SAN JUAN (AP) — El huracán Beryl adquirió la fuerza de lo que los expertos denominaron como una tormenta de categoría 4 “extremadamente peligrosa” cuando se aproxima al sureste del Caribe, que comenzó a prepararse entre peticiones urgentes de las autoridades de que la población busque cobijo.
Había alertas de huracán en vigor para Barbados, Santa Lucía, Granada y San Vicente y las Granadinas. Se tiene previsto que el vórtice de Beryl pase a unos 112 kilómetros (70 millas) al sur de Barbados el lunes por la mañana, dijo Sabu Best, director del servicio meteorológico de Barbados.
“Es una situación muy grave la que se está planteando” para las islas de Barlovento norteñas, advirtió el Centro Nacional de Huracanes en Miami, que añadió que se pronosticaba que Beryl “traiga vientos que ponen en riesgo la vida y marejada ciclónica… como un huracán extremadamente peligroso”.
Beryl se ubicaba a unos 570 kilómetros (335 millas) al este-sureste de Barbados. Tenía vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora (130 millas por hora) y se movía hacia el oeste a 33 km/h (21 mph). Es una tormenta compacta, y sus vientos con fuerza de huracán se extendían 30 kilómetros (15 millas) desde su centro.
Se pronosticaba que Beryl pasara al sur de Barbados el lunes temprano y después entrara en el mar Caribe como un potente huracán con rumbo a Jamaica. Se prevé que se debilite a mediados de semana, pero seguirá con fuerza de huracán cuando se dirija hacia México.
Beryl se había fortalecido hasta convertirse en un huracán de categoría 3 el domingo por la mañana, convirtiéndose en el primer gran huracán al este de las Antillas Menores registrado en junio, según Philip Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
En tan sólo 42 horas Beryl pasó de depresión tropical a huracán de gran intensidad, una hazaña que sólo se ha logrado otras seis veces en la historia de los huracanes del Atlántico, y con el 1 de septiembre como fecha más temprana, según el experto en huracanes Sam Lillo.
Beryl se convirtió en el huracán de categoría 4 que se ha registrado más pronto en la temporada, superando al huracán Dennis, que se convirtió en tormenta de categoría 4 el 8 de julio de 2005, dijo el especialista en huracanes y experto en mareas tormentosas Michael Lowry.
“Beryl es un huracán extremadamente peligroso e inusual para esta época del año en esta zona”, dijo en una entrevista telefónica. “Inusual es un eufemismo. Beryl ya es un huracán histórico y aún no ha golpeado”.
El huracán Iván en 2004 fue el último huracán más fuerte que azotó el sureste del Caribe, causando daños catastróficos en Granada como tormenta de categoría 3.
“Así que se trata de una amenaza seria, muy seria”, dijo Lowry refiriéndose a Beryl.
Reecia Marshall, que vive en Granada, estaba trabajando el domingo en un hotel local, preparando a los huéspedes y pidiéndoles que se alejaran de las ventanas mientras almacenaba comida y agua para todos.
Dijo que era una niña cuando el huracán Iván azotó la zona, y que no teme a Beryl.
“Sé que forma parte de la naturaleza. No me importa”, afirma. “Simplemente tenemos que vivir con ello”.
Los meteorólogos advirtieron de una peligrosa marejada ciclónica de hasta 3 metros (9 pies) en zonas donde Beryl tocara tierra, con hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de agua para Barbados y las islas cercanas.
Se formaron largas filas en gasolineras y tiendas de alimentación en Barbados y otras islas mientras la gente se apresuraba a prepararse para una tormenta que ha batido récords y ganado fuerza con rapidez para pasar de ser una tormenta tropical con vientos de 56 km/h (35 mph) el viernes a un huracán de categoría 1 el sábado.
Las aguas cálidas alimentan al sistema, y el contenido de calor oceánico en lo profundo del Atlántico es el más alto del que se tiene registro en esta época del año, de acuerdo con Brian McNoldy, investigador de meteorología tropical de la Universidad de Miami.
Había miles de personas en Barbados para asistir la final de la Copa Mundial de Críquet Twenty20, considerada el evento más importante del críquet. La primera ministra Mia Mottley señaló que no todos los aficionados podían marcharse el domingo pese a que muchos se apresuraban a cambiar sus vuelos.
“Algunos de ellos nunca han pasado por una tormenta antes”, dijo. “Tenemos planes para cuidar de ellos”.
Los dirigentes caribeños se estaban preparando no sólo para Beryl, sino también para un grupo de tormentas eléctricas que siguen al huracán y que tienen un 70% de probabilidades de convertirse en depresión tropical.
“No bajen la guardia”, dijo Mottley.
Beryl es la segunda tormenta con nombre en lo que se prevé será una temporada de huracanes muy activa, la cual se extiende desde el 1 de junio al 30 de noviembre en el Atlántico. Hace algunos días, la tormenta tropical Alberto tocó tierra en el noreste de México, generando intensas lluvias que provocaron el fallecimiento de cuatro personas.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos predice que la temporada de huracanes de 2024 será muy superior a la media, con entre 17 y 25 tormentas con nombre. Se prevén hasta 13 huracanes y cuatro huracanes de categoría 3 o mayor.
Una temporada promedio de huracanes en el Atlántico produce 14 tormentas con nombre, siete de ellas huracanes y tres huracanes de categoría 3 o superior.
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