Champiu00f1ones radiaciu00f3n ultravioleta telarau00f1a (Foto Univ La Rioja)

Un equipo de investigadores de la Universidad de La Rioja (UR) ha logrado frenar la propagación de la enfermedad de la ‘telaraña” del champiñón, mediante el uso de radiación ultravioleta UV-B en ensayos de laboratorio.

Este tipo de radiación evita la propagación del moho que causa la “telaraña” del champiñón, que es una de las principales enfermedades de este cultivo, han informado este viernes los investigadores que han desarrollado esta técnica, y que acaban de publicar su hallazgo en la revista científica internacional Agriculture.

La investigación forma parte de la tesis doctoral que Raquel Hidalgo Sanz desarrolla en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja, en colaboración con otros investigadores de las áreas de Fisiología Vegetal, Tecnología de los Alimentos y Producción Vegetal y que cuenta también con la participación del Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH) y de la empresa riojana Clean-BIOtec.

Una dosis adecuada de radiación ultravioleta UV-B es capaz de inactivar las esporas producidas por el hongo Cladobotryum mycophilum, causante de una grave enfermedad del champiñón (Agaricus bisporus) conocida como “pelo” o “telaraña”, que provoca importantes daños en los cultivos, mermando su producción, ha detallado la Universidad de La Rioja, en una nota.

“Las esporas son las células del hongo capaces de reproducir la enfermedad, diseminándola a champiñones sanos, por lo que su destrucción evita la propagación de moho y limita los efectos de la infección”, explican los investigadores en el artículo científico.

Además de su eficacia, los científicos han corroborado que la cantidad de radiación UV-B capaz de destruir las esporas del moho no presenta ningún efecto nocivo sobre el desarrollo del micelio del propio champiñón.

“Este es el primer estudio que demuestra simultáneamente que la radiación UV-B puede eliminar las esporas y, aunque menos eficientemente, los micelios de mohos micopatógenos, sin afectar los micelios de los hongos cultivados”, precisan los científicos.

Una de las principales ventajas de esta técnica es que evita la adición de productos químicos (fungicidas) para controlar la enfermedad, por lo que resulta completamente inocua para los consumidores.

La investigación ha sido realizada en cultivos de champiñón en laboratorio, por lo que es preciso comprobar la utilidad de esta prometedora técnica para el control de la “telaraña” en cultivos comerciales.

La “plaga del pelo” o “telaraña” del champiñón es una de las principales enfermedades en cultivos de setas comestibles. En La Rioja, se estima que origina una pérdida de productividad del 30% en el sector del champiñón.

Por el momento, solo se dispone de un fitosanitario autorizado, al que el hongo está generando resistencia.

“Nuestros resultados abren la puerta al uso de la radiación UV-B en el control de las principales enfermedades fúngicas de las setas cultivadas, emergiendo como una sólida alternativa o complemento al uso de fungicidas tradicionales”, concluye el equipo investigador. 

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By Diario

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