En Colombia, el panorama de la desnutrición infantil es alarmante: según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), entre 2022 y 2023 la desnutrición aguda en menores de 5 años en Colombia creció en 3.029 casos, un aumento del 14,29 por ciento. Es decir, que cada día del año se registraron 66 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años. En ese contexto, productos como los suplementos dietarios juegan un papel clave, de acuerdo con algunos pediatras y nutricionistas.
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Si bien es cierto que este tipo de productos, muy populares con marcas como Tarrito Rojo o Cerebrit, no son suficientes para entregar una nutrición completa, en casos donde no hay una alimentación adecuada o hay problemas alimenticios sí pueden llegar a ofrecer una suplementación de vitaminas y minerales. Sin embargo, estos productos, de venta libre, podrían quedar prohibidos para los niños, de acuerdo con un borrador de decreto en el que trabaja actualmente el Ministerio de Salud y que EL TIEMPO conoció en exclusiva.
La normativa, que actualmente se encuentra publicada para comentarios, tiene el objetivo de establecer “las condiciones y requisitos sanitarios en materia de suplementos dietarios”. De acuerdo con el borrador de decreto, se entiende como suplemento dietario “aquel producto que cumple con todas las siguientes condiciones: a) ser elaborado para incrementar o adicionar a la alimentación normal diaria de las personas sanas; b) ser de consumo exclusivo por vía oral y estar presentado en las formas farmacéuticas autorizadas; y c) contener nutrientes solos o en combinación, tales como proteína, aminoácidos, ácidos grasos, vitaminas y minerales, así como otros ingredientes autorizados, pero no sustancias con acción farmacológica o terapéutica (de acuerdo con su concentración)”.
En ese sentido, en el artículo 5 del borrador de decreto se establece que dichos suplementos dietarios “solo deben formularse para adultos sanos (personas mayores de 18 años). No deben estar formulados para mujeres gestantes y lactantes”. Dicha decisión ha causado revuelo en la industria, que asegura que actualmente muchos de estos productos no solo vienen con dosificación para niños sino que además tienen presentaciones enfocadas específicamente en menores, que buscan complementar su alimentación, como es el caso de Tarrito Rojo Kids.
¿Qué dicen los expertos?
Pero además, la discusión también ha sido entre expertos en nutrición, quienes se dividen entre opiniones sobre si es positivo o negativo que este tipo de suplementos queden vetados para los menores de edad.
Según explica el experto en salud pública Luis Jorge Hernández, director de Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, esta decisión “es grave” porque el Estado sigue fallando en ofrecer una alimentación 100 % completa y balanceada a grupos etarios como los menores de edad y las embarazadas, que puede suplementarse con este tipo de productos, que ahora estarían prohibidos. “Los suplementos nutricionales aportan micronutrientes esenciales en los cuales hay déficit documentado en estos grupos poblacionales: calcio, hierro, vitamina A e incluso vitamina D. El prohibirlos en menores de 18 años y en gestantes atenta contra la salud pública”, señaló Hernández.
El médico salubrista asegura que la decisión de prohibirlos en menores podría producir un aumento en las brechas de malnutrición. “Estos productos se requieren para complementar la alimentación que no es posible cubrir, ya sea por acceso físico o económico, y que no se ha garantizado. También en situaciones de deficiencias que se han presentado desde hace años, incluso desde la Encuesta Nacional de Situación Nutricional 2015. No tenemos datos recientes para tomar este tipo de decisiones. Hay riesgo de incrementar las brechas de malnutrición por deficiencias de micronutrientes esenciales y desnutrición”, enfatizó el experto.
Sin embargo, la médico y especialista en nutrición clínica pediátrica, Leonor Medina, tiene una opinión distinta. Para ella sí es una decisión acertada que el Estado entre a regular estos productos, dado que en muchos casos estos suplementos dietarios son usados como fuente de nutrición, lo que no es necesario si se lleva una alimentación balanceada.
“Me parece muy bien que se regule. Muchas veces los aportes de estos productos no cubren requerimientos, tienen componentes que de pronto no son necesarios en los niños como azúcares. Hay muchos papás que confían en que le están dando un suplemento y dejan de darles los alimentos que realmente necesitan. Un niño con una alimentación adecuada, es decir con todos los grupos de alimentos y un número de comidas adecuado realmente no necesita estos suplementos”, señala Medina.
En su concepto, cuando un menor de edad requiere de algún complemento dietario adicional, este debería ser formulado por un médico o nutricionista experto. “Ahí es donde entra uno a formular los suplementos. Está bien que sean regulados y no vendidos de manera indiscriminada prometiendo cosas que de pronto no están cumpliento como los requerimiento que realmente necesitan los niños”, agrega la experta.
EL TIEMPO se comunicó con el Ministerio de Salud, para consultar las razones de la reglamentación establecida en el borrador de decreto, pero hasta la publicación de este artículo no ha obtenido respuesta.
Por su parte, el Invima, que será la entidad encargada de hacer cumplir dicha normativa como órgano de vigilancia y regulación de medicamentos en el país, le dijo a este diario que “actualmente nuestra entidad realiza la revisión del documento. Se encuentra en consulta pública para que las entidades y ciudadanos realicen las observaciones del caso” y que es el Ministerio de Salud, a través del área de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social quienes han desarrollado la reglamentación.
EDWIN CAICEDO
Periodista de Medioambiente y Salud
@CaicedoUcros
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