¿De qué se acusa a Hunter Biden? ¿Qué penas puede recibir? Las claves del juicio al hijo de Joe Biden

¿De qué se acusa a Hunter Biden? ¿Qué penas puede recibir? Las claves del juicio al hijo de Joe Biden | EL PAÍS US

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¿De qué se acusa a Hunter Biden? ¿Qué penas puede recibir? Las claves del juicio al hijo de Joe Biden

Los tres delitos por la compra y posesión de un revólver están penados con un máximo total de 25 años de prisión, pero no se suele imponer un castigo tan alto en un caso así

Hunter Biden
Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su mujer, Melissa Cohen Biden, llegan al primer día de juicio este lunes en Wilmington (Delaware).Kevin Lamarque (REUTERS)

Hunter Biden se detuvo el 12 de octubre de 2018 en el StarQuest Shooters & Survival Supply, una tienda de armas de fuego junto a la carretera 202, al norte de Wilmington (Delaware). Más que una tienda, es un arsenal. Sus vitrinas están repletas de pistolas, fusiles y rifles semiautomáticos. El hijo de Joe Biden decidió comprar un revólver Colt Cobra 38SPL. Para ello, rellenó el impreso 4473, un formulario de varias páginas de letra pequeña. La pregunta 11.e) le pedía contestar a si era consumidor ilegal o adicto a cualquier estimulante, droga narcótica o cualquier otra sustancia controlada. Hunter Biden puso una equis en la casilla del no. Una nota al pie le pedía certificar que sus respuestas eran “verdaderas, correctas y completas”, le advertía de que tenía prohibido comprar un arma si contestaba afirmativamente a dicha pregunta y de que hacer una declaración falsa al respecto era un delito. Hunter Biden compró el revólver. La pistola acabó 11 días después en un cubo de basura de un supermercado de Greenville, a unos 10 minutos en coche de la armería. Más de cinco años después, Hunter Biden ha acabado en el banquillo de los acusados, convertido en el primer hijo de un presidente de Estados Unidos juzgado en un caso penal.

El juicio, que se celebra en Wilmington (Delaware), ha empezado este lunes con la selección del jurado. Son 12 personas (seis hombres y seis mujeres), más cuatro suplentes (todas mujeres), que tienen a disposición más de 20 páginas de instrucciones sobre cómo deben llevar a cabo su tarea: “Sus deliberaciones son secretas. No tendrán que explicar su veredicto a nadie. Su veredicto debe ser unánime; los 12 deben estar de acuerdo o no habrá veredicto. Al final de todas las pruebas, discutirán el caso entre ustedes en la sala del jurado, y en última instancia cada uno de ustedes tendrá que tomar su propia decisión”, señalan esas instrucciones.

Estas son las claves del caso:

¿De qué se acusa a Hunter Biden?

El hijo del presidente está acusado de tres delitos, declaración falsa al comprar un arma de fuego; declaración falsa en los documentos a mantener en los archivos del vendedor del arma y posesión ilegal de un arma de fuego. Los fiscales sostienen que era consumidor de drogas y adicto cuando compró el revólver. En los dos primeros se le acusa de mentir en el formulario y en el tercero, de la posterior posesión del Colt.

En particular, se acusa a Biden de vulnerar las siguientes disposiciones del Título 18 del Código de Estados Unidos, el equivalente al código penal: la sección 922(a)(6), que castiga a “cualquier persona que, en relación con la adquisición o intento de adquisición de cualquier arma de fuego o munición de un importador con licencia, fabricante con licencia, distribuidor con licencia o coleccionista con licencia, haga a sabiendas cualquier declaración oral o escrita falsa o ficticia o proporcione o exhiba cualquier identificación falsa, ficticia o tergiversada, con la intención o la probabilidad de engañar a dicho importador, fabricante, distribuidor o coleccionista con respecto a cualquier hecho relevante para la legalidad de la venta u otra disposición de dicha arma de fuego o munición”.

El segundo delito imputado es vulnerar la sección 924(a)(1)(A), que castiga a quien “hace a sabiendas cualquier declaración o representación falsa con respecto a la información requerida por este capítulo para ser mantenida en los registros de una persona con licencia (...)” para la venta de armas.

El tercer delito es por vulnerar la disposición (sección 922(g)(3)) que declara ilegal la posesión de un arma de fuego o de munición a quien sea “un usuario ilegal o adicto a cualquier sustancia controlada”.

¿Qué penas puede recibir?

En el momento de la imputación, el juzgado dejó claras en un documento las penas máximas a las que se enfrenta Hunter Biden. Hasta 10 años por el primer delito, 5 por el segundo y otros 10, por el tercero, junto a multas de hasta 250.000 dólares por cada uno de ellos y hasta tres años de libertad vigilada. En total, pues, el máximo sería de 25 años de cárcel, pero se trata de penas máximas. Para alguien sin antecedentes, rehabilitado y cuando la compra y posesión ilegal del arma no esté acompañada por ningún otro delito violento, no son frecuentes las penas de cárcel.

¿Cómo se desarrolla el juicio?

