Verónica Abad, vicepresidenta de Ecuador, será vinculada a la investigación por tráfico de influencias denominada Caso Nene. Así lo anunció el Ministerio Público, a través del fiscal Carlos Alarcón. El proceso será elevado a la Unidad de Fuero de Corte Nacional para notificarla. La segunda mandataria reside en Israel desde diciembre de 2023, pues por delegación del presidente Daniel Noboa se la nombró como embajadora en ese país.
En marzo, el hijo de Abad, Sebastián Barreiro, fue arrestado con prisión preventiva dentro del caso en mención. Un ex funcionario de la vicepresidencia lo acusó de haberle solicitado dinero a cambio de un cargo en la Vicepresidencia. Barreiro estuvo detenido en la cárcel de máxima seguridad La Roca de Ecuador y fue liberado tras pagar una fianza de USD 20.000.
Ahora, según indicó el fiscal Alarcón, hay evidencias que involucran a la vicepresidenta Abad en el delito investigado, entre ellas registros telefónicos. El pasado 3 de junio, tras varias convocatorias a presentar su testimonio dentro del caso, Abad se presentó ante las autoridades fiscales pero se acogió a su derecho al silencio, pues, según su defensa, el Ministerio Público se negó a informarles si Abad hablaría en calidad de testigo o procesada. Asimismo, semanas atrás, la defensa de Abad dijo a La Hora de Ecuador que la vicepresidenta no podía rendir su testimonio porque la ley impide que una madre testifique contra su hijo y además, al ser vicemandataria tiene fuero de Corte, es decir, solo puede ser requerida por autoridades nacionales como un juez de la Corte Nacional de Justicia o por la Fiscal General.
Tras conocer la decisión de la Fiscalía, Infobae se contactó con el equipo de la Vicepresidenta para conocer su reacción. Sin embargo, se informó a este medio que “por ahora” Abad evitaría cualquier pronunciamiento.
La vicepresidenta ha asegurado que la investigación penal contra su hijo es parte de la persecución que el presidente Noboa ha emprendido en su contra. Desde que asumieron el poder se evidenció la ruptura política entre ambos. El 4 de junio, en exclusiva con Infobae, Abad indicó que Noboa está “usando instrumentos como es la institucionalidad del país para poder manipular justicia, para poder manipular los diferentes organismos”.
Semanas atrás, en una entrevista con RTS, la secretaria de Comunicación, Irene Vélez, dijo que el gobierno conocía que había indicios suficientes de que Abad estaba involucrada en actos de corrupción. La vicepresidenta respondió dichas acusaciones y dijo a este medio que incluso interpondrá acciones legales por el daño moral que se le está causando desde el Ejecutivo: “Cuando pierdes la bandera de lo que es realmente la política, lo llevas a un término de enemigos y empiezas a tener acciones contra no solo una persona, así con su familia… Esto aparte del egocentrismo, aparte del autoritarismo que demuestra esto, estás usando instrumentos como es la institucionalidad del país para poder manipular ls justicia, para poder manipular los diferentes organismos”.
El oficialismo ha señalado que Abad, quien siempre se ha opuesto al correísmo, tendría un pacto con el movimiento afín a Rafael Correa, puesto que una legisladora de ese partido pidió que se exhorte al presidente Noboa a que le encargue la presidencia, como indica la Constitución, a Abad mientras él se dedica a la campaña para elegirse en un periodo completo. Esto ante la negativa de Noboa y de su administración de permitir que Abad lo reemplace durante el tiempo de campaña. De acuerdo con el gobierno y la bancada del oficialismo, Abad querría indultar a Correa, sentenciado por corrupción, de llegar al poder. Sin embargo, esto no es permitido por las leyes ecuatorianas.
Con Infobae, Abad también desmintió tener alguna alianza con el correísmo y recordó que ella se opuso, desde el inicio del gobierno, a que Noboa pactara en la Legislatura con dicho partido. Esa alianza posteriormente se rompió.
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