En los últimos 30 años, el pronóstico para los pacientes con esclerosis múltiple ha mejorado significativamente. Antes, cuando la enfermedad era desconocida y no se contaba con tratamientos, la probabilidad de llegar a los 40 años con una discapacidad de grado 3 era del 86%. Ahora, con 14 tratamientos disponibles y un diagnóstico precoz, esa probabilidad se ha reducido al 20%. A esta mejora en el pronóstico a largo plazo ha contribuido en gran medida el pionero trabajo en España del Dr. Xavier Montalban, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Universitario Vall d’Hebron, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat), jefe del grupo de Neuroinmunología Clínica del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), profesor de Neurología de la Universidad Autónoma de Barcelona y catedrático de Neurología de la UVic-UCC, y por lo que ha sido galardonado con el Premio Fundación Lilly de Investigación Biomédica Clínica 2024, que se entregó ayer en Madrid.
El liderazgo y dedicación a la investigación biomédica de Montalban continúan marcando el camino hacia un futuro en el que la esclerosis múltiple sea cada vez más manejable y menos devastadora para quienes la padecen. Como próximos retos, subraya que es necesario continuar investigando tratamientos neuroprotectores y reparadores. “Ahora mismo estamos siendo muy eficaces en suprimir la inflamación focal. Pero en la neurodegeneración lenta somos mucho peores. Estamos trabajando en proyectos específicos con el objetivo de neuroproteger y reparar”, señala Montalban. De hecho, como miembro del Comité Científico de la International Progressive MS Alliance, está involucrado en la búsqueda de tratamientos que no solo supriman la inflamación, sino que también reparen el daño neurológico.
El Dr. Montalban, además, está inmerso en la búsqueda de nuevas maneras de controlar la esclerosis múltiple mediante dispositivos portables y tecnología smartphone. Un ejemplo de ello es la iniciativa RADAR-CNS.
IA para determinar el tratamiento óptimo
Durante su trayectoria, el Dr. Montalban ha trabajado extensamente en la identificación de factores pronósticos clínicos, radiológicos y biológicos para un diagnóstico precoz de la enfermedad. En 1995, creó un centro pionero, el Cemcat, donde, gracias a una cohorte prospectiva de pacientes, lleva controlando desde miles de casos que han proporcionado datos clave para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la esclerosis múltiple.
En este centro han podido desarrollar modelos de medicina personalizada, utilizando inteligencia artificial para analizar datos y crear algoritmos que permitan determinar tratamientos óptimos para cada paciente. “La creación de esta cohorte ha sido el acierto más importante de mi vida académica. Aunque la enfermedad sigue teniendo un impacto psicológico y físico considerable, ahora muchos pacientes pueden mantener una calidad de vida alta y llevar una vida normal”, afirma Montalban.
Un líder mundial en investigación de la esclerosis múltiple
El Dr. Montalban ha liderado investigaciones que han cambiado la comprensión y el tratamiento de la esclerosis múltiple. Una de sus contribuciones más destacadas ha sido la demostración de que la enfermedad avanza incluso sin brotes aparentes, lo que ha modificado el abordaje terapéutico para intervenir de manera temprana y mejorar el pronóstico a largo plazo.
“Ahora sabemos que la esclerosis múltiple es un continuo, que no hay una forma de brotes y otra progresiva. Los mecanismos patogénicos son los mismos a lo largo de toda la enfermedad. Por eso, es crucial intervenir rápidamente tras el diagnóstico para mejorar el pronóstico a largo plazo”, explica.
Además, rara vez ha habido un ensayo de investigación de una terapia modificadora de la enfermedad en el que no haya jugado un papel importante en la planificación y ejecución del ensayo y en la integración final de la terapia dentro de la práctica contemporánea.
El Dr. Montalban remarca que, sin el trabajo de equipo, nada de esto hubiese sido posible.
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