Tras la selección del jurado, toca el turno de los alegatos iniciales, empezando por el del fiscal. Luego, la fiscalía debe presentar pruebas de los delitos de los que acusa a Hunter Biden. Pueden ser documentos o declaraciones de testigos, a quienes la defensa pueda también interrogar. Tras la acusación, los abogados de Hunter Biden pueden presentar sus propias pruebas y testigos, si lo desean. Al acabar su turno, fiscal y acusación presentarán sus conclusiones en sus alegatos finales. La jueza dará luego instrucciones al jurado, que se retirará a deliberar. Se pronunciará sobre cada delito y necesita hacerlo por unanimidad para que haya una decisión.

¿Qué debe probar la acusación?

El acusado cuenta con la presunción de inocencia. El fiscal tiene la necesidad de probar todos y cada uno de los elementos de los delitos más allá de toda duda razonable. Para lograr una condena por los dos cargos relacionados con la compra del revólver, los fiscales deben convencer al jurado de que Hunter Biden hizo a sabiendas una declaración falsa en su formulario de compra de armas y de que la mentira era relevante para que se cerrase la operación. Para el cargo de posesión de armas, deben probar que sabía que era un consumidor ilegal de una sustancia controlada o que era un drogadicto y que poseía un arma de fuego a sabiendas.

¿Qué pruebas aportan los fiscales?

La acusación usará extractos de las propias memorias de Hunter Biden, Cosas Bonitas, en las que reconoce que fue adicto a las drogas durante cuatro años hasta marzo de 2019. Los fiscales también han accedido a mensajes de texto del acusado de esa época. “Estaba durmiendo en un coche fumando crack”, decía en uno de ellos. La Fiscalía se plantea llamar como testigos a la exmujer de Hunter Biden, Kathleen Buhle, y a la viuda de su hermano Beau Biden, Hallie Biden, con quien luego tuvo una relación, para que declaren sobre su adicción.

¿Qué alega la defensa?

Hunter Biden se ha declarado no culpable. Sin embargo, la jueza ha dificultado dos de sus líneas de defensa. Ha impedido que un experto declare sobre el estado de negación en relación con su adicción en que podía encontrarse Hunter Biden al comparar el arma, especialmente teniendo en cuenta que había realizado un periodo de rehabilitación de 11 días. También ha vetado como prueba una versión del formulario alterada por los empleados de la tienda, argumentando que eso no cambia los hechos e introduciría confusión. La jueza también ha rechazado la alegación de la defensa de que el acusado está sufriendo una persecución política.

¿Qué ocurrió con el acuerdo con los fiscales?

Hunter Biden admitió inicialmente la compra y posesión ilegal del arma como parte de un pacto con la Fiscalía para ser condenado con penas menores por dos delitos fiscales ya regularizados y archivar el caso del revólver. La Fiscalía renunciaba a perseguir la compra de la pistola a cambio de que se mantuviera alejado de las drogas durante dos años y de que renunciara a tener un arma de fuego en el futuro. Es un pacto habitual en casos similares en que los acusados se han rehabilitado y no tienen antecedentes penales. El acuerdo, sin embargo, descarriló en el momento en que iba a ser refrendado. La jueza Maryellen Noreika, nombrada por Trump, lo rechazó ante la diferente interpretación del pacto entre la acusación y la defensa y las presiones de los republicanos.

U.S. first lady Jill Biden
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, llega al tribunal federal el día de la apertura del juicio contra Hunter Biden.Kevin Lamarque (REUTERS)

¿Puede el presidente indultar a su hijo?

Sí. Los delitos de los que se acusa a su hijo son federales y el presidente tiene una amplia capacidad de perdón sobre los mismos en caso de que fuera condenado a ir a la cárcel. Hasta ahora, Biden se ha mantenido al margen de las incidencias del caso, pero ha mostrado apoyo cerrado a Hunter como padre. Biden se quedó este lunes en Wilmington, prolongando el fin de semana, para apoyar a su hijo. La primera dama, Jill Biden, lo acompañó al juzgado. En una declaración, el presidente dijo este lunes que tiene “amor ilimitado” por su hijo, “confianza en él y respeto por su fortaleza”. “Soy el presidente, pero también soy un papá”, dijo, añadiendo que no tendría más comentarios sobre el caso. “Jill y yo queremos a nuestro hijo, y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy”, concluía.

¿Qué más acusaciones tiene Hunter Biden pendientes?

Hunter Biden está imputado desde diciembre por nueve presuntos delitos fiscales ante los tribunales de California. El hijo de Biden regularizó los pagos pendientes y el caso iba a ser cerrado de conformidad en aquel acuerdo con los fiscales que finalmente descarriló.

¿Salpican los casos al presidente?

Tanto los cargos por la compra y posesión del revólver como los presuntos delitos fiscales atañen solo a Hunter Biden. Los republicanos se han pasado años tratando sin éxito de encontrar vínculos que demuestren que Joe Biden se beneficiaba de los negocios de su hijo, de que cobraba comisiones y de otras irregularidades. Su acoso al presidente ―a través de requerimientos e interrogatorios de supuestos testigos y la apertura de una investigación para un posible impeachment con la que seguir erosionándole― ha llegado a un callejón sin salida al no haber encontrado prueba alguna contra el presidente Biden. Buena parte de las acusaciones se centraban en el testimonio de un confidente que decía que Joe Biden había cobrado una comisión de cinco millones de dólares de Ucrania. Luego se demostró que era todo una invención de una persona con lazos con la inteligencia rusa y el confidente en el que los republicanos habían creído ciegamente está siendo procesado por falso testimonio.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez

Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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