Rusia lanzó este miércoles un bombardeo sobre una zona residencial de Krivi Rig, la ciudad natal del presidente Volodimir Zelensky, dejando al menos nueve muertos, 29 heridos y cuatro desaparecidos. El ministro del Interior, Igor Klimenko, confirmó el hecho en la región de Dnipropetrovsk, en el centro del país, y sumó que cinco de las víctimas no fatales eran niños.
Zelensky difundió en sus redes sociales un video en el que se ven los escombros de los edificios y los servicios de seguridad trabajando en la zona y asistiendo a los afectados. Acompañó las imágenes de un mensaje para las familias de los difuntos y aprovechó para insistir a los aliados de Occidente por el envío de más baterías Patriot.
“Cada día y a cada hora, el terror ruso muestra que Ucrania junto con sus aliados tiene que reforzar sus defensas aéreas. Los sistemas antiaéreos modernos de defensa pueden ofrecer una protección máxima a la gente, a nuestras ciudades, a nuestras posiciones. Los necesitamos muchísimo”, escribió.
Durante la noche, las Fuerzas rusas también lanzaron una serie de ataques aéreos sobre Kiev y otras cinco ciudades, de los que las tropas locales lograron derribar al menos dos docenas de objetivos aéreos, entre ellos misiles de crucero, un misil balístico Kinzhal y drones Shahid.
En medio de estas reiteradas ofensivas, la víspera Zelensky aprovechó la celebración de la tercera Conferencia para la Reconstrucción de su país y apuntó que “ha llegado el momento de que nuestros socios nos den todas las armas para que podamos echar a los rusos” mientras que el canciller alemán, Olaf Scholz, precisó que lo que el Ejército de Kiev “necesita con más urgencia son municiones y armas, especialmente para la defensa antiaérea”, como el tercer sistema Patriot que Berlín enviará en las próximas semanas, o los Iris-TSLM y los Gepard.
Estos episodios tuvieron lugar días antes de que varios mandatarios de Occidente se reúnan en Suiza durante el fin de semana para celebrar la cumbre por la paz en Ucrania, que explorará caminos hacia una solución definitiva, así como la mejor manera de incorporar a Rusia en dichas negociaciones.
“Vamos a acoger esta conferencia para la paz porque estamos listos para poder llevar el diálogo hasta el más alto nivel político, para confrontar todos los puntos de vista y ver cómo Rusia puede estar implicada”, dijo al respecto el ministro suizo de Asuntos Exteriores, Ignazio Cassis.
Puntualmente, las conversaciones estarán centradas en tres ejes, considerados esenciales de cara a los siguientes pasos. Ellos son la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la situación humanitaria y de los prisioneros de guerra. A su término, se prevé la confección de una declaración que delinee las bases para continuar.
Por su parte, Zelensky sigue buscando apoyo en otros aliados. En las últimas horas se conoció que este jueves viajará a Italia y firmará junto a Joe Biden un acuerdo bilateral de seguridad, que se sumará a las decenas de paquetes de asistencia militar que ya ha anunciado la Casa Blanca.
“Los líderes firmarán un acuerdo bilateral de seguridad, dejando en claro que nuestro apoyo perdurará en el futuro. Reafirmará la cooperación continua entre Ucrania y Estados Unidos, especialmente en el ámbito de Defensa y Seguridad”, dijo el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, antes de insistir en que “queremos demostrar que apoyamos al pueblo de Ucrania, que estamos con ellos, y que seguiremos apoyándolos en sus necesidades de seguridad, no solo mañana sino en el futuro”. No hizo mención, sin embargo, a un nuevo envío de sistemas de defensa.
(Con información de AFP, AP y EFE)
[
,
,