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Se viene una semana decisiva para el Gobierno: el tratamiento de la ley Bases y el paquete fiscal en el Senado es una verdadera prueba de fuego, que mantiene en vilo a los mercados. Los inversores están pidiendo a gritos una muestra de capacidad de negociación de una fuerza política que está en franca minoría legislativa. Después de seis meses de gestión, es la oportunidad de conseguir al menos un primer triunfo legislativo.
Los activos argentinos tuvieron su peor semana del año, en la que se mezclaron varios factores. En primer lugar los errores propios, a partir de un deficiente manejo en el reparto de alimentos y la crisis desatada en el ministerio de Capital Humano. El Presidente tuvo que salir a bancar personalmente a Sandra Pettovello, a quien considera “la mejora ministra” del Gobierno. Estos problemas de gestión impactaron en los precios de los activos en el arranque de la semana.
Pero después fue la media sanción a una nueva fórmula jubilatoria votada en conjunto por el kirchnerismo y el radicalismo en la Cámara de Diputados. Se descuenta un rotundo respaldo en el Senado, donde ambos bloques llegan a una cómoda mayoría. Al mismo tiempo, este alineamiento hace dudar de la posibilidad de que el Gobierno sume los votos que precisa para avanzar con la ley Bases, que requiere del apoyo de varios radicales.
El proyecto tiene un fuerte impacto fiscal, aunque algunos legisladores como el radical Martín Tetaz buscan minimizarlo. “Es solo 0,45% del PBI, que el Gobierno podría compensar sacándole subsidios a las empresas de Tierra del Fuego”, asegura. Sin embargo, ni esta sugerencia para compensar el agujero fiscal ni ninguna otra fueron incluídas en el texto.
Ahora es el turno que juegue la política. Lo explicó bien Javier Timerman, socio de Adcap. “Los inversores hoy esperan más una foto de Javier Milei con intendentes que con Elon Musk”. Por eso, no fue casual que en la semana el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuviera encuentros y palabras elogiosas con los gobernadores de Neuquén y Santa Cruz. Todo es parte de la tarea de trabajar para asegurar los votos necesarios para la votación del Senado.
Los bonos dolarizados, que habían volado en los primeros meses de la gestión de Milei, ahora devolvieron parte de esa suba. Las caídas promediaron en las últimas dos semanas el 15 por ciento. El AL30, por ejemplo había rozado los 60 dólares y ahora apenas se sostuvo por encima de los 50 dólares. Otros bonos volvieron a la zona de 40 dólaers, especialmente los más largos. El riesgo país, que se dirigía a perforar los 1.000 puntos básicos repentinamente saltó a valores de 1.600 puntos.
La media sanción de una nueva fórmula de ajuste previsional fue un golpe para el Gobierno porque pone en riesgo el equilibrio de las cuentas públicas. No es claro, sin embargo, que la alianza del radicalismo y el kirchnerismo pueda tener algún tipo de proyección de cara a las elecciones del año próximo y hasta podría resultar beneficiosa para Milei
La toma de ganancias también afectó con fuerza a los bonos en pesos. Hubo venta sobre todo de Lecaps, que quedaron con tasas 10 puntos más altas que en las licitaciones realizadas por el Tesoro. La próxima será el miércoles, coincidiendo con el tratamiento de la ley Bases, por lo que la incertidumbre será muy alta. Es posible que el Gobierno deba acortar los plazos de la colocación o el mix de bonos, ofreciendo más ajuste CER a los inversores en vez de tasa fija como en la última oportunidad. Pero además es probable que reconozca rendimientos más altos para los inversores que decidan quedarse en pesos.
La última baja de tasas decidida por Economía, aunque implementada por el BCRA, fue muy criticada entre los inversores. Informes reservados de bancos de Wall Street consideraron la jugada como “apresurada”. A partir de esa última disminución, comenzó la presión cambiaria y la suba del riesgo país.
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Pese a la fuerte corrección de los activos argentinos, el interés de Wall Street por Argentina se mantiene intacto. Es posible, incluso, que la caída de precios sea aprovechada por muchos para volver a posicionarse. Pero es difícil que esto suceda antes del tratamiento de la ley Bases.
Los activos argentinos tuvieron su peor semana del año. Los bonos polarizados más largos volvieron a niveles de USD 40, lo que aleja a la Argentina de una posible reinserción en los mercados financieros. Sin embargo, no son pocos los que consideraron que los títulos podría recuperar el rally y que el riesgo país pase de los 1.600 a 1.000 puntos en el próximo semestre
En el fondo, lo que mantiene el entusiasmo de los inversores es que el avance en algunos temas clave, como el mantenimiento del superávit fiscal, la fuerte disminución de pasivos remunerados del Central (lo cual reduce fuertemente la necesidad de emisión monetaria) y la consiguiente baja de la inflación. El mensaje del gobierno de que mantendrá inalterado ese objetivo es valorado por los mercados.
Por otra parte, la actividad económica también empieza a mostrar signos de repunte en casi todos los sectores. En abril y mayo se vieron claros repuntes, aunque las comparaciones interanuales siguen siendo fuertemente negativas.
También el crédito al sector privado (tanto público como empresas) se recuperó fuertemente en mayo, de la mano de la baja de tasas y la reaparición de las cuotas. Las tasas de descuentos de cheques cayeron para algunos empresas a niveles del 25% anual.
EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Hace rato que nadie habla de un rebote con forma de “V”, pero la coincidencia de la mayoría de los analistas es que en marzo se habría ya tocado el piso de actividad. En el mejor de los casos, la reactivación podria volverse mucho más palpable hacia fin de año.
Esta semana podría marcar el punto de inflexión luego de la ola de ventas de activos argentinos. La eventual aprobación de la ley Bases, el dato de inflación minorista inferior al 5%, la confirmación formal de superávit fiscal en mayo por parte de Hacienda y la aprobación del directorio del FMI de un desembolso de USD 800 millones serían claves para una mejora del clima financiero.
El miércoles se conocerá la inflación de mayo, que podría estar por debajo del 5%. Para los próximos meses las consultoras ven un panorama más complejo. Es casi seguro que en juniol tenga un salto a niveles de 6% ó algo por arriba y luego será difícil bajarla del rango del 4,5% a 5% mensual
Pero, de vuelta, las próximas señales políticas definirán la cuestión. Será en el Congreso, donde se verá si el Gobierno hace avanzar al menos parte de su agenda o si tendrá las manos atadas. En este último caso, no solo cualquier intento de reforma podría volverse imposible, sino que además peligraría el sostenimiento del superávit fiscal. Se trata del principal activo conseguido por Milei en sus primeros seis meses de gestión y lo que sigue sosteniendo las expectativa hacia adelante.
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