AT&T ha informado a las autoridades estadounidenses que hackers lograron acceder y robar datos de registros de llamadas y mensajes de texto de seis meses, afectando a un número significativo de sus clientes de la red celular. Aunque los datos sustraídos no incluyen nombres de clientes, la compañía ha tomado medidas para mitigar el impacto del incidente.
Hackers atacan a AT&T
El robo de datos se descubrió durante una investigación interna en abril. Allí se reveló que los hackers habían accedido ilegalmente a una plataforma en la nube de terceros utilizada por AT&T para almacenar registros de llamadas y mensajes de texto.
La información comprometida abarca desde el 1° de mayo hasta el 31 de octubre de 2022, así como el 2 de enero de 2023. Aunque el contenido de las comunicaciones no fue afectado, los registros incluían números de teléfono, lo que plantea un riesgo potencial de identificación de los usuarios mediante herramientas en línea.
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La respuesta de AT&T ante los ataques de hackers
En respuesta al ataque, AT&T ha implementado medidas adicionales de ciberseguridad, incluyendo el cierre del punto de acceso utilizado por los hackers. La compañía contacta a los clientes afectados para informarles del incidente y ha reforzado su colaboración con las fuerzas del orden para identificar y capturar a los responsables del robo de datos. AT&T ha confirmado que al menos una persona ha sido detenida en relación con este caso.
En su presentación ante la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. (SEC), AT&T aseguró que los datos comprometidos no incluyen información personal identificable, como tampoco los nombres de los clientes.
Sin embargo, reconoció que los números de teléfono podrían ser utilizados para identificar a los usuarios a través de herramientas en línea. La compañía también informó que el Departamento de Justicia de EE. UU. exigió que se divulgara públicamente la información del hackeo en mayo y junio de 2023, cumpliendo con las regulaciones de la SEC.
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AT&T: consecuencias del ataque de hackers para el futuro
AT&T ha tranquilizado a sus clientes afirmando que, hasta la fecha, no hay evidencia de que los datos robados se hayan hecho públicos. La empresa también aseguró que este incidente no afectará sus operaciones ni tendrá un impacto negativo en sus resultados financieros. No obstante, el ataque pone de relieve los desafíos continuos que enfrentan las grandes empresas en términos de ciberseguridad y protección de datos.
La red inalámbrica de AT&T conecta a 127 millones de dispositivos, según su informe anual de 2023, lo que subraya la importancia de mantener altos estándares de seguridad para proteger la información sensible de sus usuarios.
La compañía aún trabaja para mejorar sus protocolos de seguridad y evitar futuros incidentes de este tipo, mientras colabora estrechamente con las autoridades para llevar a los responsables ante la justicia.
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