Una semana antes del inicio de la Convención Nacional Republicana, el partido aprobó sin debates ni oposición interna su plataforma o declaración de principios de cara a la nominación de Donald Trump como candidato oficial a la presidencia en las elecciones pautadas para celebrarse el 5 de noviembre.
Y a diferencia de la declaración de principios de reforma migratoria en 2014, que incluyó un camino a la ciudadanía para algunos dreamers y la legalización para el resto de indocumentados que carecen de antecedentes criminales y cumplen una serie de otros requisitos, una década más tarde prometen llevar a cabo la “operación de deportación más grande de la historia de Estados Unidos”.
La declaración también establece el “cierre de la frontera” para detener lo que define como la “invasión migrante”, sin hacer referencia alguna al respeto del debido proceso migratorio aprobado por el Congreso. En otro principio, la Convención prescribe “detener” lo que denomina como “epidemia del crimen migrante”, asociando los movimientos migratorios -que se vienen registrando desde 2013- a los “cárteles extranjeros de la droga” y no a las causas que generan la huida de personas de sus países de origen en busca de un mejor futuro para sus familias.
A la pregunta respecto a documentos que detallen el plan migratorio del expresidente Donald Trump que fueron considerados para la redacción de la declaración, , Jaime Florez, director de comunicaciones y alcance hispano del Comité Nacional Republicano, dijo a Univision Noticias que “no hay otro documento” Y que, “habrá más documentos que serán publicados, pero durante la convención”, que se celebrará entre el 15 y el 18 de este mes en el Fiserv Forum en Milwaukee, Wisconsin.
¿Puede haber deportaciones masivas?
Retórica de campaña o no, lo cierto es que la amenaza fue reiterada por la Convención. La primera vez que el virtual candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano ahondó en el tema fue en noviembre del año pasado, tras conocerse que el expresidente estaba planeando una expansión extrema de su política migratoria de ‘tolerancia cero’ aplicada durante su primer mandato que incluyó la separación forzada de miles de familias en la frontera con México cuando venían en busca de asilo.
La versión actualizada del plan migratorio de Trump también incluye la reinstalación del Programa Permanecer en México (MPP) que obliga a quienes buscan asilo esperar en México la resolución de sus casos en tribunales estadounidenses y la construcción de grandes centros de detención de extranjeros en la frontera, idea que ha sido comparada por opositores con campos de concentración.
En septiembre del 2023, durante un mitin en Iowa, Trump dijo: “Siguiendo el modelo de Eisenhower, llevaremos a cabo la operación de deportación nacional más grande en la historia de Estados Unidos”. La cita fue en referencia a una campaña desarrollada en 1954 para arrestar y expulsar a inmigrantes mexicanos que recibió su nombre de un insulto étnico, “Operación Espalda Mojada”, señala un reportaje del diario The New York Times.
Para la abogada de inmigración Lilia Velázquez, profesora adjunta de la facultad de leyes en la Universidad de California, en San Diego, la amenaza de deportaciones masivas e históricas lanzada por el expresidente e incluida en la declaración de principios de la Convención Nacional Republicana, “es legal siempre y cuando se cumpla con el debido proceso migratorio aprobado por el Congreso de Estados Unidos”.
Velásquez agrega que “la política migratoria obviamente cuenta con el debido proceso”. Y agrega que “eso no significa que las personas no van a ser deportadas. Pero las personas, todas las personas en este país tienen derecho a un juicio y presentar una defensa” para, en este caso, defender sus derechos de permanencia.
Ahora bien, “si una persona está en el país ilegalmente y tiene derecho un juicio y no ha sido deportada, tiene derecho a su día en corte, a un juicio. Pero si ha sido deportada antes, no lo tiene. Es importante que las personas conozcan sus derechos”, advirtió.
Del aplauso al miedo
Cuando los republicanos mostraron sus principios de reforma migratoria en 2014, organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes aplaudieron la iniciativa. “Damos la bienvenida a los republicanos de la Cámara de Representantes en el debate de la reforma migratoria”, dijo en esa ocasión Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice. “Nos alienta que los republicanos se están preparando para tomar medidas y estoy contento de que incluirá a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos”.
Diez años más tarde de aquellas declaraciones, la nueva directora ejecutiva de la organización Vanessa Cárdenas, dice que la plataforma republicana 2024 “es otro vergonzoso reflejo del estrepitoso descenso del Partido Republicano al extremismo personificado por su virtual candidato a la presidencia, Donald Trump”.
“No es de extrañar que en materia migratoria el eje central del documento sean las deportaciones masivas, sellar y militarizar la frontera y revivir políticas públicas como el MPP, el veto musulmán y el Título 42, entre muchas otras nefastas propuestas”, indicó.
Cárdenas también dijo que “otra prueba del extremismo que abraza el Partido Republicano es el empleo de lenguaje de teorías conspirativas de nacionalistas blancos como ‘invasión” y ‘fronteras abiertas’ que han tenido consecuencias mortales a través del país. Evidentemente, hace mucho que el Partido Republicano dejó de ser el partido de Ronald Reagan, el presidente republicano que promulgó una verdadera amnistía en 1986”.
Gustavo Torres, director ejecutivo de CASA, una organización proinmigrante con sede en Maryland dijo a Univision Noticias que la plataforma 2024 anunciada el martes “es una plataforma racista. Es lo que se esperábamos, una plataforma que habla de nuestra comunidad como si fuera una comunidad criminal, como si no aportara nada al bienestar y el engrandecimiento de Estados Unidos. No la respaldamos, la rechazamos tajantemente”.
Otros temas incluidos en la declaración prometen acabar con la inflación, hacer de Estados Unidos el productor de energía dominante del mundo, defender el derecho de portación de armas, convertir el ejército en el mejor del mundo, cancelar el mandato de vehículos eléctricos y mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos, entre otros principios.
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