Marjorie de Sousa no pudo evitar sentir algo de nervios cuando supo que iba a compartir set de grabación con Fernando Colunga en el drama de época de Telemundo El Conde: amor y honor, que se transmite a las 10 p. m., hora del Este. “Era como un reto muy importante porque es una persona que impone mucho, sobre todo no lo conocía y si es así de ‘ay Dios mío'”, se sincera.
Pero fue comenzar a trabajar juntos y relajarse. “Fernando tiene una personalidad muy niño. Nadie se imagina de verdad [que es así]. Es un niño y siempre está compitiendo y te está retando”, confiesa. “Si no lo conoces, sí te impone mucho y si obviamente él ve que te puede imponer se ríe más y se mete más echándote bromas. Pero ya cuando lo conoces te relajas un poco y empiezas a entender su personalidad”.
La actriz venezolana destaca del galán mexicano que “es una persona de verdad demasiado disciplinada, graciosa; es una persona como muy picky con cada detalle, no solamente con sus escenas, sino estaba pendiente de todos: está pendiente de cada detalle, hasta del micrófono, la luz, de mil cosas”. “La verdad es que sí es un reto trabajar con él pero es un reto que yo agradezco porque conocí a un hombre que es muy admirado y entiendo por qué porque se lo ganó y la verdad es que sí fue un agasajo conocerlo y trabajar con él”, asevera.
En El Conde, De Sousa deja atrás las villanías de sus últimas telenovelas como La desalmada y Golpe de suerte para interpretar a Cayetana, una mujer muy avanzada para su época, de carácter alegre, inteligente, espontánea, apasionada y sincera cuyo destino se cruza con el del Conde Joaquín de Montenegro (Colunga), convirtiéndose en su gran amiga y protectora.
“Sí es antagónica pero no es mala”, aclara. “Es una mujer que ha sufrido mucho. Tiene una historia muy bonita, una mujer que tiene un pasado que ni ella recuerda bien porque se borra parte de su memoria y se aferra mucho al Conde Joaquín de Montenegro como un protector y en ese aferrarse a él empieza a creer que es de ella y que ella tiene el derecho de ganarse su corazón, y empieza a descubrir que no, que hay un pasado”.
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La actriz, quien supera los 10 millones de seguidores en Instagram, confiesa que disfrutó mucho “experimentar todo lo que las mujeres de esa época usaban”. “No me había tocado una historia de época y la verdad que fue agasajo ver todo, desde el maquillaje, el cabello, la ropa, cada detalle, cómo todos los personajes eran impecables en todos los sentidos y es impresionante estar en un proyecto así. Me sentaba y los miraba y decía ‘qué bonito nos vemos todos'”.
La intérprete de 44 años confía en que El Conde sea del agrado del público. “Esta historia ya la han contado muchas veces, la hemos visto en muchos lugares con diferentes actores. Yo creo que el hecho de vernos a nosotros mezclados es como muy atractivo. Aunque hayan hecho esta historia mil veces todos damos una cara muy diferente en cada versión que nos toca representar y esta versión es muy elegante, muy fina, supercuidada, [tiene] muy buenas actuaciones…”.
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