querida Begoña, querido Pedro, vamos a defender la transparencia».

«Frente al fango, la miseria y lo burdo, que vemos estos días que ocurre en nuestro país, hay que decir ‘no pasaran’», a lo que los asistentes contestaron coreando el «no pasarán» de la Guerra Civil. Sánchez y Gómez aplaudían en primera fila. La última vez que estuvieron juntos en un mitin fue el 21 de julio del año pasado, en Getafe (Madrid), para el cierre de la campaña de las generales del 23-J.